"No s¨¦ si el Gobierno me va a quitar 50 euros al mes o 300"
Funcionarios y pensionistas, en el foco de los planes de recorte de Zapatero, se quejan de la falta de informaci¨®n
Desconcierto. Es la palabra que mejor define el estado de ¨¢nimo de los 2,7 millones de funcionarios a quienes afectar¨¢ el ajuste del Gobierno. Despu¨¦s de la resaca que dej¨® la sesi¨®n parlamentaria del mi¨¦rcoles pasado, donde se anunciaron las medidas para recortar el d¨¦ficit, no hay un solo funcionario en Espa?a que tenga claro cu¨¢nto le van a morder en la n¨®mina. Algunos ni siquiera saben si les afectar¨¢. Tienen que conformarse con el escueto "recorte salarial medio del 5%" que anunci¨® Zapatero, sin m¨¢s detalles. Estos se sabr¨¢n el pr¨®ximo jueves, cuando se apruebe el decreto ley.
Los pensionistas saben que su prestaci¨®n no se revisar¨¢ a menos que sea m¨ªnima o no contributiva, pero quienes entran dentro de este grupo desconocen de cu¨¢nto ser¨¢ la subida, ni si ¨¦sta ir¨¢ pareja a la inflaci¨®n. El Gobierno espera ahorrar casi 4.000 millones de euros con el plan de austeridad aplicado a pensionistas y funcionarios.
Hay 'mileuristas' que no tienen claro si sus n¨®minas entran en el decreto
Una de las dudas m¨¢s frecuentes es si la bajada se aplicar¨¢ al salario base
"Espero que no afecte a pueblos peque?os", conf¨ªa un concejal
"Lo peor es que tu pensi¨®n sea baja, y no sea la m¨¢s baja", dice un jubilado
"No tener la pensi¨®n m¨¢s baja es un problema"
La primera congelaci¨®n de pensiones de la democracia es s¨®lo un nuevo rev¨¦s para Sim¨®n Mart¨ªn Garc¨ªa, de 67 a?os, desde que se jubil¨®. "La pr¨®tesis me baila". Tiene la prestaci¨®n por incapacidad total con c¨®nyuge a cargo, de 725,20 euros, y ha ganado tres juicios para que se le reconozca su condici¨®n de inv¨¢lido absoluto, lo que le reportar¨ªa 300 euros m¨¢s. Pero tras esas tres sentencias hubo tres recursos del servicio de salud de Castilla y Le¨®n que todav¨ªa le niegan ese estatus. "?La congelaci¨®n? Me pilla seguro", comenta.
Este vallisoletano aparc¨® su oficio de camionero cuando el cuadro de artrosis que se le present¨® hace dos d¨¦cadas le imped¨ªa subir al tr¨¢iler sin ayuda de sus compa?eros. De la baja pas¨® a la invalidez "a medias". Los achaques artr¨ªticos no dejaban en cambio de brotar: rodillas, cervicales, cadera, problemas de circulaci¨®n arterial... La pensi¨®n nunca colm¨® los gastos dom¨¦sticos. "Reclam¨¦ los complementos a m¨ªnimos y ni con esas, y mi mujer estuvo limpiando pisos, porque nuestros hijos estudiaban en la Universidad".
De los m¨¢s de ocho millones y medio de pensionistas, s¨®lo revisar¨¢n su prestaci¨®n los de las m¨ªnimas (quienes apenas reciben poco m¨¢s de 300 euros) y los de las no contributivas (aquellas que no exigen cotizaci¨®n previa). La teor¨ªa dice que el honorario mensual de Sim¨®n quedar¨¢ congelado el a?o que viene. "Lo peor es que tu pensi¨®n sea baja, pero no la m¨¢s baja. Cuando a veces voy a manifestaciones pienso: 'si no he arreglado lo m¨ªo". Lo dice por tel¨¦fono, con sorprendente buen talante, desde su casa en un barrio popular.
