El abandono educativo engulle m¨¢s recursos
Algunos sectores piden que se elimine la repetici¨®n de curso
Uno de los bar¨®metros en los que se fij¨® Europa para valorar el grado de cumplimiento de la Agenda de Lisboa para alcanzar la sociedad del conocimiento es la evoluci¨®n de la tasa de fracaso escolar en los pa¨ªses. Espa?a, que tambi¨¦n pugna por transformar su modelo productivo tras a?os abonada al boom inmobiliario, tiene mala nota. Lejos de reducirlo, ha aumentado el abandono educativo temprano: el porcentaje de poblaci¨®n de 18 a 24 a?os que no ha completado la Educaci¨®n Secundaria de segunda etapa ni ha seguido ning¨²n tipo de formaci¨®n en las ¨²ltimas semanas -¨¦ste es el indicador que mide el fracaso escolar- ha crecido del 29,6% al 31,8% entre 1998 y 2008, mientras que en la media de la Europa de los Veintisiete la tasa baj¨® del 16,6% en 2003 al 14,9% en 2008.
El fracaso escolar "nos cuesta el triple que la crisis", seg¨²n un experto
Adem¨¢s de frenar el desarrollo de una poblaci¨®n capaz de asumir empleos de alto valor a?adido, la lacra engulle miles de millones anuales. ?Cu¨¢ntos? La cuesti¨®n requerir¨ªa por s¨ª sola una larga investigaci¨®n, advierte Mariano Fern¨¢ndez Enguita, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Salamanca, pero, de modo orientativo, echa cuentas: el gasto por alumno suma unos 1.000 euros al a?o en Secundaria. S¨®lo el hecho de que m¨¢s del 40% haya repetido un a?o a los 15, habiendo 1.800.000 alumnos, ya representar¨ªa unos 750 millones de euros, que con los que repiten por segunda vez se acercar¨ªan a los 1.000. Si a?adimos que en el Bachillerato repite cada a?o casi un cuarto de los alumnos, otros 150 millones; en la Formaci¨®n Profesional hay algunos menos alumnos pero tambi¨¦n menos promoci¨®n. Si miramos su producci¨®n futura, el 30% de alumnos que no termina la ESO tiene un 10% menos de probabilidades de ser econ¨®micamente activo, un 5% m¨¢s de probabilidades de estar parado y va a ganar un 15% menos. S¨®lo esto representa una reducci¨®n del producto interior bruto (PIB) superior al 4,5%. "Nuestro fracaso educativo nos cuesta en conjunto el triple que la crisis", concluye Enguita, que reitera que se trata s¨®lo de un "ejercicio mental impreciso", pero da idea de la magnitud del problema.
A la hora de buscar un tratamiento a la lacra, hace falta echar un vistazo al diagn¨®stico. La prosperidad econ¨®mica vivida en Espa?a en los ¨²ltimos a?os, con la creaci¨®n masiva de puestos de trabajo en el sector del ladrillo, anim¨® a muchos j¨®venes a dejar los estudios y esa bonanza econ¨®mica trajo consigo un repunte del fracaso. La Fundaci¨®n Primero de Mayo, de CC OO, advierte tambi¨¦n de la influencia que ha tenido la incorporaci¨®n de poblaci¨®n extranjera de esas edades, ya que su abandono educativo temprano es mayor: del 53,1% frente al 29% de los espa?oles en 2000 y del 46,4% frente al 28% en 2009. Esta entidad propone acabar con la "rigidez" del sistema y ofrecer a los estudiantes con problemas alternativas al abandono o "la denostada e ineficaz repetici¨®n". A su juicio, si los recursos destinados a los repetidores se empleasen en clases de refuerzo, el sistema ahorrar¨ªa y los alumnos mejorar¨ªan.
Para Enguita, tambi¨¦n deber¨ªa erradicarse. "En t¨¦rminos l¨®gicos es una barbaridad que por no superar una parte menor de los objetivos se haya de repetir el 100%. Es una barbaridad de origen galo que ellos mismos denominan ir¨®nicamente el mal franc¨¦s y que aqu¨ª hemos asumido de forma acr¨ªtica". Estas ideas no han hecho mella en el Gobierno ni en la oposici¨®n. El Ejecutivo mantiene la repetici¨®n, pero admite que no debe servir para hacer exactamente lo mismo, es decir, que debe haber refuerzos y recursos espec¨ªficos para el repetidor.
Juan Antonio G¨®mez Trinidad, diputado del PP, admite que la repetici¨®n es un asunto "opinable", pero defiende una clara diferenciaci¨®n entre los contenidos que curse el joven que aspire a ir a la Universidad y el que busca una formaci¨®n general b¨¢sica, que quiz¨¢ deber¨ªa rebajarse: "Todos los j¨®venes deben saber expresarse correctamente, ser capaces de recurrir una multa y conocer sus derechos, una serie de destrezas b¨¢sicas que ser¨¢n m¨¢s necesarias que los contenidos que hemos dise?ado en el siglo XIX", agrega.
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