"A m¨ª me expuls¨® Ratzinger del sacerdocio"
El p¨¢rroco de Cuenca condenado por abusar de varios menores declara: "La Iglesia fue justa y coherente con mis principios" - Uno de los j¨®venes se considera "estigmatizado" - El obispo dice: "Fui testigo del da?o y trat¨¦ de actuar desde la comprensi¨®n y la caridad"
Separados por 100 kil¨®metros en l¨ªnea recta viven las v¨ªctimas y el culpable de uno de los sucesos de pederastia m¨¢s terribles registrados en las ¨²ltimas d¨¦cadas por la Iglesia espa?ola: los abusos continuados de un sacerdote de Cuenca sobre cinco hermanos, entre otros chicos. Una distancia tan corta puede representar, sin embargo, un abismo. El culpable fue separado de la Iglesia. Es el ¨²nico caso conocido en Espa?a de suspensi¨®n a divinis por abusos a menores. Dos de las v¨ªctimas, dos de los hermanos, ejercen el sacerdocio. Ninguno ha buscado refugio lejos del lugar de los hechos, como si el transcurso del tiempo, la desmemoria o la indulgencia fueran suficientes para sellar un alejamiento perpetuo.
"Es falso que la Iglesia sea pasiva", afirma el ex cl¨¦rigo, que se define como "un jubilado que vive con la ayuda de su familia"
"La Iglesia se fi¨® de m¨ª y me ha dado una responsabilidad", afirma una de las v¨ªctimas, que ahora es p¨¢rroco rural
El canciller secretario de la di¨®cesis de Cuenca, Juli¨¢n Ros, ignora si aquel sacerdote convicto estar¨¢ hoy muerto. Nada sabe de ¨¦l. Tampoco volvieron a tenerse noticias en Mota del Cuervo (Cuenca), donde el presb¨ªtero ejerci¨® de p¨¢rroco y hombre ilustre, y donde nacieron y se criaron los cinco hermanos vejados. Nadie sabe nada del hombre que caus¨® tanto da?o y, sin embargo, no se fue tan lejos una vez que cumpli¨® condena. Por eso las distancias enga?an. El culpable vive cerca: en Albacete. Para los afectados vive como si estuviera muerto.
En un piso c¨¦ntrico de Albacete reside el ex sacerdote Francisco Javier Liante S¨¢nchez. La puerta de entrada conduce a un pasillo estrecho, apenas iluminado en el fondo por un cirio rojo que alumbra una imagen de la Virgen. "He cumplido con la sociedad y con la Iglesia. Yo no debo nada a la sociedad y tampoco la sociedad me debe nada a m¨ª", responde de inmediato. Liante fue expulsado de la Iglesia hace 12 a?os por orden de la Sagrada Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, dirigida entonces por Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI). Fue privado de su condici¨®n de ministro de Cristo por sentencia del Vaticano de fecha 16 de abril de 1998, tras ser condenado por corrupci¨®n de menores por la Audiencia de Cuenca. Es el ¨²nico de los cl¨¦rigos espa?oles implicados en este tipo de casos que ha sufrido doble castigo (penal y eclesi¨¢stico).
Liante est¨¢ a punto de cumplir 60 a?os. Fue penado en 1998 a cuatro a?os y nueve meses de prisi¨®n y a indemnizar con cinco millones de pesetas a uno de los adolescentes de los que abus¨®. En abril de 1999, el Tribunal Supremo confirm¨® el fallo en todos sus extremos y rechaz¨® el recurso presentado por el acusado, que argumentaba que los delitos que se le imputaban hab¨ªan prescrito. Adem¨¢s, sosten¨ªa en su alegato que no hab¨ªa tenido un proceso con todas las garant¨ªas constitucionales. Estuvo preso en Albacete desde julio de 1999 hasta enero de 2002. "He cumplido mi pena como buenamente he podido", dice mientras se lleva la mano al pecho.
En la relaci¨®n de los hechos probados por la justicia se explica que Liante fue designado p¨¢rroco de Mota del Cuervo (Cuenca) en 1977. Un a?o despu¨¦s conoci¨® a un ni?o de nueve a?os, al que comenz¨® a realizarle tocamientos que luego se transformaron en felaciones y masturbaciones. M¨¢s tarde conoci¨® a un hermano del primero, al que en varias ocasiones orden¨® que se desnudara y al que someti¨® a tocamientos l¨²bricos.