Peor disposici¨®n muestra Alfonso Garc¨ªa, de 76 a?os, tambi¨¦n vallisoletano, cuya pensi¨®n, de "mil y pico" euros, se equipara bastante a un salario digno. Sabe que entra en el grupo de las que no subir¨¢n. Y no est¨¢ en absoluto de acuerdo: "Es un dinero que ni falta ni sobra. Var¨ªa de un mes a otro, seg¨²n los gastos". Le inquieta que el a?o que viene no haya subida. "?Por qu¨¦ no se descuenta el sueldo el Gobierno?", dice enojado, sin saber que todos los ministros tienen asegurada una bajada del 15%. Los ¨²nicos que lo tienen claro.
Los maestros aventuran un 8% menos de sueldo
El campo est¨¢ abonado para las conjeturas. Victoria Benayas, de 56 a?os, es profesora de secundaria en un instituto p¨²blico de Ja¨¦n, y cuenta que entre el profesorado ya han comenzado las apuestas: "De momento, lo que m¨¢s se escucha es que ser¨¢ un 8%, creemos que es lo que nos corresponde por nuestro salario".
Benayas asegura que es un buen pico, pero que a ella no le afectar¨¢ tanto como "a otros profesores m¨¢s j¨®venes, reci¨¦n casados y con hijos". Muchos de ellos son "los ¨²nicos que llevan un sueldo a casa" y su econom¨ªa se ver¨¢ seriamente trastocada.
La profesora est¨¢ de acuerdo con que el funcionariado asuma medidas de austeridad, porque se siente una "privilegiada en Andaluc¨ªa, donde hay tanto paro", pero no en c¨®mo se llevar¨¢ a cabo: "Si hace un a?o nos hubieran congelado el sueldo, el recorte no ser¨ªa tan grande y lo llevar¨ªamos mejor", apunta.
A Mar Serrano, profesora de Educaci¨®n Especial en un pueblo de Murcia, s¨ª le importa el tajo salarial. Pero a¨²n m¨¢s los prejuicios de la gente. "Ni me tiro una hora almorzando ni cobro un sueldo desorbitado. Gano 1.500 y por una hipoteca me piden mil euros". Mar recuerda la inseguridad generada entre sus colegas sin plaza, los que menos cobran.
Ana Garc¨ªa es catedr¨¢tica de la Universidad Nacional a Distancia (UNED). Como el Gobierno no ha especificado si el recorte se aplicar¨¢ en funci¨®n del rango salarial o la categor¨ªa profesional, o ambos conceptos a la vez, est¨¢ completamente desorientada sobre cu¨¢l ser¨¢ su salario final. "En el departamento ya hasta hacemos bromas con 'que viene el tijeretazo'. Es una forma de llevarlo", dice.
?Complementos y guardias cuentan?
El decreto ley dejar¨¢ fuera del recorte a los mileuristas, a quienes "s¨®lo" se les congelar¨¢ el sueldo. A muchos de ellos, lejos de tranquilizarles, este dato les inquieta. Por ejemplo a Alexander Perkins, m¨¦dico residente de un centro de salud madrile?o. "Mi sueldo base son unos 1.100 euros mensuales. El resto, hasta unos 2.000, lo saco a base guardias", comenta el doctor. "Me temo que el Estado no me va a considerar mileurista y me aplicar¨¢ el recorte sobre el total ganado cada mes. Al fin y al cabo, es lo que tienen en cuenta para el IRPF. Qu¨¦ casualidad, que solo me tienen por mileurista para el c¨¢lculo de mi pensi¨®n", ironiza.
Jorge R. (nombre falso) trabaja para un organismo p¨²blico, pero lo contrataron a trav¨¦s de una ETT. No tiene muy clara su situaci¨®n. "Yo cobro 800 euros mensuales, pero me consta que mi sueldo es mayor y la agencia se queda con un buen trozo. ?Me considerar¨¢n empleado p¨²blico o privado? Y en el primer caso, ?recortar¨¢n lo que paga el Estado a la ETT y entonces ¨¦sta me recortar¨¢ mi sueldo?".
