Cine s¨ª, pero ?c¨®mo, cu¨¢ndo, d¨®nde?
La factura y la modalidad de exhibici¨®n de varias pel¨ªculas recientes reabre el debate sobre las posibles ventanas comerciales de los nuevos estrenos
Los hermanos Lumi¨¨re, que no dar¨ªan cr¨¦dito a lo que ocurre hoy, pensaron su invento de hace 115 a?os como un proceso para ser mostrado en una sala oscura, con el runr¨²n de un proyector como tel¨®n de fondo y un grupo m¨¢s o menos amplio de personas compartiendo la experiencia. Las palomitas, las salvajes estrategias de marketing y los cantos de sirena del home cinema llegar¨ªan mucho despu¨¦s. Y la locura del c¨®mo, cu¨¢ndo, d¨®nde y por qu¨¦ estrenar pel¨ªculas -la famosa "multiplicaci¨®n de ventanas de exhibici¨®n"- much¨ªsimo despu¨¦s. Apenas anteayer.
Las condiciones de producci¨®n y de proyecci¨®n de algunos de los t¨ªtulos incluidos en la programaci¨®n del reciente Festival de Cannes reabrieron el eterno debate sobre la conveniencia o no de ciertos plazos y de ciertos formatos. Hubo de todo en La Croisette: series de televisi¨®n reconvertidas en largometraje y exhibidas como tal (las cinco horas y media de Carlos, del franc¨¦s Olivier Assayas), cintas esperad¨ªsimas ofrecidas en Internet o en televisi¨®n de pago antes que en el propio festival (Filme Socialisme, el nuevo Godard) y superproducciones estrenadas en otros pa¨ªses que el de origen antes que en Cannes, es decir, infringiendo a la torera una de las normas del certamen (como la segunda parte de Quemado por el sol del ruso Nikita Mijalkov).
Antes una obra que no se estrenaba en salas no exist¨ªa, pero ahora s¨ª
?Qu¨¦ es cine y qu¨¦ deja de serlo para convertirse en otra cosa? ?Es cine, y por lo tanto susceptible de ser tratado como tal en lo cultural y lo econ¨®mico, una producci¨®n pensada y manufacturada para la televisi¨®n? ?Hay que seguir respetando la tradicional secuencia comercial del cine -estreno en sala, edici¨®n en DVD, estreno en televisi¨®n... y ahora oferta en Internet-?
Crecen y se diversifican sin freno las posibilidades de exhibici¨®n y visionado del cine, se superponen las unas a las otras y hay quienes se indignan por ello; suelen ser los mismos que en su d¨ªa vieron con ojos reticentes la aparici¨®n de los multicines, del v¨ªdeo, del DVD, del home cinema y del blue-ray, y que hoy dibujan una mueca de desprecio cuando se les habla de peque?as c¨¢maras digitales, e incluso de c¨¢maras fotogr¨¢ficas y tel¨¦fonos m¨®viles de ¨²ltima generaci¨®n como artilugios aptos para el rodaje de pel¨ªculas (dos de los largos programados en la Quincena de Realizadores de Cannes fueron rodados con un nuevo modelo de c¨¢mara de fotos de alta definici¨®n de la marca Canon).
Un concienciado pionero llamado Steven Soderbergh -realizador de pel¨ªculas como Sexo, mentiras y cintas de v¨ªdeo (Palma de Oro en Cannes en 1989), Traffic (Oscar al mejor director en 2001) o Ocean's Twelve- ya meti¨® su inc¨®modo dedo en las heridas de la industria y replante¨® de arriba abajo los modos en los que el cine pod¨ªa llegar al espectador. Fue hace cuatro a?os, con motivo del estreno de su pel¨ªcula Bubble, una peque?a producci¨®n independiente. Soderbergh decidi¨® ofrecerla a la vez en salas de cine, televisi¨®n de pago y DVD, lo que dio lugar a un jaleo de dimensiones impensables en la industria del cine de EE UU. De hecho, no faltaron quienes quisieron llevarle a la hoguera donde se quema a los sacr¨ªlegos: entre ellos sus colegas Night Shyamalan (El sexto sentido) y... Tim Burton, que ahora, para el estreno de su Alicia en 3D, ha permitido estrechar sobremanera el lazo de tiempo entre el estreno en sala y la salida en DVD. Muy distinta fue, ante el caso Soderbergh, la reacci¨®n de Woody Allen, quien declar¨®: "Oh, es complicado poner en duda la comodidad e inmediatez que ofrecen hoy las grandes televisiones de alta definici¨®n".
