El Poder Judicial se divide tambi¨¦n sobre el traslado de Garz¨®n a La Haya

El Consejo del Poder Judicial suspendi¨® ayer de sus funciones, por unanimidad, al juez Baltasar Garz¨®n y, por la tarde, en una alianza entre vocales conservadores y progresistas (en concreto, Almudena Lastra y Margarita Robles) le humill¨® al pedir cinco informes antes de decidir si concede al magistrado una comisi¨®n de servicio para que se vaya durante siete meses como asesor de la Fiscal¨ªa de la Corte Penal Internacional con sede en La Haya.

Tras la suspensi¨®n de Garz¨®n en el pleno celebrado por la ma?ana, todo indicaba que por la tarde, en una comisi¨®n permanente forzada por el presidente, Carlos D¨ªvar, al menos se iba a conceder al juez autorizaci¨®n para irse a La Haya. No fue as¨ª. La humillaci¨®n a Garz¨®n lleg¨® por la tarde en toda su extensi¨®n. El sector progresista del Consejo estaba convencido de que por la tarde se dar¨ªa luz verde a la petici¨®n de Garz¨®n. Al saber lo ocurrido la indignaci¨®n era total. Nadie entend¨ªa el papel de sus dos representantes en la permanente, Lastra y Robles, las mismas que aparentemente hab¨ªa intentado el jueves forzar ante D¨ªvar una reuni¨®n, antes del pleno de ayer, para dar el permiso a Garz¨®n e incluso eludir moment¨¢neamente su suspensi¨®n.

Tampoco se entend¨ªa el papel del presidente D¨ªvar. Y es que en el sector progresista exist¨ªa la convicci¨®n de que, pese a la inexorable voluntad del juez del Supremo Luciano Varela de sentar a Garz¨®n en el banquillo (lo que legalmente conlleva la suspensi¨®n de funciones), el Poder Judicial pod¨ªa al menos evitar que el juez se marche a La Haya con el estigma de la sanci¨®n. Hubiese bastado con una mayor determinaci¨®n de Lastra, Robles y de D¨ªvar, presidente de la permanente, del Consejo y del Tribunal Supremo. Recuerdan vocales progresistas que D¨ªvar lleg¨® al puesto con el aval del actual partido en el Gobierno. El voto de D¨ªvar, junto al aparentemente declarado por Lastra y Robles, habr¨ªa decantado la votaci¨®n a favor de permitir una salida airosa al juez. Pero con su pasividad, D¨ªvar se ha inclinado por sus colegas del Supremo, interpretan en el sector progresista.

Como se preve¨ªa, hubo tensiones en el pleno extraordinario que finalmente suspendi¨® a Garz¨®n. Los vocales conservadores ten¨ªan claro desde d¨ªas antes que lo primero era suspender al juez. Y lo del permiso ya se ver¨ªa. Algunos vocales progresistas, no todos, batallaron para que del mismo pleno, intencionadamente cerrado a un ¨²nico punto del orden del d¨ªa (la suspensi¨®n de Garz¨®n), salieran al menos dos decisiones, la suspensi¨®n y tambi¨¦n el pl¨¢cet para ir a La Haya. Pero dos vocales conservadoras, Gemma Gallego y Concepci¨®n Espejel, apagaron esa opci¨®n.

Lo primero que se trat¨® en el tenso pleno de ayer fueron las recusaciones pendientes. Se abstuvieron de intervenir De Rosa, Robles y G¨®mez Ben¨ªtez. Quien no se dio por aludida fue Gallego. Ella y Espejel impidieron que en el pleno se debatiera el asunto de la autorizaci¨®n. Y eso que, cuando este asunto fue planteado en el pleno por vocales progresistas, entre ellos Miguel Carmona, la mayor¨ªa no puso pegas. Pero las voces contrarias de Gallego y Espejel bloquearon el intento. Alegaron que no hab¨ªa podido leer la documentaci¨®n sobre el traslado de Garz¨®n, a pesar de que a todos se les envi¨® la documentaci¨®n por e-mail. Un vocal sugiri¨® que se interrumpiese una hora el pleno para que ellas estudiasen la documentaci¨®n. Se negaron.