Encarnaci¨®n Garc¨ªa, m¨¦dico de cabecera en un ambulatorio de San Sebasti¨¢n, tiene un salario base que sobrepasa con creces los mil euros, pero en sus treinta a?os de ejercicio se ha inflado progresivamente con suplementos por antig¨¹edad y otros conceptos. Tampoco sabe qu¨¦ tendr¨¢n en cuenta para el recorte. "No s¨¦ si el Gobierno me va a quitar 50 euros al mes o 300, depende. Y desde luego hay una gran diferencia", sentencia Garc¨ªa.
Algunos adoptan una postura conformista, como Juan Manuel Ram¨ªrez, m¨¦dico residente en un hospital murciano y en teor¨ªa, por la categor¨ªa que tiene, una de las figuras en la sanidad que menos gana, no demuestra tanta inquietud. "Me acabo de comprar un piso y, haciendo c¨¢lculos, no me quedo tan mal. Un piso baratillo, eso s¨ª".
"?Volveremos a votar los sueldos del Ayuntamiento?"
Alfonso S¨¢nchez es el ¨²nico concejal de IU en Valladolid. En el Ayun
tamiento est¨¢n igual de perdidos que el resto del funcionariado. "No sabemos mucho", dice. "Supongo que el alcalde se reunir¨¢ con nosotros cuando anuncien el decreto". No est¨¢ dolido porque le rebajen de su n¨®mina una cantidad que a¨²n desconoce, pero, como la direcci¨®n de su partido, no entiende que el Estado no ingrese por otras v¨ªas. "De momento, hay incertidumbre. Espero que no afecte a los pueblos peque?os, porque la aportaci¨®n que les llega es irrisoria. Algunos alcaldes hasta ponen de su dinero".
Juan Ferrer (PSOE), concejal de Presupuestos en el Ayuntamiento de Valencia, opina que el decreto es un embrollo cuya puesta en pr¨¢ctica no ser¨¢ nada f¨¢cil: "Hay un problema de jerarqu¨ªa. Nosotros ya hemos votado los presupuestos del Ayuntamiento, y por tanto los salarios que cobramos. ?Qu¨¦ har¨¢ el decreto? ?Imponer los recortes? ?Obligarnos a votar de nuevo?", se pregunta.
"Me sorprende la alegr¨ªa que les da a muchos que nos toquen los derechos a los funcionarios". Raquel Centeno fue funcionaria estatal en Madrid, en la delegaci¨®n de Gobierno, departamento de Extranjer¨ªa. "All¨ª tengo una amiga de 38 a?os que no gana m¨¢s de 900". A la amiga se supone que s¨®lo se le congelar¨¢ el salario; a Raquel, que tiene 31 a?os y es ahora auxiliar administrativo en la Comunidad de Madrid, quiz¨¢ le afecte m¨¢s la medida. Sus 1.100 euros mensuales no son garant¨ªa suficiente de que vaya a quedarse.
"Sobrevivo a costa de dedicar m¨¢s del 60% de mi sueldo al alquiler y gastos del hogar", explica. Vive sola. De vez en cuando pide una "ayudita" a sus padres y s¨®lo se plantear¨¢ la maternidad si en cuatro o cinco a?os le suben el sueldo. "En la Administraci¨®n P¨²blica tambi¨¦n se trabaja mucho y tambi¨¦n se sufren problemas laborales", dice.
Raquel pertenece a la categor¨ªa C-2, de las m¨¢s bajas. Como Juan Pe?a, 1.200 euros mensuales. "Mal vamos", opina Juan, "si se encara el d¨¦ficit de esta manera y no con una reforma fiscal a las rentas m¨¢s altas. Y si me tienen que quitar, prefiero que sea pagando impuestos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.