Dos minutos que cambiaron a Espa?a
En apenas 120 segundos el presidente anunci¨® las nueve medidas del ajuste econ¨®mico m¨¢s duro e impopular de la historia reciente y renunci¨® a parte de su compromiso social. EL PA?S reconstruye los pasos que condujeron al cambio de rumbo.
El presidente entra cabizbajo en el hemiciclo del Congreso con un escueto discurso en su mano derecha. Abre la carpeta blanca y lee 16 folios de malas noticias . Zarandeado por siete d¨ªas de infarto, por una semana de ataques financieros que han situado a Espa?a al borde del precipicio, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero descarga desde la tribuna de oradores una realidad muy negra y anuncia, en 120 segundos, nueve medidas "imprescindibles y equitativas" para salir del pozo , nueve puntos negros entre los folios 11 y 12 que suponen el mayor recorte social conocido en la historia reciente.
La sesi¨®n parlamentaria del mi¨¦rcoles 12 de mayo de 2010 quedar¨¢ grabada en la memoria de Espa?a. Ese d¨ªa, el jefe del Gobierno anunci¨® uno de los ajustes econ¨®micos m¨¢s impopulares y dolorosos de la democracia.
Zapatero decidi¨® el tijeretazo a la fuerza, porque le obligaron otros gobiernos de la Uni¨®n Europea
"El presidente nos dec¨ªa que cortar la ayuda al desarrollo era como cortarse un brazo", declara un ministro
La vicepresidenta De la Vega afe¨® al secretario de Estado de Hacienda su apuesta por bajar el sueldo a los funcionarios
El presidente lo hizo a sabiendas de que llover¨ªan huelgas y le dar¨ªan la espalda los sindicatos mayoritarios
Cinco millones de pensionistas, 2,8 millones de funcionarios, cientos de miles de ancianos necesitados de asistencia y los 400.000 nuevos padres de 2011 sufrir¨¢n en sus bolsillos las consecuencias del recorte. Las constructoras perder¨¢n un negocio de 6.000 millones de euros en obra p¨²blica y los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo dejar¨¢n de recibir 600 millones de euros de la cooperaci¨®n espa?ola.
La tijera de Zapatero se llevar¨¢ por delante 15.000 millones de euros en a?o y medio, una factura dram¨¢tica que el Gobierno socialista ha decidido pagar para ahuyentar algunos fantasmas que amenazan la estabilidad financiera de Espa?a y de la Uni¨®n Europea.
El presidente que se jurament¨® para no tocar las prestaciones sociales en medio de la tormenta de la crisis y que se aferr¨® a la paz social como un salvavidas con el que salir a flote en plena recesi¨®n, descendi¨® el pasado mi¨¦rcoles a su particular infierno para anunciar la reducci¨®n de unos gastos que, hasta ese momento, eran sagrados e intocables. "No hab¨ªa alternativas. Hab¨ªa que hacerlo y lo hizo. Estaba determinado", cuenta un ministro.
Lo hizo sin encontrar en el hemiciclo ni una sola mano tendida, salvo la de su propio grupo parlamentario; lo hizo a sabiendas de que llover¨ªan huelgas en Espa?a y de que le dar¨ªan la espalda los sindicatos mayoritarios, con los que se ha entendido bien durante estos dos a?os de calvario econ¨®mico y paro desbocado; lo hizo a la fuerza, porque le obligaron otros gobiernos de la Uni¨®n Europea; lo hizo en la intimidad de su tel¨¦fono m¨®vil conversando con apenas media docena de colaboradores y algunos l¨ªderes europeos; lo hizo pese a que s¨®lo una semana antes, cuando se reuni¨® en el palacio de la Moncloa con Mariano Rajoy, hab¨ªa defendido con vehemencia todo lo contrario.
El pasado 5 de mayo, el l¨ªder de la oposici¨®n exigi¨® al presidente m¨¢s ahorro. Zapatero se neg¨® con un argumento que repiti¨® hasta cuatro veces delante de los periodistas: "No es una buena opci¨®n acelerar la reducci¨®n del d¨¦ficit. Quien est¨¢ equivocado es el PP sobre este asunto. Si uno hace una dr¨¢stica reducci¨®n del d¨¦ficit puede comprometer la recuperaci¨®n".
