Clegg marca distancias con Washington

El emergente l¨ªder de los liberales-dem¨®cratas brit¨¢nicos, Nick Clegg, dio ayer por enterrada la llamada relaci¨®n especial entre EE UU y Reino Unido. En una comparecencia ante la Asociaci¨®n de la Prensa Extranjera en Londres, Clegg no s¨®lo marc¨® distancias con el aliado transatl¨¢ntico, sino que ech¨® agua al vino de su publicitado europe¨ªsmo al dejar el ingreso de la libra en el euro para tiempos mejores y descartar de forma tajante cualquier posibilidad de suprimir los controles fronterizos a los viajeros procedentes de la Uni¨®n Europea.

Si el primer mensaje parec¨ªa destinado a buscar el apoyo de los votantes laboristas desencantados con el Gobierno de Gordon Brown, el segundo pretend¨ªa atajar la campa?a de los medios m¨¢s afines al Partido Conservador, que desde su ¨¦xito en el debate electoral del jueves pasado le retratan como un fan¨¢tico partidario de un superestado federal europeo.

"No creo que sea bueno el ingreso de la libra en el euro ahora"

"El pensamiento convencional desde la crisis del canal de Suez ha sido, de manera casi religiosa, tanto para laboristas como para conservadores, que hay que hacer girar la pol¨ªtica exterior brit¨¢nica en torno a la relaci¨®n transatl¨¢ntica entre Reino Unido y Estados Unidos", explic¨®. "Pero si queremos prepararnos para el futuro y no estar atrapados por el pasado, si queremos entender los pr¨®ximos retos que afronta nuestro mundo y no s¨®lo reaccionar ante lo que ocurre sino darle forma, tenemos que liberarnos de la doctrina de que el atlantismo rige todo lo que hacemos en el mundo", a?adi¨®.

"Lo que cimentaba esa relaci¨®n era el enfrentamiento ideol¨®gico con el bloque sovi¨¦tico. Pero esos d¨ªas ya han pasado. El mundo ya no es tan simple. Como ha dicho hace unos d¨ªas el presidente Obama, la gran amenaza ahora no son los conflictos entre Estados, sino el terrorismo, los conflictos internos entre comunidades enfrentadas por los recursos, los conflictos de identidad", sostuvo Clegg.

"No hay nada malo en reconocer que a veces hay grandes diferencias entre nosotros y los distintos Gobiernos de EE UU", afirm¨®, y puso como ejemplo a la guerra contra el terrorismo de George W. Bush. "La relaci¨®n entre este pa¨ªs y EE UU est¨¢ cambiando. Lo dicen los americanos. Es embarazosa la forma servil en que los pol¨ªticos laboristas y conservadores hablan de la relaci¨®n especial. En Washington dicen que es una buena relaci¨®n, pero que no es la relaci¨®n especial. Es tan importante como la que tiene con los chinos, con los indios, con los brasile?os, con Europa en su conjunto, dicen, no una relaci¨®n en torno a la cual organizan su visi¨®n del mundo", detall¨® el l¨ªder liberal-dem¨®crata.

Y subray¨®: "Ning¨²n pa¨ªs deber¨ªa poner autom¨¢ticamente sus fuerzas armadas al servicio de otros Gobiernos. Es absurdo. Tenemos que arriesgar las vidas de nuestros hombres y mujeres en aquello que nosotros decidimos, no en lo que otros deciden".

Sobre el ingreso de la libra en el euro se ci?¨® a la propuesta de su programa electoral. "No creo que fuera bueno entrar en el euro ahora. Desde luego yo no lo recomendar¨ªa. Los tipos de inter¨¦s del euro en los pr¨®ximos a?os van a ser inadecuados para la econom¨ªa de Reino Unido. Si alg¨²n d¨ªa llega el momento de entrar en el euro eso tiene que ser decidido por los votantes en un refer¨¦ndum".

Menos claro estaba su pensamiento en torno a los controles fronterizos a los viajeros procedentes de la UE, vistos en el continente como uno de los mayores desapegos brit¨¢nicos hacia la construcci¨®n europea. ?Es partidario de suprimirlos? "No. Reino Unido no s¨®lo tiene que mantener sus controles fronterizos sino que tiene que endurecerlos", respondi¨®. "Laboristas y conservadores han abordado de forma ca¨®tica durante a?os el control de nuestras fronteras. Me gustar¨ªa ver reintroducidos de inmediato los controles de salida, abolidos por el Gobierno conservador".