"Tras el accidente, quieren dejarme tirado como un can"
El alcalde de Mondariz se desentiende de un vecino al que contrat¨® sin papeles
Manuel Codeseda ingres¨® hace siete meses en el Hospital Xeral de Vigo con tres costillas y seis v¨¦rtebras rotas. Un pino le cay¨® sobre la espalda cuando dirig¨ªa unas labores de tala para el Ayuntamiento de Mondariz. Los m¨¦dicos ya le han dicho que se olvide de volver a su trabajo de siempre. Le hab¨ªa contratado el alcalde, Julio Al¨¦n, que le visit¨® en el hospital pero que ahora se llama andana. Seg¨²n el regidor, Manuel Codeseda pasaba por all¨ª cuando el ¨¢rbol le aplast¨® contra el suelo. "Quieren dejarme tirado, como si uno fuera un can", se duele el operario en la conversaci¨®n, entre los dolores f¨ªsicos que le impiden permanecer quieto en ninguna postura.
En septiembre pasado, Manuel Codeseda, de 43 a?os y padre de una joven que este a?o acabar¨¢ el bachillerato, estaba en paro. La empresa forestal en la que trabajaba, de Porri?o, hab¨ªa quebrado unos meses antes. Julio Al¨¦n (PP), su alcalde, al que reconoce haber votado, le abord¨® en un bar del pueblo para proponerle empleo: encargado de la tala y retirada de la madera de una obra promovida por la Diputaci¨®n, la ampliaci¨®n y pavimentaci¨®n de la pista que va de C¨¢bada Nova-Riofr¨ªo hasta Gargamala.
La maquinaria de la Diputaci¨®n abandon¨® la obra tras el accidente
"Sent¨ª un dolor bestial, como si me hubieran arrancado los dos ri?ones"
"?C¨®mo iba a decir que no! Tengo la casa por pagar, y el choio era cojonudo, con buen sueldo, para el Ayuntamiento..." Codeseda es un experto en labores madereras, a eso se dedic¨® durante los 20 a?os anteriores. Tendr¨ªa que dirigir una partida de tres operarios j¨®venes, sin experiencia, y cobrar¨ªa un sueldo mensual bruto, con prorrateo de pagas extras, de 3.000 euros. La formalizaci¨®n del contrato, con el alta en la Seguridad Social y el resto de la tramitaci¨®n, qued¨® pospuesta a cuando el alcalde volviera de un viaje a Brasil. Comenz¨® a trabajar el 28 de septiembre y el accidente le sorprendi¨® a los 10 d¨ªas.
Ese 9 de octubre, viernes, poco antes de mediod¨ªa, Codeseda dio orden a su cuadrilla de parar la tala. "Ten¨ªamos que trocear la madera y retirarla para dejar la pista abierta durante el fin de semana", recuerda. "As¨ª que me puse a ello con la motosierra, que no te deja o¨ªr nada, pero de repente me pareci¨® o¨ªr algo, gritos". Par¨®, pero ni siquiera le dio tiempo a mirar el enorme tronco que le ca¨ªa encima desde un repecho de la pista. Uno de los operarios no hab¨ªa seguido sus ¨®rdenes y hab¨ªa cortado el pino. "Me aplast¨® contra el suelo y empec¨¦ a sentir un calor que ni dios. Me ard¨ªa el cuerpo. Y un dolor bestial, como si me hubieran arrancado de cuajo los dos ri?ones a la vez". Recibi¨® el impacto del tronco limpio, "menos mal, porque si me pillan las ramas, me hacen cachos", se consuela.
En la obra no hab¨ªa habilitada ninguna medida de seguridad. Y al lunes siguiente, hasta dej¨® de haber obra: las cuatro m¨¢quinas y los dos camiones que ancheaban, allanaban la pista y transportaban los materiales fueron retiradas con presteza por la Diputaci¨®n, hasta hoy.
Codeseda recibi¨® despu¨¦s, en el hospital, las visitas del alcalde (cuando volvi¨® de Brasil) y de otras autoridades municipales. Todos le aseguraron que el Ayuntamiento afrontar¨ªa sus responsabilidades y se comprometieron a ordenar el abono puntual del salario que le correspond¨ªa, as¨ª como las indemnizaciones derivadas del accidente, eso s¨ª, le previnieron, una vez se resolvieran "ciertos problemas burocr¨¢ticos".
Ha estado cuatro meses con el tronco escayolado hasta el cuello, "como una tortuga en el caparaz¨®n", dice, sin valerse por s¨ª mismo para hacer nada. Con dolores atroces. "Lo que he pasado no lo quiero ni pensar, ni se lo deseo a nadie. A nadie", subraya, para incluir al alcalde, del que piensa que "es un cabr¨®n, pero eso no se puede decir. Ni le deseo mal, que Dios le d¨¦ el pago que merezca. Yo lo perdonar¨ªa todo, lo que me deben y todo, si me ponen en manos de un m¨¦dico que me deje como estaba".
Hace unas semanas sali¨® del hospital pero sigue en observaci¨®n, a ver como le responde el cuerpo, "aunque dentro de cinco o 10 a?os, seg¨²n vaya la cosa, me tendr¨¢n que operar para fijar las tres v¨¦rtebras que peor quedaron. Lo paso fatal en el coche cada vez que tengo que ir a Vigo a que me vean".
Un concejal pas¨® hace unas semanas por su casa para pedirle que cambiara su declaraci¨®n. La del alcalde est¨¢ en el informe de la Inspecci¨®n de Trabajo. Julio Al¨¦n niega que existiera ninguna relaci¨®n laboral con Codeseda, quien, seg¨²n el regidor, se hallaba cortando maderas por su cuenta cuando sufri¨® el accidente. El Ayuntamiento, con ese argumento, no se ha sentido obligado a abonarle ni un euro, ni siquiera a responder a ninguna de las reclamaciones que Codeseda ha hecho llegar.
El atestado de la Guardia Civil recoge los testimonios de la cuadrilla y ya obra en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Ponteareas, que tramita diligencias previas sobre el asunto. En el acto de conciliaci¨®n celebrado el pasado martes en el SMAC de Vigo, el regidor Al¨¦n neg¨® la avenencia a las pretensiones de Codeseda "por los motivos que en su d¨ªa se expondr¨¢n ante el Juzgado de lo Social".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.