En 1981, Liante fue desterrado al peque?o municipio de Garaballa, a 200 kil¨®metros de Mota del Cuervo, sin que se sepa muy bi¨¦n por qu¨¦. Quiz¨¢ porque su conducta hab¨ªa llegado a o¨ªdos del entonces obispo de Cuenca, Jos¨¦ Guerra Campos. La jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica, como hizo en no pocas ocasiones, decidi¨® que Liante pusiera tierra de por medio para alejarle de la tentaci¨®n, pero no tom¨® medidas m¨¢s en¨¦rgicas.
No obstante, el cura logr¨® que el alcalde comunista de Mota del Cuervo le nombrara director de la Casa de la Cultura local. Con ese pretexto viajaba con mucha frecuencia a este municipio y permanec¨ªa en ¨¦l buena parte de la semana. Gracias a eso, capt¨® a dos j¨®venes para que le acompa?asen a Garaballa para refundar el monasterio de Tejeda, en la sierra de Mira.
Durante seis a?os, el cura aprovech¨® sus viajes al pueblo manchego para sodomizar a uno de los dos hermanos y, a la vez, lograr que ¨¦ste se uniera en 1987 a la extra?a comunidad creada en el monasterio. Hubo "relaciones sexuales plenas", seg¨²n el Tribunal Supremo, hasta que el joven decidi¨® suspender estas pr¨¢cticas "de forma tajante", debido a que pensaba tomar los h¨¢bitos. Eso le produjo tal conflicto interior, tales dudas existenciales, que el muchacho decidi¨® aplazar durante dos a?os su ordenaci¨®n sacerdotal.
A partir de 1986, Liante logr¨® tener sometido a su voluntad al segundo de los hermanos. "La masturbaci¨®n es un acto ego¨ªsta y censurable, pero no es as¨ª cuando participa en ella una segunda persona", le explic¨® al adolescente. ?ste decidi¨® unirse tambi¨¦n al monasterio de Tejeda, "pese a la oposici¨®n m¨¢s o menos tenaz de su padre, al que desagradaba la creciente influencia que sobre la familia estaba alcanzado Francisco Javier Liante", seg¨²n los jueces.
Este tipo de pr¨¢cticas crearon un grave problema mental al chico, que tambi¨¦n planeaba ordenarse sacerdote. Tan grave, que en 1996 intent¨® suicidarse en dos ocasiones ingiriendo medicamentos. "Presentaba una personalidad con muy poca estabilidad emocional y una gran tendencia al sentimiento de culpabilidad, as¨ª como una significativa confusi¨®n en cuanto a su propia identidad sexual", se?alaba el fallo de la Audiencia Provincial de Cuenca.
Pese a las reticencias de su progenitor, cinco de sus hijos fueron seducidos por el cura. Y los cinco -uno detr¨¢s de otro- fueron v¨ªctimas de sus incontenibles deseos sexuales a lo largo de los a?os. En paralelo, el presb¨ªtero tuvo relaciones carnales con otros chicos de Mota del Cuervo e intent¨® hacer lo propio con un monaguillo del vecino Santa Mar¨ªa de los Llanos. Olvid¨® lo escrito por san Pablo a los corintios: "El cuerpo no es para la fornicaci¨®n, sino para el Se?or. El que se une al Se?or es un esp¨ªritu con ?l. Huid de la fornicaci¨®n".
En febrero de 1996, el joven que hab¨ªa intentado quitarse la vida no aguant¨® m¨¢s: present¨® denuncia contra Liante e inici¨® contra ¨¦l un procedimiento judicial. Tal vez en ese momento el cl¨¦rigo record¨® la advertencia de Cristo a sus disc¨ªpulos: "No hay ning¨²n secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse".
Con la llegada de un nuevo obispo a la di¨®cesis de Cuenca, Ram¨®n del Hoyo L¨®pez, se abri¨® un expediente que fue trasladado a la Sagrada Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (la antigua Inquisici¨®n). La Santa Sede decret¨® la suspensi¨®n a divinis del sacerdote pederasta, de forma que jam¨¢s pudiera volver a ejercer su ministerio.
El pleito fue largo, pero Liante, a?os despu¨¦s, reh¨²sa entrar en ning¨²n detalle del procedimiento. Ni siquiera trata de defenderse. Piensa cada respuesta durante unos segundos. "A m¨ª me expuls¨® Ratzinger del sacerdocio, lo cual demuestra que es falso que la Iglesia sea pasiva o consienta... Yo creo que la Iglesia fue justa y coherente con sus principios", declara.