S¨®lo siete d¨ªas despu¨¦s de aquella defensa sin fisuras de un recorte moderado del d¨¦ficit, Zapatero cambi¨® radicalmente de discurso en el Congreso: "Coherentes con la evoluci¨®n de la realidad, el Gobierno ha adoptado un compromiso de acelerar la reducci¨®n inicialmente prevista, asumiendo un recorte adicional de medio punto este a?o y otro punto adicional en 2011, para pasar en dos a?os del 11,2% de d¨¦ficit al 6%". El presidente admiti¨® que la dolorosa decisi¨®n provocar¨¢, adem¨¢s de un notable descontento social, un peque?o retroceso en lo econ¨®mico: "La reducci¨®n de la demanda afectar¨¢ transitoriamente al crecimiento, que el a?o que viene ser¨¢ unas d¨¦cimas inferior al previsto".
La realidad evoluciona casi a la velocidad de la luz. Lo que el Gobierno consideraba el mi¨¦rcoles 12 de mayo un "buen plan de ajuste" que no hab¨ªa que acelerar, apenas serv¨ªa el viernes 14 y ya es un pasado remoto el domingo.
"Fue una semana negra que nos sorprendi¨® a todos", recuerda un colaborador del presidente. "Desde el lunes sufrimos los ataques consistentes de los mercados financieros, y el mi¨¦rcoles, Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, acab¨® de hundirnos con unas declaraciones contrarias a la compra de t¨ªtulos de deuda p¨²blica que gener¨® mucha inquietud. La Bolsa reaccion¨® muy mal. Nosotros ten¨ªamos previsto hacer un ajuste duro en 2011 con un presupuesto muy complicado para rebajar dos puntos del d¨¦ficit. Pens¨¢bamos anunciarlo en junio con motivo de la aprobaci¨®n del techo del gasto presupuestario, pero los acontecimientos nos atropellaron".
La semana negra del 3 al 9 de mayo dej¨® unos registros p¨¦simos: el euro cay¨® por debajo de los 1,27 d¨®lares por primera vez desde marzo de 2009; los bonos de los pa¨ªses perif¨¦ricos sufrieron una oleada de ventas, lo que llev¨® a m¨¢ximos sus primas de riesgo; la Bolsa espa?ola se derrumb¨® en s¨®lo siete d¨ªas un 14%, la segunda peor marca de su historia. "Hab¨ªan ido a por Grecia, iban a por Irlanda, Portugal, Espa?a, luego Italia y el siguiente era Francia. Hab¨ªa que hacer algo y r¨¢pido", se?ala uno de los principales interlocutores de Zapatero durante la semana cr¨ªtica.
El presidente del Gobierno habla con Angela Merkel, con Nicolas Sarkozy, con Silvio Berlusconi. La vicepresidenta econ¨®mica dialoga con Timothy Geithner, secretario de Estado del Tesoro de Estados Unidos. Se convoca de urgencia la reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno del Eurogrupo para el viernes a las siete de la tarde. Aparentemente se trata de dar el espaldarazo definitivo al plan de rescate a Grecia, pero ese punto se convierte en un asunto menor. La reuni¨®n del Eurogrupo resultar¨¢ una cita crucial para el futuro de la Uni¨®n Europea; una cita imprescindible para la econom¨ªa de los pa¨ªses en dificultades; una cita hist¨®rica y trascendental a la que Espa?a acude en n¨²meros rojos, con un d¨¦ficit del 11,2% y un 20% de paro.
Los primeros ministros, con Sarkozy a la cabeza, negocian la creaci¨®n de un mecanismo europeo que proteja a todos los pa¨ªses de los ataques especulativos en los mercados financieros. Alemania se resiste, pero acaba cediendo. Antes exige que los pa¨ªses con peores registros, como Espa?a, intensifiquen los planes de consolidaci¨®n fiscal y pongan freno a su deuda.
Zapatero ha vivido una "reuni¨®n de la m¨¢xima trascendencia", seg¨²n confiesa a los periodistas, donde se ha acordado "mandatar a la Comisi¨®n Europea para presentar un mecanismo de apoyo comunitario ante la situaci¨®n de riesgo de solvencia de cualquier pa¨ªs de la zona euro".
El presidente todav¨ªa no da pistas sobre el ajuste duro que se precipita sobre Espa?a: "Nuestro proceso de reducci¨®n del d¨¦ficit, necesario e imprescindible, debe ir acompa?ado con el crecimiento econ¨®mico. Por una reducci¨®n excesivamente r¨¢pida del d¨¦ficit, que es inversi¨®n p¨²blica en gran medida, no podemos poner en riesgo el crecimiento econ¨®mico. Y mucho m¨¢s ahora que en el primer trimestre hemos tenido un crecimiento positivo saliendo de la recesi¨®n", explica en la conferencia de prensa.
A juzgar por sus declaraciones, Zapatero se resiste a ejecutar un recorte dr¨¢stico del d¨¦ficit y mantiene su plan de ajuste inamovible. Pero sus palabras del s¨¢bado pierden todo el sentido cuando la vicepresidenta Elena Salgado acude el domingo a la reuni¨®n de los ministros de Econom¨ªa (Ecofin) y muchos, principalmente Alemania, exigen a Espa?a un sacrificio extraordinario.
