Zapatero suspende un viaje a Brasil para implicarse en la reforma laboral

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se implicar¨¢ a fondo en la fase final de la negociaci¨®n de la reforma laboral, de tal modo que ayer suspendi¨® su programado viaje a Brasil y su entrevista con el presidente de ese pa¨ªs, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, en el marco de unas jornadas sobre la Alianza de Civilizaciones. Zapatero se lo comunic¨® a Lula en una conversaci¨®n telef¨®nica sostenida a las 12.30 de la madrugada de ayer. Ambos mandatarios se emplazaron a verse en Toronto (Canad¨¢) a finales de junio en el marco de la cumbre del G-20.

Zapatero otorga una enorme trascendencia a la negociaci¨®n sobre la reforma del mercado laboral. La considera una pieza imprescindible para superar una "singularidad negativa" de la econom¨ªa espa?ola, la de un crecimiento desmesurado del empleo en las ¨¦pocas de bonanza y de ca¨ªda dr¨¢stica en las etapas de recesi¨®n.

M¨¦ndez asegura que la patronal ya busca rebajar sueldos en algunos convenios

El presidente tiene previsto reservarse las gestiones necesarias para llevar a buen puerto la negociaci¨®n, que se desarrollar¨¢ este fin de semana y que tiene como fecha tope el pr¨®ximo lunes, 31 de mayo. Tambi¨¦n ha influido en su decisi¨®n la inconveniencia de abandonar el pa¨ªs en un momento econ¨®mico tan delicado.

A pesar de esas intenciones, la tarea no se presenta f¨¢cil. Los sindicatos ense?aron ayer su ¨²ltima carta en esta larga negociaci¨®n para la reforma laboral. Tras varias semanas planeando sobre el ambiente, UGT y Comisiones Obreras concretaron ayer el escenario de huelga general. La convocar¨¢n "si el Gobierno aprueba un decreto que lesione los derechos de los trabajadores", asegur¨® el l¨ªder de CC OO, Ignacio Fern¨¢ndez Toxo. Ser¨¢ lesi¨®n "cualquier decisi¨®n que suponga un recorte de los derechos individuales o colectivos", abund¨® su hom¨®logo en UGT, C¨¢ndido M¨¦ndez. Ambos dirigentes comparecieron ayer ante una multitud de medios de comunicaci¨®n expectantes ante la posibilidad de que los sindicatos den por rota la concordia mantenida durante estos a?os y utilicen su arma m¨¢s potente, la huelga general, contra el Gobierno. Los dos sindicatos autorizaron ayer a sus ejecutivas a que convoquen la huelga si el decreto llega al Bolet¨ªn Oficial del Estado.

En ese callej¨®n sin salida, las opciones son muy escasas. Si el presidente no logra convencer antes del lunes a empresarios y sindicatos de que su reforma laboral es la id¨®nea, cualquier ley laboral ser¨¢ interpretada por los representantes de los trabajadores como una lesi¨®n. Como pista, Toxo asegur¨® que si el Ejecutivo pretende aplicar la ¨²ltima propuesta que llev¨® a la mesa de negociaci¨®n hace algo m¨¢s de un mes (conten¨ªa, entre otras cosas, la pr¨¢ctica generalizaci¨®n del contrato indefinido con despido m¨¢s barato), el acuerdo es "imposible".

Tampoco la patronal parece interesada en firmar nada con el Ejecutivo cuando las recetas que provienen de los organismos internacionales (despido m¨¢s barato, mayor flexibilidad en las empresas...) tienen ahora m¨¢s visos de prosperar en una eventual reforma por decreto. Fuentes empresariales aseguran que las organizaciones miembros de la CEOE piden a la c¨²pula que no apruebe nada si no implica cambios profundos en el mercado laboral.

Pese a las discrepancias, nadie quiere levantarse oficialmente de la mesa, m¨¢xime cuando Zapatero va a emplear el ¨²ltimo cartucho al tomar las riendas de la negociaci¨®n. "El acuerdo da confianza y podr¨ªa servir de contrapunto al plan de ajuste", subray¨® M¨¦ndez dejando una puerta abierta al di¨¢logo.

Tanto el responsable de UGT como el de CC OO dedicaron buena parte de su comparecencia a criticar el plan de ajuste aprobado ayer en el Parlamento por limitarse a recortar sin compensar con un aumento de la fiscalidad a los colectivos m¨¢s adinerados. M¨¦ndez destac¨® una primera consecuencia de ese decreto en la empresa privada: "Hay convenios en los que la patronal estaba al borde del acuerdo y lo ha reconsiderado tras el plan de ajuste", a la espera de que esa rebaja media del 5% de los salarios p¨²blicos pueda contagiarse al sector privado.

En cualquier caso, tras cuatro meses de negociaciones oficiales, la espera ya parece corta. Todas las partes reconocen que si el pr¨®ximo lunes no hay acuerdo, no tiene sentido prolongar el proceso.