La chispa que provoc¨® el incendio
La falta de credibilidad de Grecia para pagar su deuda ha derivado en una crisis de la zona euro. Al extenderse la desconfianza, los mercados han castigado al resto de pa¨ªses perif¨¦ricos
Han pasado ya cinco meses desde que Grecia empez¨® a llenar de titulares los peri¨®dicos de toda Europa. Siempre para dar noticias malas, que luego resultaban much¨ªsimo peores. Lo que en un principio parec¨ªa un problema m¨¢s, provocado por un Gobierno manirroto, ha acabado por poner de rodillas a toda la zona euro. Mientras, los inversores han aprovechado estos meses turbulentos para usurpar los despachos de los gobernantes y condicionar al m¨¢ximo las decisiones de estos.
El endeudamiento excesivo despert¨® dudas sobre la capacidad de algunos pa¨ªses de hacer frente a sus compromisos, lo que empuj¨® a un endurecimiento de las condiciones de cr¨¦dito hasta niveles insoportables. Es este un c¨ªrculo vicioso que Europa ha intentado romper varias veces con declaraciones de apoyo a los socios m¨¢s d¨¦biles de la eurozona. Y varias veces se ha encontrado con una misma respuesta de los inversores: los Gobiernos anunciaban su respaldo a Grecia, los mercados se hench¨ªan de alegr¨ªa para venirse abajo m¨¢s tarde, decepcionados por la falta de concreci¨®n de la ayuda o por su insuficiencia.
El euro ha perdido a lo largo del a?o un 13,4% de su valor respecto al d¨®lar
Alemania ha sido el pa¨ªs que m¨¢s se ha resistido a ayudar a Grecia
Cada vez que Europa anunciaba el rescate, los mercados sub¨ªan para luego bajar
Bruselas ya sab¨ªa desde 1999 que Atenas falseaba sus cifras de d¨¦ficit
Almunia avis¨® en noviembre: "Grecia es un problema para toda la zona euro"
El problema es que las cantidades comprometidas han sido cada vez mayores: se empez¨® hablando de 45.000 millones de euros, luego se pusieron sobre la mesa 110.000, y la Uni¨®n Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) acabaron el domingo pasado aprobando un paquete que puede llegar hasta los 750.000 millones. Cantidad a la que hay que a?adir el dinero que usar¨¢ el Banco Central Europeo (BCE) para comprar deuda soberana de los pa¨ªses con problemas m¨¢s acuciantes, cuyo importe s¨®lo conocen las altas instancias del organismo que preside Jean-Claude Trichet. El objetivo de este oscurantismo es evitar la especulaci¨®n. "Cuanto m¨¢s se aumentaba el volumen del rescate, m¨¢s se ve¨ªa la magnitud del problema. Porque supon¨ªa un alivio moment¨¢neo, pero luego asustaba darse cuenta del agujero al que nos est¨¢bamos enfrentando", sostiene Juan Ignacio Crespo, analista de Thomson Reuters.
Y no es dinero lo ¨²nico que est¨¢ en juego. La propia uni¨®n monetaria ha visto c¨®mo se mov¨ªa el suelo bajo sus pies durante estos meses. "Al presentar varios planes de rescate, Europa ha malgastado mucha credibilidad. Han pensado que pod¨ªan utilizar la disuasi¨®n para tranquilizar a los mercados, pero no ha funcionado. Es como si Estados Unidos amenaza a Corea del Norte con la bomba at¨®mica. Una vez que no la tira, ya nadie le va a creer en sus amenazas. Y Europa ha lanzado muchas amenazas no cre¨ªbles", dice Luis Garicano, de la London School of Economics.
Nada m¨¢s ser elegido primer ministro en octubre del a?o pasado, el socialista Yorgos Papandreu se encontr¨® un mont¨®n de basura bajo las alfombras de su residencia oficial ateniense. A las pocas semanas de su nombramiento se vio obligado a reconocer ante la Comisi¨®n que el anterior Gobierno hab¨ªa falseado las estad¨ªsticas y que Grecia no acabar¨ªa el a?o con un d¨¦ficit del 3,7%, sino del 12,5% del producto interior bruto. Al final ha sido incluso mayor, del 13,6%.
Lo peor de todo es que en Bruselas nadie se sorprendi¨® por las trapacer¨ªas contables helenas. "Sab¨ªamos que Grecia nos estaba enga?ando. Cuando entraron en el euro en 1999 ya se vio que hab¨ªa problemas", reconoci¨® en una entrevista con este peri¨®dico el comisario de Comercio, Karel De Gucht. Sin embargo, Eurostat, la agencia estad¨ªstica de la Comisi¨®n, dio por buenos los datos que le enviaba Atenas sobre inflaci¨®n, d¨¦ficit y deuda.
Los que s¨ª se encargaron de sancionar las mentiras griegas fueron los mercados. La prima de riesgo -la diferencia que Atenas tiene que pagar por su deuda respecto de Berl¨ªn- comenz¨® su carrera ascendente a partir de octubre... y no ha parado hasta la semana pasada.
