Un contraataque r¨¢pido que coincide con las maniobras de los vocales del PP
El ¨²ltimo recurso del juez Garz¨®n para eludir la suspensi¨®n de sus funciones, al solicitar que le concedan acudir como asesor a la Corte Penal Internacional, pareci¨® esfumarse ayer en lo que tuvo la apariencia de una actuaci¨®n coordinada.
Por un lado, el juez instructor del caso Garz¨®n por los cr¨ªmenes del franquismo, Luciano Varela, dict¨® auto de apertura de juicio oral, requisito imprescindible para lograr la suspensi¨®n en sus funciones del juez de la Audiencia Nacional. Lo curioso es que Varela dict¨® otras seis resoluciones -tres autos y tres providencias-, algunas con fechas posteriores a las del auto de juicio oral. La actuaci¨®n de Varela, tras la solicitud de Garz¨®n de que le permitan ir a la Corte Penal Internacional, m¨¢s parece un contrataque que la actuaci¨®n de un juez imparcial.
La celeridad del juez del Supremo, que inmediatamente remiti¨® el auto en cuesti¨®n al Consejo del Poder Judicial para iniciar el tr¨¢mite de la suspensi¨®n, se vio respaldado poco tiempo despu¨¦s con la solicitud de siete vocales elegidos a propuesta del PP para convocar un pleno extraordinario en el que se decida la suspensi¨®n cautelar de Garz¨®n.
Curiosamente la maniobra de estos vocales coincid¨ªa con la notificaci¨®n de que el caso Camps por el asunto de los trajes gratis total volv¨ªa a Valencia para ser investigado como corresponde.
A nadie se le escapa que Garz¨®n fue el primer instructor del caso G¨¹rtel, que ha salpicado a altos cargos del PP en Madrid, Valencia y otras comunidades y el Partido Popular no va a permitir la salida del juez de la Audiencia Nacional sin la humillaci¨®n que supondr¨ªa la suspensi¨®n cautelar de sus funciones.
El pleno ordinario est¨¢ fijado para el d¨ªa 19, pero eso hubiera permitido que se resolviera primero la petici¨®n de Garz¨®n, dejando sin efecto la suspensi¨®n.
Ahora, aunque los tr¨¢mites contin¨²an, es poco probable que la Permanente del Consejo resuelva la petici¨®n de Garz¨®n antes del viernes, cuando la suspensi¨®n ser¨¢ ineludible.
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