Contumacia
A estas alturas, que poner el Departamento de Interior de la Generalitat en manos de Iniciativa per Catalunya Verds y, particularmente, en las de Joan Saura y Joan Boada fue un grave error es algo que admiten -ya ni siquiera en voz baja- no s¨®lo los aliados socialistas y republicanos, sino incluso altos dirigentes de la propia Iniciativa; por lo menos, aquellos capaces de sobreponerse al dogmatismo de partido y seguir pensando por cuenta propia. Sin embargo, no contentos con haber hecho cundir la desaz¨®n entre los bomberos, no satisfechos con haber sembrado de profunda desconfianza la relaci¨®n entre los Mossos d'Esquadra y sus mandos pol¨ªticos, los citados se?ores parecen decididos a perseverar en su devastador sectarismo hasta el ¨²ltimo aliento de la legislatura.
Los detenidos rellenan un formulario sobre c¨®mo les han tratado y en las comisar¨ªas hay m¨¢s c¨¢maras que en un plat¨® de televisi¨®n
Los or¨ªgenes del problema son f¨¢ciles de entender. La cultura pol¨ªtica de ICV -no precisamente la del PSUC hist¨®rico, que era un partido serio, sino sus adherencias y mutaciones entre lo pijo-progre y lo antisistema- la llev¨® a hacerse cargo de Interior desde una actitud de recelo ante la polic¨ªa: un cuerpo armado, guardi¨¢n del orden y de la seguridad, que a veces usa la fuerza..., conceptos todos ellos poco simp¨¢ticos para quienes se mueven en el espacio roig-verd-violeta. Por consiguiente, el consejero Saura y el secretario general Boada se propusieron redimir a la polic¨ªa catalana de aquellos pecados originales inculc¨¢ndole los valores ideol¨®gicos de Iniciativa. De este modo, ante venideras contiendas, podr¨ªan explicar a sus electores que, gracias a ellos, en las comisar¨ªas catalanas hay m¨¢s c¨¢maras que en un plat¨® de televisi¨®n, y nuestros detenidos rellenan un formulario sobre c¨®mo han sido tratados, y... En definitiva, que tenemos la polic¨ªa m¨¢s progresista, soft y conciliadora de Europa.
Tal es el contexto del que surge la necesidad -se entiende, la necesidad propagand¨ªstica para ICV- de dotar a la polic¨ªa de Catalu?a (Mossos y polic¨ªas locales) de un nuevo c¨®digo ¨¦tico, sin parang¨®n a escala continental. De elaborar y jalear dicho c¨®digo se encargaron ilustres miembros de aquello que, con todos los respetos personales, podr¨ªamos llamar el lobby multicultural-antirrepresivo-justiciero, gentes que creen que ser de izquierdas equivale a estar en posesi¨®n de la verdad. Pero cuando el proyecto fue sometido al Consejo de Polic¨ªa, es decir, a los profesionales del ramo (ya sean agentes o mandos) el resultado fue demoledor: sobre 32 votos posibles hubo 23 en contra, 4 a favor, 2 abstenciones, 1 en blanco y 2 ausencias. Y es que ninguna polic¨ªa del mundo puede salir a patrullar cada d¨ªa bajo la espada de Damocles de un c¨®digo ¨¦tico hiperregulador, que dicta hasta c¨®mo debe realizarse el registro de la bolsa de un sospechoso o c¨®mo proceder a una detenci¨®n y en qu¨¦ casos utilizar las esposas.
S¨ª, puede que el secretario de Seguridad P¨²blica, Joan Delort, sea un h¨ªbrido entre Maquiavelo y Fouch¨¦, con unos toques de C¨¦sar Borgia, y le est¨¦ haciendo la cama al consejero Saura. Pero tambi¨¦n podr¨ªa ocurrir que, despu¨¦s de haber servido en Interior en las ¨¦pocas de Pujol, Maragall y Montilla, Delort crea que la polic¨ªa no fue de Converg¨¨ncia, ni era del PSC, ni es ahora de Iniciativa y trate de preservar la profesionalidad y la institucionalidad de los Mossos frente a ciertos delirios doctrinarios.
En todo caso, mientras Saura y Boada se disponen a promulgar el famoso c¨®digo ¨¦tico por decreto y sin consenso, en Iniciativa ya deben de preparar un nuevo fasc¨ªculo de su culebr¨®n conspirativo sobre la inquina que les profesan las fuerzas de la reacci¨®n y los lobbies derechistas. Esta vez, tendr¨¢n que figurar entre esos malvados todos los sindicatos policiales (SAP-UGT, SPC y SME-CC OO), lo que ya es m¨¦rito, y tal vez incluso el Ayuntamiento de Barcelona que ICV cogobierna. Lo digo porque, el otro d¨ªa, el alcalde Hereu tuvo la osad¨ªa de exigir por carta al titular de Interior m¨¢s compromiso con la seguridad en la capital y m¨¢s mossos en sus calles. Menudo reaccionario, ?no?
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