El ¨ªdolo eterno de Grecia
Giannakis aspira a ser el primero en ganar la Euroliga y el Eurobasket como jugador y t¨¦cnico
La afici¨®n griega tiene la tendencia a mitificar a sus ¨ªdolos y en lo m¨¢s alto de ese altar venera a Panagiotis Giannakis, el mito que form¨® junto a Nikos Gallis el d¨²o fundacional de su pa¨ªs en la ¨¦lite europea. Tras el Eurobasket de 1987, que desat¨® la locura en las calles de Atenas, Giannakis prosigui¨® su carrera como jugador en el Aris para acabar fichando por el Panathinaikos. Con el equipo del tr¨¦bol logr¨® la Euroliga al derrotar al Barcelona en la pol¨¦mica final de 1996, precisamente tambi¨¦n en Par¨ªs, con el tap¨®n ilegal de Vrankovic a Montero, tras una acci¨®n a la que dio inicio precisamente en un resbal¨®n y p¨¦rdida de bal¨®n suyos.
Catorce a?os despu¨¦s, de nuevo en Par¨ªs, a Giannakis, a quien apodan El Drag¨®n, le espera otra posible cita hist¨®rica puesto que, si gana el Olympiacos, se convertir¨¢ en el primero que gana la Euroliga y el Campeonato de Europa de selecciones como jugador y como entrenador: Grecia repiti¨® t¨ªtulo en el Eurobasket de 2005 en Serbia con ¨¦l al frente del banquillo, un a?o antes de lograr la plata en el Mundial de Jap¨®n por detr¨¢s de Espa?a y por delante de Estados Unidos. Si gana la Euroliga se unir¨¢ a las tres ¨²nicas personas que han sido capaces de ganar el t¨ªtulo como jugadores y como entrenadores: el ruso Armenak Alachachan, el espa?ol Lolo Sainz y el serbio Svetislav Pesic.
"Aquella final de 1996 signific¨® el primer t¨ªtulo para un club griego en la m¨¢xima competici¨®n europea y una buena forma de acabar mi carrera como jugador. Este tipo de citas son una gran oportunidad que no se presenta cada d¨ªa y lo que quiero es que mi equipo juegue duro y haga un buen baloncesto", cuenta Giannakis. La gesti¨®n del vestuario es una de sus virtudes, sobre todo teniendo en cuenta la personalidad y el liderazgo de Papaloukas, Teodosic, Vujcic y compa?¨ªa. Giannakis ha sido capaz de recuperar para la causa, tanto para la selecci¨®n como para el Olympiacos, a un jugador como Schortsanitis, a punto de perderse por su car¨¢cter d¨ªscolo y por su propensi¨®n a engordar. De hecho, tras un buen Mundial en Jap¨®n, Giannakis no le permiti¨® jugar ni un minuto en la final a cuatro del a?o pasado por su indisciplina.
Tambi¨¦n se alaba la paciencia e inteligencia de Giannakis para ayudar a adaptarse al baloncesto europeo a Josh Childress, muchas veces titular en Atlanta Hawks. El propio preparador fue elegido por Boston en el draft de 1982, cuando era casi impensable que un europeo pudiera competir en la NBA o ni tan siquiera ser seguido por un club como los Celtics.
Ahora, a sus 51 a?os, Giannakis mantiene la misma pasi¨®n por el baloncesto: "Siempre supone una motivaci¨®n observar c¨®mo vas a reaccionar bajo la presi¨®n de citas como la final a cuatro. Para m¨ª, es una gran prueba de tu car¨¢cter y tus capacidades. Y cada una de estas situaciones deben servirte para el futuro".
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