Obama fulmina la agencia que autoriza sondeos de crudo

Con un largo y probado historial de corrupci¨®n y una permisividad con las empresas petrol¨ªferas que ha facilitado que el vertido de la plataforma Deepwater horizon de la petrolera BP siga incontrolado despu¨¦s de 20 d¨ªas, la agencia federal de Gesti¨®n Minera, que concede los permisos a las perforaciones de crudo, tiene sus d¨ªas contados. Despu¨¦s de una reuni¨®n con su Gobierno, el lunes, el presidente de EE UU, Barack Obama, pidi¨® su reforma integral. Seg¨²n anunci¨® el Departamento del Interior, de la actual agencia nacer¨¢n dos: una que conceder¨¢ las licencias de perforaci¨®n y otra que supervisar¨¢ la seguridad en las plataformas.

La propia agencia de Gesti¨®n Minera inici¨® ayer una serie de audiencias, junto a la Guarda Costera, para analizar qu¨¦ ocasion¨® el vertido y c¨®mo actuaron los responsables de la plataforma el 20 de abril, d¨ªa de la explosi¨®n en la que murieron 11 personas. En Washington, el Senado inici¨® sus pesquisas y, en sus preguntas a los representantes de BP y sus subcontratas, los senadores apuntaban a los reiterados y calamitosos fallos de la propia agencia federal, que cada a?o recauda 10.000 millones de euros en concepto de permisos de perforaci¨®n.

El organismo, tocado por la corrupci¨®n, no exigi¨® a BP un plan de emergencia

Se preguntaron los senadores por qu¨¦ fall¨® una v¨¢lvula de sellado del yacimiento que deber¨ªa haber sido supervisada por los funcionarios de la agencia. En 1997, esta cambi¨® su normativa: pas¨® de exigir pruebas de seguridad sobre esas v¨¢lvulas de cada siete d¨ªas a cada 14. "Esto le ahorrar¨¢ a la industria entre 27 y 36 millones de euros anuales sin incrementar los riesgos de seguridad", dijo en su bolet¨ªn oficial. BP estim¨® ayer que las tareas de limpieza del vertido le han costado ya 276 millones de euros.

Debido a un cambio en su normativa, desde 2008 la agencia no exige planes de emergencia ante vertidos a la mayor¨ªa de nuevas plataformas del golfo, lo que ha facilitado que BP, en este momento, no tenga una l¨ªnea de acci¨®n clara m¨¢s all¨¢ de disolver crudo con qu¨ªmicos. Esa, sin embargo, no es la ¨²nica pol¨¦mica que ha salpicado a la agencia en su historia reciente. En 2008 vivi¨® lo que la prensa local calific¨® de esc¨¢ndalo de "sexo, drogas y petr¨®leo".

Entonces, el inspector general del Departamento del Interior difundi¨® una serie de informes en los que detallaba la corrupci¨®n que imperaba en la agencia. Una docena de empleados se cambiaban dinero de manos sin control. Funcionarios abandonaban la agencia para pasar a ser contratistas privados que recib¨ªan sumas cuantiosas de personas que anteriormente hab¨ªan sido sus colegas. Los t¨¦cnicos aceptaban caros regalos de los empresarios del crudo, manten¨ªan relaciones sexuales con algunos de ellos y consum¨ªan coca¨ªna en el lugar de trabajo.

En un memorando enviado al entonces secretario del Interior, el inspector general, Earl Devaney, aseguraba que en la agencia federal de Gesti¨®n Minera reinaba una "cultura carente de toda ¨¦tica". El Gobierno acab¨® presentando cargos criminales contra parte de ellos, que fueron condenados a cuantiosas multas.