Las m¨¢quinas se apoderan de Wall Street y provocan el p¨¢nico en el mercado
El Dow Jones lleg¨® a caer m¨¢s del 9,16% por el temor a la crisis griega y un conjunto de operaciones err¨®neas
En cuesti¨®n de segundos, las acciones de Accenture pasaron de 40 d¨®lares a un centavo. Las de Lear bajaron de 74 d¨®lares a 0,0001. Varios t¨ªtulos m¨¢s se desplomaron sin freno por una serie de ¨®rdenes autom¨¢ticas de venta mientras los sistemas estaban descontrolados en Wall Street. Lo que empez¨® como una fuerte ca¨ªda del ¨ªndice Dow Jones por la amenaza que el contagio de la crisis griega supone para el conjunto de la econom¨ªa, acab¨® con momentos de p¨¢nico en una Bolsa de Nueva York (NYSE) en manos de los sistemas inform¨¢ticos de negociaci¨®n.
Las autoridades de la Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC), de la NYSE y del mercado electr¨®nico Nasdaq anunciaron anoche que estaban investigando lo ocurrido. Desde los mercados se admiti¨® que hubo una serie de "operaciones potencialmente err¨®neas" y que buena parte de ellas estaban siendo anuladas. Esas operaciones llevaron a la Bolsa de Nueva York a vivir momentos de p¨¢nico similares a los de hace algo m¨¢s de a?o y medio, cuando la quiebra de Lehman Brothers desat¨® la mayor crisis financiera desde el crash burs¨¢til de 1929.
La Bolsa neoyorquina se repuso y cerr¨® con una bajada del 3,2%
En segundos, varias acciones cayeron en picado hasta un centavo
El ¨ªndice Dow Jones se desplom¨® en vertical en s¨®lo unos minutos. En el momento m¨¢s agudo, la ca¨ªda fue del 9,16%, la mayor desde el crash de 1987 y superior incluso a la de los d¨ªas m¨¢s negros de las semanas posteriores a la ca¨ªda de Lehman. El mercado, sin embargo, recuper¨® con gran rapidez buena parte de lo perdido, y al cierre las p¨¦rdidas fueron de s¨®lo el 3,2%.
Desde la apertura de la sesi¨®n, la Bolsa ca¨ªa con fuerza instalada en el pesimismo por la crisis griega y su contagio a buena parte de Europa. Pero sin que hubiera un detonante concreto, varios valores se desplomaron de golpe y arrastraron a todo el mercado. Entre esos t¨ªtulos estaban Accenture, Lear, Procter & Gamble y Philip Morris. Sus ca¨ªdas alimentaron el p¨¢nico, las ventas de otros valores y la ca¨ªda de los ¨ªndices.
El estrangulamiento del mercado se produjo en primer lugar con los t¨ªtulos de Procter & Gamble, seg¨²n algunas explicaciones. En el sistema que introduce en el mercado las ¨®rdenes de la Bolsa de Nueva York se produjo una ralentizaci¨®n, una pausa de 90 segundos para amortiguar la volatilidad. Sin embargo, en otros mercados como el Nasdaq o el de Chicago no se produjo el freno y las ¨®rdenes de venta que entraban por sus plataformas electr¨®nicas no encontraron contrapartida suficiente y tumbaron las cotizaciones.
En ese momento, las p¨¦rdidas de Wall Street superaban el 3% y los monitores mostraban im¨¢genes de las protestas en Grecia, una coincidencia a la que algunos atribuyeron en el primer momento una relaci¨®n de causa efecto. Nada nuevo sucedi¨® fuera del mercado a esa hora, las 20.40 (hora peninsular espa?ola), cuando arranc¨® la ca¨ªda en vertical. Desde ah¨ª y hasta las 20.46, cuando el Dow Jones toc¨® su m¨ªnimo, el p¨¢nico y las ¨®rdenes autom¨¢ticas para cortar las p¨¦rdidas (stop losses) se apoderaron del mercado. Una de las hip¨®tesis que se maneja para explicar c¨®mo una serie de operaciones pudieron contaminar al conjunto del mercado es que los programas inform¨¢ticos ejecutaron ¨®rdenes de venta en nanosegundos, en lo que se conoce como high frequency trading.