Pero no es el mercado del DVD el problema, ya que su progresiva ca¨ªda (un 75% en Espa?a en los ¨²ltimos cinco a?os) deja clara su p¨¦rdida de protagonismo en la gran tarta comercial del cine. V¨ªctima de la pirater¨ªa en sus dos modalidades principales, el top manta y las descargas sin permiso en Internet, el DVD abre paso no ya al blue-ray -otro soporte que tendr¨¢ su tiempo- sino al no soporte, aut¨¦ntico objeto del deseo para los mercaderes del cine.
?Sala? ?Internet? ?Televisi¨®n? ?DVD? "Pues lo ideal para m¨ª, como cin¨¦filo, es el estreno de una pel¨ªcula de la que no s¨¦ demasiado, en una sala oscura y con desconocidos sentados a mi lado; es ah¨ª donde disfruto plenamente de la experiencia est¨¦tica del cine... pero mira, a la vez pienso que cuanta m¨¢s libertad, mejor, y que s¨ª, hay ciertas pel¨ªculas que yo mismo puedo preferir ver directamente en DVD": son palabras de Jaime Rosales, director de Tiro en la cabeza, la primera pel¨ªcula espa?ola que se estren¨® casi al mismo tiempo en salas, en Internet y en un museo, el Reina Sof¨ªa. Rosales lo tiene claro: todo tiene cabida, el cine en sala y el cine en casa, "porque es como comparar la cena que te haces en tu casa con cenar en elBulli... las dos cosas est¨¢n muy bien".
Mucho m¨¢s en¨¦rgico en su defensa de la difusi¨®n del cine en la Red se muestra Juan Carlos Tous, administrador general de www.filmin.es, junto con www.filmotech.es, uno de los principales servidores de cine en Internet en Espa?a: "Las ventanas de exhibici¨®n del cine se tienen que redefinir por completo porque tienen que ir paralelas a los cambios de h¨¢bito en el ocio; lo que la gente quiere es inmediatez y facilidad en el consumo, pero en Espa?a eso no se entiende. Por eso, si una pel¨ªcula espa?ola aspira a una subvenci¨®n del Ministerio de Cultura, no puede salir en DVD o Internet hasta tres meses despu¨¦s de su estreno en salas".
Una de las mayores controversias en Cannes lleg¨® de la mano de Carlos, la pel¨ªcula de cinco horas y media que sobre la vida del terrorista venezolano Ilich Ram¨ªrez, Carlos o El Chacal, present¨® el director franc¨¦s Olivier Assayas. En realidad, lo que Assayas hizo fue una serie para Canal Plus (serie que empez¨® a emitirse el mismo d¨ªa que Carlos era proyectada en el festival). Finalmente, los responsables del certamen decidieron incluirla en la secci¨®n oficial pero fuera de concurso. Hubo muchas voces que se opusieron a la presencia en Cannes de un producto de origen televisivo. Pero el propio Assayas dej¨® clara la mayor: "Ser¨ªa imposible producir una pel¨ªcula como Carlos (rodada en 10 pa¨ªses) sin que lo hiciera una cadena de televisi¨®n".
Fue el productor y exhibidor Enrique Gonz¨¢lez Macho, propietario de Alta Films y de la cadena de cines Renoir, quien se hizo con los derechos de exhibici¨®n de Carlos en Espa?a. Todav¨ªa no sabe c¨®mo la estrenar¨¢: "Lo ideal ser¨ªa estrenar en sala el montaje que hay de dos horas y media, e inmediatamente despu¨¦s estrenar la serie en televisi¨®n, o estrenarla directamente en DVD, no lo s¨¦, ahora en el cine todas las posibilidades est¨¢n abiertas", comenta Gonz¨¢lez Macho, para quien "poner puertas al campo ser¨ªa absurdo, porque antes una pel¨ªcula que no se estrenaba en salas no exist¨ªa... pero ahora s¨ª".
Babelia
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