Lucha abierta entre Cospedal y Valc¨¢rcel, que se present¨® en Madrid para controlar

Dolores de Cospedal compareci¨® a ¨²ltima hora de la tarde con los ojos enrojecidos, despu¨¦s de un d¨ªa agotador. Cuando se le nombr¨® al presidente de Murcia, Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel, y se le pregunt¨® por qu¨¦ hab¨ªa estado en Madrid, trat¨® de mostrar su lado diplom¨¢tico. "Todo el mundo tiene derecho a estar donde quiera". Sin embargo, todas las fuentes coinciden en que la guerra del agua entre los dos dirigentes, que viene de lejos, lleg¨® ayer a sus cotas m¨¢s altas.

El entorno de Cospedal recibi¨® con estupor la presencia de Valc¨¢rcel en el Congreso de los Diputados. No s¨®lo estuvo all¨ª, adem¨¢s quiso hacerse notar.

Al contrario que su compa?ero valenciano, Francisco Camps, que sigui¨® las negociaciones por tel¨¦fono desde su comunidad, Valc¨¢rcel viaj¨® a Madrid para reunirse con un grupo de regantes murcianos que hab¨ªan acudido all¨ª a presionar. Pero no le bast¨®. Quiso acudir a los pasillos del Congreso de los Diputados para realizar unas declaraciones a los periodistas que eran todo un aviso a Cospedal: exigi¨® que se mantenga el trasvase Tajo-Segura y se?al¨® que se opon¨ªa a que el Estatuto contuviera una limitaci¨®n en hect¨®metros c¨²bicos.

Cospedal y Valc¨¢rcel se vieron en el Congreso con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, pero no hubo acuerdo y el murciano se fue con los regantes, que estaban en un hotel cercano al Congreso para seguir el debate. Sus representantes siguieron negociando, pero al final tuvo que mediar Mariano Rajoy, que adopt¨® una decisi¨®n salom¨®nica mientras entraban y sal¨ªan murcianos y castellano-manchegos de una sala contigua a su despacho en el Congreso. Promovi¨® una enmienda que suavizaba mucho lo que la propia Cospedal hab¨ªa votado y defendido en Castilla-La Mancha, pero que conten¨ªa la cifra de 4.000 hect¨®metros c¨²bicos, el l¨ªmite que ni valencianos ni murcianos quer¨ªan aceptar.

Cospedal salv¨® la cara, y pudo culpar al socialista Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda del fracaso por no haber aceptado la propuesta de consenso del PP, pero valencianos y murcianos tambi¨¦n se llevaron una satisfacci¨®n: al no aceptar el PSOE la enmienda, el PP vot¨® no, lo que ellos ped¨ªan, en vez de abstenerse. Adem¨¢s no habr¨¢ estatuto, lo mejor que les pod¨ªa pasar.

A pesar de esta aparente soluci¨®n intermedia, la tensi¨®n entre los equipos de Cospedal y Valc¨¢rcel era evidente. Mientras los cospedalistas llegaban a calificar de "caciquil" la actitud del murciano, que desafi¨® a su secretaria general, los murcianos estaban tan indignados que el propio presidente lleg¨® a decir a la agencia Efe que "no conoc¨ªa" la enmienda planteada por su partido. "Es una enmienda de todo el PP", le desment¨ªa Cospedal. El no del PSOE salv¨® as¨ª al PP de una guerra del agua a¨²n mayor.