La CNBC lleg¨® a asegurar que el origen de las operaciones err¨®neas estaba en una orden de Citigroup y que se hab¨ªa producido al teclear la tecla b (de billions, miles de millones) en lugar de la m (de millones) con las acciones de Procter, aunque otras fuentes desmintieron esa informaci¨®n. Citi, adem¨¢s, dijo no tener constancia de haberse visto envuelto en ninguna operaci¨®n err¨®nea.
El consejero delegado del NYSE, Duncan Niederauer, se?al¨® que no cre¨ªa que la ca¨ªda se debiera a un error al meter una orden de venta en el teclado del ordenador. Seg¨²n ¨¦l, con el sistema actual de corretaje electr¨®nico, con operaciones que se ejecutan en milisegundos, "hay que aceptar que cosas as¨ª van a pasar en periodos de volatilidad exacerbada". "El ordenador busca liquidez muy r¨¢pido, y lo hace sin parar 30 ¨® 60 segundos como nosotros. La gente est¨¢ nerviosa", a?adi¨®.
Un senador aprovech¨® ayer para reclamar que se ponga coto a las m¨¢quinas en las operaciones burs¨¢tiles. El dem¨®crata Ted Kaufman denunci¨® que se hab¨ªa puesto de manifiesto una vez m¨¢s "el potencial de los ordenadores gigantes de alta capacidad para alterar el mercado y crear el caos" en lo que denomin¨® "la batalla de los algoritmos". Kaufman presentar¨¢ una enmienda a la ley de reforma financiera para que se endurezca la regulaci¨®n.
Los rectores del Nasdaq aseguraron ayer que las "operaciones potencialmente err¨®neas" se produjeron a partir de las 20.40 y hasta las 20.50, hora peninsular espa?ola. Ese fue el momento de m¨¢xima volatilidad de los ¨ªndices. El Nasdaq anunci¨® ayer que anular¨¢ todas las transacciones a precios situados un 60% por encima o debajo de la cotizaci¨®n de las 20.40.
Antes de que la histeria y el p¨¢nico se apoderasen del mercado, el pesimismo ya reinaba entre los inversores. La ca¨ªda de la apertura se aceler¨® cuando el fondo Pimco, uno de los mayores y m¨¢s influyentes de Wall Street, expres¨® sus temores a que los problemas fiscales en Europa acaben pasando factura a la econom¨ªa global y echen por tierra la recuperaci¨®n. "Hemos visto como la crisis que arranc¨® en un pa¨ªs se ha convertido en un problema regional, con un impacto en toda la zona euro y que est¨¢ a punto de convertirse en global", indic¨® el consejero delegado del fondo, El-Erian.
Aunque se investigan esos cinco minutos de locura y la recuperaci¨®n casi igual de vertical de los 10 minutos posteriores, est¨¢ claro que el origen de los males del mercado est¨¢ en la crisis fiscal y de confianza que azota el Viejo Continente. La incapacidad de Grecia para hacer frente a su deuda -y la de Europa para articular un rescate efectivo- ha provocado un contagio de la crisis de la deuda que ha golpeado con dureza esta semana a los mercados.
El castigo de las Bolsas europeas de ayer, con ser intenso, nada tuvo que ver con lo sufrido en Wall Street, donde el p¨¢nico se apoder¨® del mercado. Las p¨¦rdidas fueron casi igual de intensas en el ¨ªndice Standard & Poor's, que re¨²ne a las 500 principales compa?¨ªas del mercado y a¨²n mayores (hasta del 10,5%) en el Nasdaq. A pesar del rebote posterior, persiste el miedo y la incertidumbre. Las fr¨ªas m¨¢quinas llevaron la ca¨ªda al extremo durante unos segundos, pero el miedo de los inversores sigue presente.
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