?Quiere eso decir que usted reconoce o admite su culpabilidad? "No tergiversen mis palabras. Yo no he dicho eso. Yo s¨®lo digo que la Iglesia fue justa seg¨²n sus principios", recalca Liante. "Yo entonces no pude probar... Estas son cosas dif¨ªciles de probar. Es la palabra de una persona contra la de otra", a?ade, antes de proclamar, sin venir a colaci¨®n, que ¨¦l era en aquella ¨¦poca "una persona m¨¢s bien de izquierdas" que simpatizaba con el PCE y el PSOE.
Liante, cubierto con un bat¨ªn ra¨ªdo, con la mirada huidiza oculta tras sus gafas, remacha que ha cumplido con la sociedad y con la Iglesia. "Tengo casi 60 a?os. Soy un jubilado que vive gracias a la ayuda de su familia", afirma. Aunque jam¨¢s ha vuelto a celebrar misa ni a confesar, mantiene estrechas relaciones con unos vecinos que presiden una instituci¨®n religiosa y que son propietarios de un oratorio consagrado a la Virgen en los bajos del mismo edificio donde reside. La peque?a capilla depende de los carmelitas de Caudete (Albacete), seg¨²n asegura el p¨¢rroco de un templo cercano.
A poco m¨¢s de una hora de carretera, en plena llanura manchega, ofician el sacerdocio dos de los cinco hermanos a quienes la justicia consider¨® v¨ªctimas de Liante. V¨ªctimas y culpable se mueven en 100 kil¨®metros de distancia. Los dos hermanos son curas rurales. Curiosamente, hay un tercer muchacho de Mota del Cuervo, una tercera v¨ªctima, que tambi¨¦n ha mantenido su vocaci¨®n y es cl¨¦rigo castrense en Catalu?a.
"La Iglesia no me maltrat¨® ni abus¨® de m¨ª. Fue una persona de la Iglesia", afirma uno de los hermanos sacerdotes, alto, fuerte y vestido con pantalones y cazadora vaquera. No juzga raro ni parad¨®jico que ¨¦l mismo haya decidido ser cura, aunque admite que a causa de "aquello" ha quedado "estigmatizado" de por vida. "Las v¨ªctimas no olvidan", admite en el curso de la conversaci¨®n.
"Cuando ocurri¨® aquello, el obispo me llam¨® y me pregunt¨® qu¨¦ quer¨ªa hacer. La Iglesia me ayud¨® y no me consider¨® responsable de nada. Pero no s¨®lo eso, sino que la Iglesia se fio de m¨ª y me ha dado una responsabilidad", a?ade. Parece deducirse de sus palabras que a¨²n alberga el sentimiento de culpabilidad que suelen arrostrar quienes han padecido tales vejaciones.
El prelado que le apoy¨®, Del Hoyo, fue nombrado jefe de la di¨®cesis de Cuenca en 1996 por Juan Pablo II. Hoy es obispo de Ja¨¦n. "Fui testigo del da?o. Trat¨¦ de actuar desde la reflexi¨®n, la comprensi¨®n y la caridad cristiana. Trat¨¦ de convencerles de que hay respuestas en el creyente", recuerda.
Uno de los damnificados demor¨® durante dos a?os su ordenaci¨®n: "Estuve cerca de ¨¦l. Llor¨¦ mucho con ¨¦l", recuerda el obispo. "Con tiempo y prudencia, estoy convencido de que comprendi¨® la necesidad del perd¨®n". Del Hoyo orden¨® sacerdote a uno de los dos hermanos.
El joven cura no quiere entrar en detalles de las humillaciones sufridas. "Hace da?o recordar", admite, mientras se muestra inc¨®modo ante las preguntas de los periodistas. A la vez, se muestra desconcertado porque dice que no comprende qu¨¦ inter¨¦s tiene su historia. Cuando se le interroga por la proliferaci¨®n de este tipo de casos, medita: "La gente est¨¢ ahora muy sensibilizada por estos asuntos. Igual que con la violencia de g¨¦nero. Antes, una mujer le contaba a su padre que su marido le pegaba y el padre le dec¨ªa: 'Agu¨¢ntate'. Ahora, las cosas han cambiado. Hay otra sensibilidad".
