Formas de la tela eterna
No hace demasiados a?os que los vestidos pasaron de los mercadillos y rastros a tiendas especializadas (y car¨ªsimas) de segunda mano; en las subastas de las mejores casas, Sotheby y Christie's entre ellas, se embarcaron tambi¨¦n en ofrecer piezas de ropa de los tiempos modernos. A veces se trataba de piezas sueltas, otras de colecciones enteras, procedentes de propietarias an¨®nimas o basando el historial de la prenda en el marchamo medi¨¢tico de la due?a (una de ellas, la de Christie's en junio de 1997 con el ropero de la princesa Diana de Gales fue un buen ejemplo de esto ¨²ltimo). Desde un principio, el inter¨¦s m¨¢s intelectualizado se centr¨® en dos modistas: Christian Dior y Crist¨®bal Balenciaga, seguidos de cerca por algunos de los dise?os cl¨¢sicos de Coco Chanel.
Fuera de esta categorizaci¨®n no exenta de cierta pol¨¦mica, sitios de indiscutida solvencia como el Costume Institute del Metropolitan Museum de Nueva York (con el agudo criterio especializado de Andrew Bolton acerca de la importancia de reconsiderar el papel de esos nombres en la industria), el Museo de Artes Decorativas de Par¨ªs o el Victoria & Albert Museum de Londres dirig¨ªan el inter¨¦s de sus muestras temporales hacia la moda contempor¨¢nea, aparcando un largo periodo en que se hab¨ªa impuesto el rigor de una "arqueolog¨ªa particular" de la moda hist¨®rica y su revisi¨®n. Fuera de este ¨¢mbito quedaba la moda fundacional moderna, donde se puede situar a Madeleine Vionnet (su exposici¨®n en Par¨ªs en 2008 fue una de las m¨¢s visitadas en la historia de Artes Decorativas) y el caso aislado de Mariano Fortuny y Madrazo, verdaderos pioneros cuyos hallazgos y estilos han estado presentes en el devenir y meandros est¨¦ticos del dise?o de moda. Balenciaga, las pocas veces que habl¨®, reconoc¨ªa siempre estos dos polos: Vionnet y Fortuny, como fundamentales tanto para la definici¨®n de su propio trabajo como para la historia de la moda en general. Y una de las grandes utilidades de estas exposiciones est¨¢ precisamente en encontrar y colocar en el mosaico del estilo, las influencias, esas largas sombras no por lejanas o sutiles menos leg¨ªtimas; podr¨ªa hablarse de genes formales, una sangu¨ªnea conexi¨®n ancestral que remite a las esencias del dibujo y los estudios del volumen a la vez que al fascinante experimento de materiales.
El inter¨¦s por Fortuny (Granada, 1871- Venecia, 1949) siempre ha estado en los c¨ªrculos m¨¢s exquisitos del sector. La primera gran exposici¨®n, que en algunos aspectos es a¨²n hoy referencial, fue la del Museo de los Tejidos de Ly¨®n en 1980. La actual del Museo del Traje de Madrid tiene el prop¨®sito de convertirse tambi¨¦n en fuente imprescindible poniendo en liza su tiempo, sus influencias y, por fin, el papel de su mujer, Henriette Nigrin, responsable de grandes y fundamentales elementos en la producci¨®n textil Fortuny.
Con Balenciaga (figura en s¨ª misma esquiva hasta lo enigm¨¢tico) se vitaliz¨® el inter¨¦s a partir de la exposici¨®n en la Fundaci¨®n Mona Bismarck de Par¨ªs en 1994, basada en la relaci¨®n entre la millonaria y el modista apoyada con la abundante iconograf¨ªa realizada por Cecil Beaton. Aquella muestra fue la primera que se hizo con el concurso y acuerdo de los Archives Balenciaga y comisariada por su mayor especialista, Marie-Andr¨¦e Jouve. Obviamente, a partir de entonces los precios de los trajes subieron en las subastas y el inter¨¦s de coleccionistas y museos no ha dejado de aumentar, siempre con ese halo de objeto deseado e inalcanzable para el com¨²n de los mortales que tienen las prendas de costura, am¨¦n de que estos dise?adores y costureros representan la cima de un g¨¦nero que los observadores m¨¢s agudos (y pesimistas) sit¨²an en franca agon¨ªa.
