Bernardo Herr¨¢ez, el hombre del dinero episcopal

"Justo reparto seg¨²n necesidades, y aportaciones seg¨²n posibilidades". Este fue el criterio con que Bernardo Herr¨¢ez Rubio gestion¨® las cuentas del catolicismo espa?ol desde 1975, primero como gerente y dos a?os m¨¢s tarde como vicesecretario para Asuntos Econ¨®micos de la Conferencia Episcopal, hasta 2005. Fue, adem¨¢s, el hombre fuerte de la cadena Cope, una red de emisoras parroquiales sin influencia nacional hasta que cay¨® en sus manos y empez¨® a fichar a figuras como Luis del Olmo, Antonio Herrero, Encarna S¨¢nchez, Federico Jim¨¦nez Losantos o Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa.

Tratado por los obispos, casi sin excepci¨®n, como "Don Bernardo", su socarroner¨ªa y paciencia era proverbial. Hab¨ªa nacido en Gamonal de la Sierra (?vila) en 1930, se orden¨® sacerdote con 23 a?os y era, adem¨¢s, licenciado en Ciencias Biol¨®gicas. Falleci¨® el domingo, 18 de abril, a los 80 a?os, en la cl¨ªnica madrile?a de la Zarzuela, donde llevaba semanas ingresado por problemas renales. La capilla ardiente est¨¢ instalada en la parroquia de San Juan Cris¨®stomo, de Madrid, donde hoy tendr¨¢ lugar, a las diez, una misa funeral presidida por el cardenal Rouco. Ser¨¢ enterrado en la Sacramental de San Justo.

"Mis obispos piden dinero, pero nunca saben de cuentas", se quejaba Don Bernardo. Puede decirse que fue ¨¦l quien les ha librado del hambre, si hacemos caso al sentimiento de orfandad y los temores de muchos prelados a la muerte del dictador Franco, con quien hab¨ªan disfrutado de todas las complacencias a cambio de bendiciones y sumisi¨®n. Fue monse?or Herr¨¢ez quien, de la mano del cardenal Taranc¨®n, primero, y de los arzobispos El¨ªas Yanes y Fernando Sebasti¨¢n, ahora em¨¦ritos de las archidi¨®cesis de Zaragoza y Navarra, respectivamente, negoci¨® con los Gobiernos de Adolfo Su¨¢rez y Felipe Gonz¨¢lez una nueva regulaci¨®n de la situaci¨®n econ¨®mica de la Iglesia romana en Espa?a, as¨ª como el desarrollo de los acuerdos firmados entre el Estado y la Santa Sede en 1979, que sustituyeron al nacionalcat¨®lico Concordato de 1953.

Entre otras regal¨ªas para una Conferencia Episcopal que casi acababa de nacer y que no ten¨ªa recursos propios, los prelados lograron en esas negociaciones una financiaci¨®n p¨²blica suficiente para salarios de obispos y sacerdotes, m¨¢s el acogimiento del clero por la Seguridad Social. En premio, el Papa distingui¨® a Herr¨¢ez con el t¨ªtulo honor¨ªfico de monse?or.

Habilidad de Herr¨¢ez fue el dejar a todas las di¨®cesis conformes con el reparto de fondos y, sobre todo, templar las cr¨ªticas de muchos obispos contra algunas figuras de la cadena Cope, que aquel dirigi¨® con autoridad plena entre 1975 y 2006.