En la actualidad hay cuatro sacerdotes condenados por pederastia, aunque ya est¨¢n extinguiendo la pena en libertad o semilibertad. Son Jos¨¦ Mart¨ªn de la Pe?a, que abus¨® de una ni?a de Madrid durante 10 a?os; Jos¨¦ Domingo Rey, por tocamientos a seis ni?as en Pe?arroya (C¨®rdoba); Luis Jos¨¦ Beltr¨¢n, que vej¨® a un monaguillo de Alcal¨¢ la Real (Ja¨¦n), y Edelmiro Rial, que someti¨® a tocamientos y felaciones a varios alumnos de un colegio de Baiona (Pontevedra). En estos casos tambi¨¦n las v¨ªctimas viven cerca de los culpables, como si esa proximidad fuera otra manifestaci¨®n latente de un dolor que nunca desaparecer¨¢.
Obispo Del Hoyo: "Fue un hecho real al que hubo que darle una soluci¨®n correcta y dolorosa"
Ram¨®n del Hoyo acababa de tomar posesi¨®n como obispo de Cuenca en el verano de 1996 cuando se encontr¨® con un proceso judicial abierto por las denuncias contra quien fue durante a?os p¨¢rroco de Mota del Cuervo. La ¨²nica medida que la Di¨®cesis hab¨ªa adoptado con anterioridad fue alejar al sacerdote a otra localidad, Garaballa, situada a 200 kil¨®metros de distancia, lo que hab¨ªa dado un resultado nulo: los abusos sobre los miembros de una misma familia y otros muchachos continuaron. "Actu¨¦ en conciencia y con cautela", recuerda hoy monse?or Del Hoyo, quien ocupa desde 2005 la jefatura de la Di¨®cesis de Ja¨¦n. "Las acusaciones eran confusas y hab¨ªan llegado al administrador apost¨®lico de la Di¨®cesis, pero decid¨ª inmediatamente que se abriera un expediente. Fue muy doloroso".
"Habl¨¦ con los interesados", declara monse?or Del Hoyo. "Con la parte causante tambi¨¦n. Era dif¨ªcil encontrar la verdad porque hab¨ªa versiones contrapuestas. Pero llegu¨¦ a convencerme de cu¨¢l era la verdad. Con paciencia, rigor y caridad se fue descubriendo d¨®nde estaba la clave. Todas las declaraciones se efectuaron ante un notario eclesi¨¢stico. Fue una soluci¨®n muy grave y muy dolorosa para todas las partes. Fue duro. Pero se pudo vislumbrar cu¨¢l fue el hecho real y darle la soluci¨®n correcta".
"Encontr¨¦ en la Sagrada Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe la m¨¢xima acogida", explica Del Hoyo. "Y se le ofreci¨® toda la informaci¨®n con el m¨¢ximo rigor".
Los datos que figuran en el expediente eclesi¨¢stico del caso se?alan que la investigaci¨®n abarc¨® los meses de octubre y noviembre de 1997 y que fueron enviados a Roma para su estudio. "La congregaci¨®n puede decidir, en un caso de estos, si la investigaci¨®n la lleva Roma directamente o se delega en la Di¨®cesis. En este caso, Roma asumi¨® el proceso", reconoce Juli¨¢n Ros, actual canciller-secretario de la Di¨®cesis de Cuenca.
El 5 de enero de 1998, el Vaticano anunci¨® que iba a solicitar al expedientado que se defendiera de las acusaciones. El 16 de abril de ese mismo a?o transmiti¨® a la Di¨®cesis de Cuenca que se sentenciaba a Javier Liante con la "p¨¦rdida del estado clerical", que equivale a una suspensi¨®n a divinis de sus funciones como sacerdote. "Eso significaba que el acusado pasaba a la condici¨®n de laico", aclara el canciller conquense. En los primeros d¨ªas de mayo, se le comunic¨® la sentencia al acusado. Paralelamente, Liante hab¨ªa sido condenado por la Audiencia de Cuenca, lo que fue refrendado unos meses despu¨¦s por el Tribunal Supremo.
Se trata del ¨²nico proceso conocido de esta naturaleza en Espa?a en el que un sacerdote pederasta, con sentencia firme, haya sido apartado de sus funciones de forma permanente. Algunas informaciones citan la existencia de hasta 14 casos procedentes de Espa?a actualmente investigados por la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe. Hasta el momento, no se tiene noticias de ninguna otra suspensi¨®n a divinis.
El pasado 30 de marzo, monse?or Del Hoyo envi¨® una carta de apoyo a Benedicto XVI, que afrontaba entonces una oleada de cr¨ªticas por su presunta pasividad por los numerosos casos de abusos sexuales por parte de cl¨¦rigos en todo el mundo. "Deseamos expresarle, Santo Padre, nuestro dolor y repulsa por la campa?a difamatoria e injusta desencadenada en esta fechas contra su persona", escrib¨ªa el mitrado de Ja¨¦n.
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