Si el Tesoro griego ten¨ªa que pagar en octubre del a?o pasado unos intereses del 4,5% por los bonos a 10 a?os, este porcentaje roz¨® a principios de este mes el 12,5%, un inter¨¦s insostenible. Pocos d¨ªas despu¨¦s de que en la madrugada del pasado 9 de mayo se anunciara el rescate basado en tres patas -la Uni¨®n Europea, el FMI y el BCE-, este porcentaje se desplom¨® hasta el 7,3%. Aunque tambi¨¦n es cierto que el pasado jueves y viernes ya volvi¨® a las andadas, al repuntar ligeramente (cerr¨® la semana en el 7,71%). Lo mismo que ha ocurrido en el caso espa?ol.
Una de las primeras se?ales de que algo iba muy mal lleg¨® en octubre, cuando las agencias Moody's y Fitch rebajaron la calidad de la deuda que emite Atenas. "Grecia es una amenaza para toda la zona euro", avis¨® un mes m¨¢s tarde el entonces comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Joaqu¨ªn Almunia.
Desde entonces hasta ahora, el Gobierno griego y sus socios europeos han jugado a un partido de pimp¨®n en el que una parte ped¨ªa respaldo financiero y la otra exig¨ªa ajustes cada vez m¨¢s estrictos en las cuentas p¨²blicas. En este juego, la pelota ha rebotado siempre sobre los mismos: los sufridos ciudadanos. En Grecia, el IVA ha pasado en los ¨²ltimos meses del 19% al 23%, se han bajado los sueldos de los funcionarios una media del 16% y los pensionistas con m¨¢s ingresos perder¨¢n sus dos pagas extra, adem¨¢s de otros recortes en el gasto de las administraciones y subidas de impuestos. La respuesta social ha sido contundente. Grecia ha vivido recientemente cuatro huelgas generales, y en la ¨²ltima murieron tres personas por un incendio provocado en una oficina bancaria.
Pero los recortes no se han limitado al alumno m¨¢s retrasado de la zona euro. Irlanda ha rebajado el gasto social y el sueldo de los funcionarios un 5%. Portugal aument¨® el viernes el IVA un punto, cobrar¨¢ por las autopistas hasta ahora gratuitas y sube el impuesto sobre la renta. Y el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero anunci¨® el pasado mi¨¦rcoles el mayor recorte social que se recuerda en Espa?a, con una bajada de los sueldos de los funcionarios del 5%, congelaci¨®n en las pensiones y recortes en Dependencia y otras partidas. Francia, Reino Unido y Alemania tambi¨¦n han anunciado medidas de ajuste en sus presupuestos. Los augurios sobre la inviabilidad del Estado de bienestar europeo se han hecho realidad en algunos pa¨ªses antes de lo previsto.
Si los problemas griegos ya preocupaban en todas las canciller¨ªas, la mera posibilidad de que se extendieran a otros pa¨ªses gener¨® una ola de p¨¢nico. Una buena muestra de ello se vio el 27 y 28 de abril, dos d¨ªas en los que la agencia Standard & Poor's rebaj¨® la calificaci¨®n crediticia de Grecia, Portugal y Espa?a. Los tres casos no tienen nada que ver, porque Grecia se qued¨® al nivel del bono basura, mientras que Espa?a segu¨ªa con un notable alto. Pero la se?al a los mercados era inequ¨ªvoca: los problemas se agravaban y pod¨ªan impactar de lleno en una de las grandes econom¨ªas del euro: Espa?a.
Las Bolsas -que en esta crisis han actuado de coristas del verdadero protagonista, el mercado secundario de deuda soberana- sobrerreaccionaban en funci¨®n de las noticias de cada d¨ªa. Y la debilidad econ¨®mica europea ha empujado a la moneda ¨²nica a sus valores m¨¢s bajos desde abril de 2006. El euro, que a mediados de 2008 lleg¨® a cambiarse por 1,6 d¨®lares, est¨¢ ahora en torno a 1,239. A lo largo de este a?o ha perdido un 13,4% de su valor respecto al d¨®lar. Y el paquete de ayuda de 750.000 millones no ha servido para darle nuevos br¨ªos.
Otro term¨®metro que muestra c¨®mo el riesgo asociado a determinados pa¨ªses casi ha estallado este mes es el que marcan los seguros contra impago o credit default swap (CDS). Es cierto que los CDS son instrumentos financieros muy poco l¨ªquidos y con un volumen de negociaci¨®n muy bajo, pero tambi¨¦n lo es que sirven para estimar la tendencia que marcan los inversores. Asegurar 10 millones de d¨®lares de deuda griega costaba a finales del a?o pasado unos 150.000 d¨®lares. Esta cifra se dispar¨® en mayo hasta cerca de los 940.000 d¨®lares, y ahora ha vuelto a caer hasta los 526.000. En el caso espa?ol, las cantidades son m¨¢s moderadas, pero la tendencia es la misma: menos de 50.000 d¨®lares en octubre, 275.000 a principios de mayo y 155.000 el pasado viernes.
