Aparece el Sol, envuelto en grandes nubarrones
L¨¢stima de semana la que nos han deparado los mercados financieros, pues, como sucedi¨® en la anterior, los indicadores coyunturales de la econom¨ªa espa?ola han sido positivos en general.
Tras el fuerte aumento del paro que dio la EPA para el primer trimestre, la reducci¨®n de 24.188 parados registrados en abril supo a gloria. Sin embargo, de todos los indicadores publicados, ¨¦ste fue el peor. Dicho descenso se explica totalmente por razones puramente estacionales, pero no por un cambio de tendencia, ya que, una vez desestacionalizadas las cifras, se observa un aumento del orden de 62.500 [gr¨¢fico superior izquierdo]. El paro no cambiar¨¢ de tendencia hasta que empiece a crearse empleo, y eso probablemente no lo veamos a¨²n durante este a?o.
El Banco de Espa?a ha estimado un crecimiento del PIB estirando un poco los ¨²ltimos datos
Tras la crisis de deuda, no puede seguir con la pol¨ªtica fiscal y hay que reducir el d¨¦ficit s¨ª o s¨ª
Mucho mejor fueron las cifras de los afiliados a la Seguridad Social, que aumentaron en el mismo mes en 53.852 personas. Tambi¨¦n este aumento fue de naturaleza estacional, pues en t¨¦rminos desestacionalizados se convierte en un descenso de 10.800 [gr¨¢fico superior derecho]. Ahora bien, esta ca¨ªda es bastante menor de la prevista y mucho menor de la que se produjo de media en los tres primeros meses del a?o (35.000 por mes). No obstante, el an¨¢lisis de los datos desagregados por sectores nos lleva a ser cautos respecto a que esta notable mejor¨ªa se mantenga en los pr¨®ximos meses, pues descansa casi en su totalidad en los afiliados al sector de la construcci¨®n. Ahora se ve que el fr¨ªo y las lluvias del invierno paralizaron en mayor medida que otros a?os las obras, lo que afect¨® al empleo en ese periodo, que descendi¨® con m¨¢s fuerza de lo que lo ven¨ªa haciendo con anterioridad. Superada la desfavorable climatolog¨ªa, las obras y el empleo se reaniman, dando por comparaci¨®n un aumento que, previsiblemente, no se repetir¨¢ en los pr¨®ximos meses. Este efecto habr¨¢ perjudicado en alguna d¨¦cima el crecimiento del PIB en el primer trimestre y favorecer¨¢ el del segundo, si bien es posible que la contabilidad nacional no lo recoja, pues esta se calcula suavizando en gran medida los datos de fen¨®menos at¨ªpicos.
Otros datos positivos fueron la notable mejora de la confianza de los consumidores en abril, seg¨²n el indicador que elabora el Instituto de Cr¨¦dito Oficial y los indicadores empresariales PMI de los sectores de manufacturas y de servicios. Pero el mejor de todos, y el m¨¢s importante, fue el ¨ªndice de producci¨®n industrial (IPI) del mes de marzo. Hab¨ªamos comentado en esta p¨¢gina que los datos de enero y febrero fueron desalentadores. Pues bien, el de marzo ha venido a compensarlos con una recuperaci¨®n de casi el 2% respecto al mes anterior y del 5,4% respecto a un a?o antes. A pesar de este dato, la media del primer trimestre da una ligera ca¨ªda respecto al trimestre anterior, desandando parte de la recuperaci¨®n que registr¨® en ese periodo [gr¨¢fico inferior izquierdo].
En resumen, los datos publicados en las dos o tres ¨²ltimas semanas presentan un mejor aspecto, lo que, estir¨¢ndolos un poco, ha llevado al Banco de Espa?a a estimar un crecimiento del PIB del 0,1% en el primer trimestre. Puede ser este 0,1% y tambi¨¦n puede ser cero. Una d¨¦cima no es significativa estad¨ªsticamente, aunque pueda serlo pol¨ªticamente. En todo caso, el punto caliente de atenci¨®n no est¨¢ ahora en si el PIB crece una d¨¦cima m¨¢s o menos, sino en el cambio de escenario que se ha producido a partir de la crisis de la deuda soberana. Este cambio de escenario significa que ya no se puede seguir haciendo la misma pol¨ªtica fiscal que hasta ahora, anunciando recortes del d¨¦ficit p¨²blico sin tomar las medidas necesarias para ello o posponiendo el ajuste fiscal a la recuperaci¨®n de la econom¨ªa. Sencillamente, este plato ya ha sido retirado del men¨²; ahora s¨®lo queda el men¨² del d¨ªa, que consiste en reducir el d¨¦ficit p¨²blico. Y si no nos gusta el men¨² del d¨ªa, s¨®lo queda otro restaurante al final de la calle, el del FMI. Por si alguien no est¨¢ convencido, que piense en los efectos negativos que una subida de los tipos de inter¨¦s, que es la alternativa a no reducir el d¨¦ficit, podr¨ªa ocasionar a una econom¨ªa tan endeudada como la espa?ola. Estos efectos ser¨ªan m¨¢s contractivos y da?inos que el de reducir r¨¢pidamente el d¨¦ficit, que, de todas todas, lo tendremos que hacer alg¨²n d¨ªa. -
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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