La exposici¨®n Inspiraciones recoge, adem¨¢s de la parte textil, obra tanto pict¨®rica y de grabador de Mariano Fortuny y Madrazo, con elementos tangenciales que hablan de eso: la inspiraci¨®n, si se quiere llamar as¨ª al vertido que hac¨ªa Fortuny de cuanto le impresiona y pasaba por un refinado filtro est¨¦tico. Cr¨¢teras griegas, tanagras veladas, hasta la g¨¦nesis de un logotipo (que tiene su origen en el grafiti de un pilar de la pompeyana Casa de Lucrecio), ponen de manifiesto el prism¨¢tico universo de este artista a caballo entre dos siglos y dos mundos, entre las convenciones y el exotismo. La poco estudiada labor teatral de Fortuny est¨¢ convenientemente destacada en los estudios del cat¨¢logo y tiene reflejo testimonial en la exposici¨®n. Fortuny dise?¨® vestuario para danza, ¨®pera y teatro, adem¨¢s de idear sistemas de iluminaci¨®n novedosos. Como bien dice Mar¨ªa del Mar Nicol¨¢s en La tradici¨®n sublimada, los referentes y la verdadera inspiraci¨®n de Fortuny est¨¢n en esa cultura fin de si¨¨cle, su gusto y decadentismo, el aroma de tardoacademicismo mezclado a una distintiva altivez aristocr¨¢tica. Todo esto tambi¨¦n est¨¢ en sus vestidos, desde los Knossos, abas y dalm¨¢ticas a la perfecci¨®n del Delphos, apogeo de un neoclasicismo evolucionado y personal en el que confluyen tanto la invenci¨®n lineal como material (su uso virtuoso del estarcido y las plantillas, o la aplicaci¨®n ingeniosa de cuentas de Murano como plomadas). Vemos c¨®mo el ballet tambi¨¦n se cruz¨® en la vida de Fortuny y una vez visti¨® a la gran Carlota Zambelli con un Knossos, y hay que decirlo, antes de que Leon Bakst ideara sus t¨²nicas para La siesta del fauno de Nijinski. Despu¨¦s Fortuny hizo su l¨¢mpara Scherezade claramente inspirada en el decorado de Bakst para el ballet hom¨®nimo de Fokin.
Los arquitectos To?o Foraster y Victoria Garriga del estudio AV62 de Barcelona son los encargados del interiorismo del futuro Museo Balenciaga de Getaria; tambi¨¦n asumieron la finalizaci¨®n de una construcci¨®n civil de azarosa trayectoria. La exposici¨®n Balenciaga. El dise?o al l¨ªmite resulta un oportuno ensayo previo a las futuras colecciones del museo a la vez que, en su calidad de arquitecturas ef¨ªmeras, permite una libertad expresiva y un vuelo que la muse¨ªstica convencional rechazar¨ªa.
Siete instalaciones para 34 piezas aut¨®grafas de Balenciaga (Getaria, Guip¨²zcoa, 1895-J¨¢vea, Alicante, 1972) que se distribuyen por otros tantos espacios no convencionales del Museo de Bellas Artes de Bilbao. As¨ª, ¨¢mbitos muy diferenciados han sido ideados para una galer¨ªa, una boca de escalera, un rellano o una zona de intercambio. Las instalaciones proponen algo muy distinto de lo que ser¨¢ el museo en s¨ª como concepci¨®n muse¨ªstica. Aqu¨ª han sido m¨¢s libres y el ingenio ha llevado a un proyecto donde las prendas floran dentro de maniqu¨ªes invisibles hechos a medida y forma de los vestidos, unos encapsulados en burbujas o cilindros de metacrilato y otros alejados del contacto con el visitante a trav¨¦s de refulgentes aros de ne¨®n. Foraster y Garriga reconocen que participaron limitadamente en la selecci¨®n de las piezas, que proceden de fondos diversos, desde colecciones particulares a fondos del Gobierno Vasco y de la Fundaci¨®n Balenciaga de Getaria. Simb¨®licos cables rojos, cris¨¢lidas y textos puntuales rodean unos vestidos que quieren con esta puesta en valor contribuir al dibujo retrospectivo de un dise?ador cuyo andamiaje cultural y preciosismo hacen considerarle el m¨¢s importante de todos los tiempos.
La exposici¨®n La edad de oro de la alta costura, que se vio en la sala de exposiciones del Banco Herrero de Oviedo hasta finales de febrero, con un arco de 1920 a 1980 y potentes piezas referenciales, se exhibe hasta ma?ana en el Museo de Teruel, se volver¨¢ a ver a partir del 15 de julio en el Museo del Traje, y en oto?o, en Barcelona, una buena ocasi¨®n para trazar las l¨ªneas de conexi¨®n y la envergadura real del legado de nombres como Pertegaz, Rodr¨ªguez, Rovira y a la cabeza, sin duda, Balenciaga.
Mariano Fortuny y Madrazo: Inspiraciones. Museo del Traje. Madrid. Hasta el 30 de junio. Fortuny el mago de Venecia. La Pedrera de Caixa Catalunya hasta el 27 de junio, Balenciaga: El dise?o del l¨ªmite. Museo de Bellas Artes de Bilbao. Hasta el 26 de septiembre. La edad de oro de la alta costura. Museo del Traje. Madrid. Desde el 15 de julio. www.museobilbao.com / www. museodeltraje.mcu.es.
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