A Aguirre no le convence su plan

Esperanza Aguirre subi¨® una monta?a siendo ecologista y la baj¨® con el paso firme de una empresaria. Muy poco de lo que encontr¨® la presidenta en el proyecto de mejora integral y repoblaci¨®n del puerto de Navacerrada le convenci¨®. Lleg¨®, vio y cambi¨® buena parte del discurso oficial. Despu¨¦s de echarle un ojo el d¨ªa de su presentaci¨®n a una iniciativa impulsada por su propio Gobierno, decidi¨® que no le convenc¨ªa. La nueva consigna es que la recuperaci¨®n medioambiental est¨¢ muy bien, pero que mejor est¨¢ impulsar la industria del esqu¨ª.

La presidenta regional subi¨® ayer en telesilla hasta el cerro de Guarramillas (Bola del Mundo) acompa?ada por la consejera de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenaci¨®n del Territorio, Ana Isabel Mari?o, para visitar el inicio de las obras para la recuperaci¨®n medioambiental del puerto, pero vio el primer plano que le presentaban y torci¨® el gesto. Se trata de una obra de 10 millones de euros hasta 2012 y que afectar¨¢ a 80 hect¨¢reas. Contempla plantaciones de ¨¢rboles y arbustos, refuerzo de taludes, mejora de accesos peatonales y construcci¨®n de sendas.

"Las pistas son un chollo para Madrid", se?al¨® la dirigente regional

Estaba previsto que el acto fuera una de las grandes exhibiciones medi¨¢ticas de Aguirre, en las que igual juega al f¨²tbol que toca la bater¨ªa: la presidenta reuni¨® a los medios de comunicaci¨®n en lo alto del cerro y apareci¨® en telesilla con la consejera y los alcaldes de Navacerrada y Cercedilla. Aguirre desembarc¨® con gafas de sol y enfundada en un chalequillo de piel. "A qu¨¦ sitios os traigo, ?eh?", salud¨®. Pero el guateque se agri¨® en cuanto los t¨¦cnicos le plantearon a la presidenta que pensaban demoler el Club Alpino Espa?ol, abandonado y en muy mal estado. "?Y por qu¨¦ quer¨¦is demoler eso?". La presidenta entonces propuso que, en lugar de gastar dinero p¨²blico en la recuperaci¨®n del paisaje, era mejor sacarle partido al edificio: "Yo no lo voy a tirar. Que lo tire el que se lo quede. Nosotros lo sacamos a concurso para rehabilitar y que se ocupe un privado que lo quiera explotar".

Ah¨ª comenz¨® una serie de enganchones con el equipo t¨¦cnico y con su propia consejera, a la que Aguirre desautoriz¨® en numerosas ocasiones delante de los periodistas ("Anabel, no te pongas as¨ª"). La presidenta expres¨® una amplia serie de desacuerdos con el proyecto ("No me gusta nada de lo que estoy viendo"), tantos que esper¨® a que los periodistas bajaran en el telesilla y se qued¨® a solas con su equipo. Cuando volvi¨® a aparecer lo hizo en total armon¨ªa de opiniones con el director de la empresa concesionaria de la estaci¨®n, Puerto de Navacerrada. Entre los dos hab¨ªan llegado a la conclusi¨®n de que lo realmente id¨®neo ser¨ªa construir una pasarela que cruzara sobre la carretera para unir las pistas de la zona baja de la estaci¨®n (las m¨¢s utilizadas y con m¨¢s nieve) con las de Guarramillas (menos populares). "Te cito la semana que viene y hablamos", qued¨® la consejera con el director empujada por la presidenta. El director estaba encantado con la sensibilidad de Aguirre. "Nos est¨¢ haciendo mucho caso", comentaba.

Los t¨¦cnicos vivieron con estupefacci¨®n c¨®mo la presidenta regional del PP ped¨ªa volcarse m¨¢s en las necesidades de las pistas y, aunque trataron de contraargumentarle los problemas de la oferta de esqu¨ª en la Bola, Aguirre insist¨ªa en que con unos ca?ones de nieve se pod¨ªan acondicionar unas pistas magn¨ªficas a las que les convendr¨ªa un poco de apoyo p¨²blico. "Pero si no hay agua", insist¨ªan. "S¨ª hay. Y las pistas son un chollo para Madrid", replicaba la presidenta. Aguirre expres¨® su descontento con una de los pasos para peatones dise?ados por el peligro de atropellos, y se alarg¨® en an¨¦cdotas sobre sus pinitos en el mundo del esqu¨ª. Luego accedi¨® a dar un discurso frente al club alpino que antes se iba a derribar pero ahora se rehabilitar¨¢ y se baj¨® del p¨²lpito para saludar a unos obreros. Mientras, los altavoces del acto empezaron a radiar bossa nova entre las monta?as.