"No dejaremos sola a Grecia", proclam¨® la canciller alemana el 11 de febrero, al t¨¦rmino de una reuni¨®n vital con los l¨ªderes de Francia, Grecia, el BCE y la Comisi¨®n Europea. Pero desde entonces hasta ahora ha sido la propia Angela Merkel la que m¨¢s reticencias ha puesto a un respaldo a Atenas sin ambages. Presionada por una opini¨®n p¨²blica muy contraria a otorgar ayudas a un pa¨ªs que se ha permitido demasiadas alegr¨ªas y por unas vitales elecciones en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, Merkel ha retrasado la operaci¨®n y, seg¨²n muchos analistas, al final ha acabado por encarecer su factura. "No lo creo. El coste final habr¨ªa sido el mismo aunque no se hubiera tardado tanto. Ya se sab¨ªa que los 45.000 millones de los que se habl¨® al principio bastaban s¨®lo para cubrir la deuda de este a?o. La postura de Merkel sirvi¨® para que Grecia se tomara m¨¢s en serio el ajuste", replica el catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma Josep Oliver. "Hemos aprendido algo muy importante: los alemanes no tienen est¨®mago pol¨ªtico para asumir el peso del euro", responde Garicano.
Ella fue la que impuso la participaci¨®n del FMI en el rescate con la idea de que el Fondo, organismo con experiencia en este tipo de operaciones, sabr¨ªa c¨®mo asegurarse de que no prestaba su dinero sin que el pa¨ªs rescatado tomara las pol¨ªticas de ajuste necesarias. Y Merkel tambi¨¦n ha sido la l¨ªder del sector que ped¨ªa a Papandreu medidas de recorte del gasto cada vez m¨¢s dr¨¢sticas.
Aquella cumbre de febrero fue la primera en la que la UE hizo oficial su intenci¨®n de no dejar caer a Grecia. Pero no ha sido hasta el pasado fin de semana cuando este compromiso tom¨® cuerpo. Fue entonces cuando la UE, el FMI y el BCE sacaron el bazuca en forma de cientos de miles de millones. "El problema de estos meses ha sido una mezcla de la inoperancia de la Uni¨®n Europea y la no intervenci¨®n del BCE en el mercado de la deuda. Porque lo que ha cortado el problema ha sido su participaci¨®n, no la de los Gobiernos, que por ahora s¨®lo han puesto palabras", se?ala el analista de Thomson Reuters.
Crespo se?ala una frase habitual en los c¨ªrculos econ¨®micos de Estados Unidos -"Don't fight the Fed" [no luches contra la Reserva Federal, el banco central estadounidense]- para resaltar la importancia del paso dado por Trichet. "No hay que llevar la contraria al BCE. Y eso es lo que han hecho los inversores en la ¨²ltima semana. Cuando, en la ma?ana del pasado lunes, el BCE pidi¨® precios para ordenar compras, las posiciones empezaron a subir inmediatamente", concluye.
Se cumple hoy una semana de una reuni¨®n en la que se respir¨® un ambiente parecido al que debi¨® circular entre Washington y Nueva York en septiembre de 2008. Los d¨ªas en los que se dej¨® caer al banco Lehman Brothers y estuvo a punto de ocurrir lo mismo con la aseguradora AIG se habl¨® mucho del "riesgo sist¨¦mico", es decir, de que el sistema se viniera abajo. Y ese mismo peligro invocaron en la noche del viernes 7 de mayo Nicolas Sarkozy, Zapatero y Trichet. "Entre el mi¨¦rcoles y el viernes se notaron signos de que hab¨ªa riesgo presist¨¦mico en el interbancario. S¨ªntomas que se trasladaron a los mercados de la renta fija soberana y de los CDS. La liquidez volvi¨® a convertirse, como despu¨¦s de la quiebra de Lehman, en un asunto cr¨ªtico. Fueron d¨ªas de intensa preocupaci¨®n, como demuestran las llamadas de la Casa Blanca y de la Reserva Federal. Algo que empez¨® en Grecia corri¨® el riesgo de contagiar al resto del sistema financiero, no s¨®lo al euro. Hubo que poner un arma potent¨ªsima sobre la mesa", comenta Juan Luis Garc¨ªa Alejo, de Inversis Banco. Esa arma iba cargada con 750.000 millones de euros.
Esta semana, los ¨¢nimos parecieron calmarse. La Bolsa subi¨® el lunes como nunca. El Ibex vivi¨® la mayor subida de su historia, del 14,4%. Las primas de riesgo se relajaron. Pero en el aire flota la duda sobre el ¨¦xito de este plan y sobre el impacto de los planes de ajuste en la recuperaci¨®n econ¨®mica. Tras la euforia del lunes, ha vuelto el miedo y las Bolsas han despedido la semana con fuertes ca¨ªdas en la sesi¨®n del viernes. "El problema que ten¨ªa el rescate griego, y que sigue teniendo, es que no resuelve el problema de solvencia. Porque Grecia va a estar en tres a?os en una situaci¨®n peor que la actual. Y as¨ª es imposible que pague la deuda que arrastra. Habr¨ªa sido m¨¢s cre¨ªble que Atenas anunciara en febrero una quita del 40% de su deuda. Porque si la econom¨ªa no crece, da igual lo que se haga, la deuda es impagable", opina Garicano.
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