"Me gustar¨ªa que Obama fuera dictador"

Hay algo mucho mejor que las pel¨ªculas de Woody Allen y es el propio Woody Allen. Da igual la pregunta o el asunto, el cineasta neoyorquino siempre tiene una respuesta ingeniosa al alcance de la mano. Allen, de 74 a?os, se disculpa por el resfriado (es conocida su hipocondr¨ªa, esa neurosis con la que comulgan tantos grandes hombres) que le ha contagiado su hija: "Me advirtieron que no me acercara mucho a ella, que me lo pegar¨ªa, pero ya saben, no me pude resistir". La fr¨¢gil salud deja en el aire no s¨®lo una velada coqueter¨ªa -no est¨¢ en plena forma, se entiende- sino tambi¨¦n una febril irrealidad, as¨ª cuando en un encuentro con periodistas espa?oles le preguntan por c¨®mo anda su simpat¨ªa hacia el presidente de su pa¨ªs, Barack Obama, responde con uno de sus l¨²cidos disparates: "Estoy encantado con Obama. Y s¨®lo deseo que los republicanos dejen de hacerle la vida imposible. En realidad me gustar¨ªa que Obama fuera dictador de Estados Unidos por unos a?os".

"?Yo en 3D? No, no... Me temo que me favorece m¨¢s una ¨²nica dimensi¨®n"

Pero a Allen la pol¨ªtica no le interesa tanto como los problemas "filos¨®ficos", los ¨²nicos que le mueven a la hora de escribir y rodar. Su ¨²ltima pel¨ªcula, You will meet a tall dark stranger, se estren¨® ayer fuera de concurso en Cannes. Comedia sobre parejas, deseos, vanidades y futurolog¨ªa, el t¨ªtulo hace referencia no s¨®lo a ese futuro que predice la vidente que visita uno de los personajes sino tambi¨¦n a la muerte "que nos visitar¨¢ a todos". "Hay cineastas, como Oliver Stone o Spike Lee, a los que admiro, que filman movidos por la actualidad. Yo soy un ciudadano que vota pero mis preocupaciones como artista son otras. Soy un tipo que cada d¨ªa sufre por vivir, pero si me apuntan con una pistola suplicar¨¦ que por favor me dejen seguir viviendo. ?Entiende alguien eso? Es ah¨ª donde necesitamos la respuesta del arte. El t¨ªtulo hace referencia a esa promesa de un hombre alto y guapo, ilusi¨®n rom¨¢ntica que permite seguir viviendo. Pero para m¨ª, tambi¨¦n es un s¨ªmbolo de la mortalidad".

Una vez m¨¢s, no se cansa de hablar de las relaciones entre hombres y mujeres: "El mundo es eso. Hombres y mujeres con unos problemas que no cambian nunca. Quiz¨¢ esta pel¨ªcula resulte una comedia agridulce, incluso demasiado triste, aunque la realidad es as¨ª: todo el mundo est¨¢ perdido, muy perdido, y los ¨²nicos que no lo est¨¢n son dos locos, que son los ¨²nicos capaces de ser felices. La gente est¨¢ desesperada buscando una respuesta, un significado, algo en qu¨¦ creer. Por todo esto, en Estados Unidos hay una verdadera locura new age. Es absurdo, han convertido la aromaterapia en una religi¨®n".

Woody Allen asegura que sigue siendo un atento espectador de cine, aunque no le interesan Hollywood ni su "galopante infantilizaci¨®n". "Veo bien las nuevas tecnolog¨ªas. Es estupendo poder ver en casa una pel¨ªcula en condiciones, aunque creo que es precisamente eso lo que ha favorecido el resurgimiento del teatro. Al final, necesitamos el contacto con otras personas, la experiencia comunitaria. ?Yo en 3D? No, no... Me temo que me favorece m¨¢s una ¨²nica dimensi¨®n".