Elena Salgado libra una batalla capital con el resto de ministros de Econom¨ªa. "Quer¨ªan que recort¨¢ramos 30.000 millones de euros m¨¢s entre 2010 y 2011. Pero Salgado", cuenta un compa?ero, "se defendi¨® bien y al final el compromiso fue 5.000 millones este a?o y 10.000 el pr¨®ximo".
A primera hora de la tarde del domingo, el recorte extra que acepta Espa?a para acelerar la reducci¨®n de su d¨¦ficit ya circula como noticia, pero todav¨ªa siguen las negociaciones en el Ecofin, que concluyen de madrugada con un acuerdo para movilizar hasta 750.000 millones de euros en defensa de la Uni¨®n Monetaria y de las econom¨ªas de la eurozona.
Tras horas de m¨¢xima tensi¨®n, los gobiernos de los pa¨ªses europeos acuerdan dotarse de un escudo colosal para ahuyentar a los tiburones que huelen la sangre de los pa¨ªses con n¨²meros rojos en sus cuentas p¨²blicas.
El Gobierno tiene que pasar de los compromisos alcanzados en Bruselas a la realidad de los hechos en Madrid. La ma?ana del lunes fue intensa en el palacio de la Moncloa. Por primera vez desde que estall¨® la crisis econ¨®mica, Zapatero re¨²ne a su n¨²cleo duro para debatir una medida tan dolorosa e impopular que le provoca "desgarro interior", seg¨²n cuenta uno de los colaboradores.
Entre todos barajan m¨²ltiples alternativas para restar 15.000 millones al presupuesto, todas ellas con un coste social considerable. El presidente no quiere cargar a los usuarios de la sanidad p¨²blica con la f¨®rmula de copago que alguien baraja; ni quiere o¨ªr hablar de tocar las prestaciones por desempleo. "Desde el viernes ya est¨¢bamos trabajando algunos en el recorte. Pens¨¢bamos ir con un peque?o paquete de medidas. A¨²n no se hab¨ªa evaluado el alcance de la rebaja, pero ya se ve¨ªa que el recorte de sueldos de los funcionarios iba a ser inevitable", explica un ministro.
En la reuni¨®n del lunes en los maitines de Moncloa se escucharon argumentos para justificar la medida, aunque todos eran conscientes de la tremenda fractura social que pod¨ªa desencadenar la rebaja salarial. "Los funcionarios han ganado poder adquisitivo en los ¨²ltimos a?os y tienen el puesto de trabajo fijo y asegurado", comenta una de las personas presente en la reuni¨®n. Otro remacha: "Era la medida m¨¢s medible, sabemos cu¨¢nto se ahorra con ese recorte y el Eurogrupo tambi¨¦n lo sabe. Algunos pa¨ªses en dificultades ya lo han hecho y otros lo har¨¢n".
A Zapatero, el ajuste que ha tenido que digerir en apenas cinco d¨ªas le produce amargura, y no s¨®lo por la bajada del sueldo de los funcionarios. "La partida de ayuda al desarrollo no tendr¨¢ grandes efectos pol¨ªticos, pero al presidente le escoci¨®. Nos dec¨ªa que cortar la ayuda al desarrollo era como cortarse un brazo. Con los pensionistas, lo mismo", se?ala uno de sus ministros.
El presidente encarg¨® a la Oficina Econ¨®mica de Moncloa un informe sobre las distintas posibilidades de reducir gasto. Si evitaban ahorrar mediante la bajada salarial a los funcionarios, lograr un recorte de 15.000 millones de euros en dos a?os exig¨ªa cargarse toda la inversi¨®n p¨²blica, con lo que el empleo podr¨ªa verse gravemente afectado. Zapatero descart¨® esta opci¨®n. Todas las variables desembocaban en el mordisco a los sueldos p¨²blicos, tambi¨¦n los del Gobierno, que se reducir¨ªan un 15%.
El martes por la ma?ana, el presidente tiene sobre su mesa la lista negra de los recortes. A las cinco de la tarde, recibe una llamada de Barack Obama, que le traslada su preocupaci¨®n por los problemas financieros relacionados con la deuda de algunos pa¨ªses europeos.
Zapatero intenta tranquilizarle y explica al presidente de Estados Unidos las medidas aprobadas en el Ecofin del domingo anterior para blindar a Europa de los ataques especulativos. De paso, le adelanta el duro ajuste que aplicar¨¢ en Espa?a y que lo anunciar¨¢ al d¨ªa siguiente en el Congreso de los Diputados.
