Peor, imposible
?Vaya comienzo de la llamada Feria del Aniversario! Peor, imposible...
Ves a estos toreros dar pases, y se te cae en alma a los pies. Ves c¨®mo andan estos toros y te recuerdan a las piaras de cerdos en las montaneras; y que se sepa, los cerdos no emocionan, precisamente, por sus andares, sino por lo que llevan dentro. Estos toros, guapos, con cuajo y presencia por fuera, pura fachada, y por dentro no encierran m¨¢s que trozos de carne anestesiada. Con estos toros, como con casi todos, parece imposible el toreo moderno, ¨¦se que habla de sentimiento, de elegancia, de aroma y duende. Con estos toros no es posible so?ar, aunque te quedes profundamente dormido de aburrimiento; con estos toros, adi¨®s a la fiesta brava.
Valdefresno / Urdiales, Pinar, Tendero
Toros de Valdefresno, bien presentados, mansones, blandos, muy descastados y desclasados.
Diego Urdiales: pinchazo y estocada ca¨ªda (silencio); pinchazo, media -aviso- y tres descabellos (silencio).
Rub¨¦n Pinar: pinchazo y media estocada (silencio); pinchazo y media (silencio).
Miguel Tendero: seis pinchazos -aviso- estocada ca¨ªda y cuatro descabellos (silencio); pinchazo, media tendida y ca¨ªda y un descabello (silencio)
Plaza de Las Ventas, 31 de mayo. Primera corrida de la Feria del Aniversario. Casi lleno.
Seis toros, seis, salieron ayer, gemelos en una ristra interminable de defectos. Ninguno acudi¨® con franqu¨ªa a los capotes; ninguno hizo una brava pelea en los caballos -todos empujando con un solo pit¨®n, la cara alta, con mala gana-; todos se pararon en banderillas, y llegaron el tercio final sin sangre en las venas, sin la codicia que nunca conocieron, sin la fuerza que les abandon¨® qui¨¦n sabe cu¨¢ndo, sin calidad, sin recorrido, sos¨ªsimos, mirando al tendido, acobardados, derrengados, adormilados, moribundos...
Peor, imposible.
Y ¨¦sta es la fiesta que, al parecer, quiere ense?ar a quien no la conoce la llamada Mesa del Toro, que la integran quince colectivos que se han unido de mentirijillas para hacer un frente com¨²n contra los antitaurinos. Se enga?an o pretenden enga?arnos. Esta fiesta no se puede ense?ar a nadie porque es una aut¨¦ntica verg¨¹enza. Esta fiesta hay que esconderla, cerrar sus puertas, limpiarla por dentro, sanearla, expulsar a los p¨ªcaros, que son legi¨®n, y hacer un espect¨¢culo completamente nuevo. Hay que exterminar la calamidad del toro actual, y buscar al de verdad, bravo, poderoso, fiero y noble, ¨²nico cimiento de un espect¨¢culo emocionante. Mientras la fiesta no haga su propia revoluci¨®n interna, todo lo que diga o haga la Mesa del Toro ser¨¢ pura propaganda ayuna de credibilidad. La realidad no est¨¢ en la Mesa, sino en las plazas, en las dehesas y en los despachos. Y ah¨ª lo que abunda es la miseria. Que nadie se enga?e, pues, y que no pretendan enga?ar a nadie. La fiesta de los toros est¨¢ podrida, y no precisamente por culpa de los antitaurinos. El enemigo, todos lo saben, est¨¢ dentro. Pues, exp¨²lsenlo, se?ores de la Mesa del Toro; si no pueden, disu¨¦lvanse, ahorren gastos, y no sean protagonistas de una burlesca pantomima.
Pero es que ves a estos toreros dar pases y se te cae el alma a los pies... Qu¨¦ vulgaridad, v¨¢lgame Dios; qu¨¦ falta de estilo y compostura; qu¨¦ poco gusto y torer¨ªa, qu¨¦ escaso sentido de la medida y del pudor, qu¨¦ mediocridad, qu¨¦ sopor... Oj¨², qu¨¦ cruz... Y el que no lo crea, que venga a Madrid y lo sufra con los que, un d¨ªa y otro tambi¨¦n, ya nos duele el alma de tanto aburrimiento.
Es verdad que los toros no sirvieron, lo cual no justifica una actuaci¨®n tan lastimosa de la terna, que, al menos, ayer, no resisti¨® ni el m¨¢s ben¨¦volo examen. Parec¨ªan toreros de provincia, asiduos de plazas port¨¢tiles, donde se cortan las orejas f¨¢ciles mientras los parroquianos se lo pasan en grande con op¨ªparas meriendas y buen vino.
Ni Urdiales, ni Pinar ni Tendero estuvieron a la altura de las circunstancias. Los tres se mostraron henchidos de vulgaridad, sin ideas ni recursos para solventar las sosas papeletas que les presentaron sus oponentes. Y los tres, muy pesados, pasados de rosca, como si no fuera con ellos las palmas de tango y la desesperaci¨®n de los tendidos.
Despegado intent¨® dar pases y m¨¢s pases Diego Urdiales, al que le pitaron con fuerza para que no continuara con m¨¢s tandas y tandas en el cuarto de la tarde. Esboz¨® alguna ver¨®nica Pinar en su primero, y unas chicuelinas garbosas dej¨® en el ambiente, pero tiene una concepci¨®n demasiado sosa de su tauromaquia y dice poco; y Tendero, mal colocado casi siempre, aburri¨® como el que m¨¢s y desesper¨® a la hora de matar.
Quiz¨¢, el problema resida en que el toreo no consiste en dar pases, sino en sentir todo lo que se hace...
La corrida de hoy
- Toros de El Vellosin0. Tras varias novilladas, la vacada salmantina lidia
su primera corrida de toros en Madrid desde que en 2000 cambi¨® de propietario. De procedencia Juan Pedro Domecq.
- Juan Mora. El veterano matador extreme?o vive una segunda oportunidad. Sus formas cl¨¢sicas y pellizco agradan en Madrid.
- Javier Conde. El torero malague?o no suele actuar en Las Ventas. Sus faenas dependen mucho del toro que tenga delante.
- Curro D¨ªaz. El diestro de Linares a¨²na gusto con el capote, remates preciosistas con la muleta y capacidad pra lidiar todo tipo de toros. Goza del favor de la afici¨®n.
Babelia
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