El presidente espa?ol se despide de Obama y llama a algunos colaboradores para comentarles la conversaci¨®n: "Nos dijo que el presidente de Estados Unidos hab¨ªa estado afectuoso y comprensivo. Que le record¨® que tambi¨¦n ¨¦l hab¨ªa tenido que hacer reformas duras, pero que era necesario hacerlas. Nos sorprendi¨® que la conversaci¨®n trascendiera y que el portavoz de la Casa Blanca informara sobre la misma".
No es el ¨²nico sapo que se traga Zapatero esa jornada. Ha hablado por la tarde con los principales l¨ªderes sindicales en Espa?a para anticiparles la decisi¨®n que ha tomado. C¨¢ndido M¨¦ndez (UGT) e Ignacio Toxo (CC OO) mantienen una buena relaci¨®n con el presidente. Se dir¨ªa que hasta se entienden. Hasta esa tarde.
El duro ajuste econ¨®mico que Zapatero ha puesto en marcha es inaceptable para los sindicatos. "El Gobierno renuncia a gobernar y deja que lo hagan los mercados especulativos. Es intolerable. Zapatero se ha hecho el haraquiri y ha dejado a los sindicatos a los pies de los caballos. A partir de ahora, con este precedente de reducci¨®n de un 5% en los salarios de la Administraci¨®n, la negociaci¨®n de los convenios colectivos en las empresas privadas va a ser imposible", se lamenta un alto cargo sindical.
M¨¦ndez y Toxo se muestran contrariados por este cambio de rumbo del presidente, que renuncia a mantener algunas prestaciones sociales de las que, hasta hace unos d¨ªas, se sent¨ªa principal valedor y defensor. No entienden las razones de Zapatero. Llaman a sus equipos de madrugada mientras en un edificio del complejo de La Moncloa, la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, re¨²ne a los l¨ªderes sindicales de CC OO y UGT en la Funci¨®n P¨²blica. Tambi¨¦n ha citado al representante de CSIF, pero no est¨¢ en Madrid. Es una reuni¨®n "larga y dif¨ªcil", seg¨²n distintas fuentes. El papel que le toca desempe?ar a la vicepresidenta es especialmente complicado.
Hace varios meses, De la Vega firm¨® con los sindicatos de la Funci¨®n P¨²blica un acuerdo que garantizaba la paz social durante varios a?os a cambio de un acuerdo salarial que garantizaba el mantenimiento del poder adquisitivo de los funcionarios. "Con este acuerdo vamos a convertir a la Administraci¨®n Central del Estado en un motor que sin duda va a contribuir a la salida de la crisis", proclamaba entonces la vicepresidenta rodeada de los l¨ªderes sindicales.
Cuando, desde el Ministerio de Econom¨ªa, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Oca?a, sugiri¨® que ese acuerdo era papel mojado porque hab¨ªa que ahorrar m¨¢s en gastos de personal, De la Vega afe¨® la conducta al alto cargo.
No fue la ¨²nica. Zapatero tambi¨¦n hab¨ªa echado cuentas y consideraba que con reducir cada a?o la oferta de empleo p¨²blico a la m¨ªnima expresi¨®n, como ya se ha hecho en 2010, se cumplir¨ªa con el ahorro previsto en gastos de personal sin necesidad de reducir salarios.
Eso era as¨ª, por voluntad expresa del presidente del Gobierno, hasta que las exigencias de otros gobiernos europeos le hicieron cambiar de opini¨®n en apenas unos d¨ªas.
El martes por la noche, en La Moncloa, Fern¨¢ndez de la Vega se tuvo que comer sus palabras ante los l¨ªderes sindicales de la Funci¨®n P¨²blica porque hab¨ªa que salvar al euro y a los pa¨ªses con m¨¢s dificultades financieras, entre ellos Espa?a.
El presidente del Gobierno se levanta temprano el mi¨¦rcoles y se prepara para una desagradable sesi¨®n parlamentaria que no olvidar¨¢ nunca. Zapatero se pone el casco en el Congreso para recibir andanadas a izquierda y derecha. Es un debate ¨¢spero y uno de los m¨¢s tristes para ¨¦l. Ni vence ni convence. Lo previsto.
De all¨ª se marcha a la sede central del PSOE, en la calle de Ferraz, donde le espera el poder regional del partido al que quiere explicar que la medida es necesaria para salvar a Espa?a y asegurar un futuro pr¨®spero. En la casa donde manda desde hace diez a?os, Zapatero vence y convence. Al menos, en apariencia.
A la salida, algunos de los que escucharon atentos sin levantar la mano para protestar empiezan a mascullar: "Acabamos de perder las pr¨®ximas elecciones".


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