Ser mujer favorece la depresi¨®n
La enfermedad afecta el doble a la poblaci¨®n femenina que a la masculina - La gen¨¦tica y las hormonas influyen, pero es decisiva la sobrecarga social
En 2020 la depresi¨®n ser¨¢ la primera causa de discapacidad tras las enfermedades cardiovasculares, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Es un mal que afecta a las mujeres el doble que a los hombres. Una de cada cinco tiene riesgo de sufrir un episodio a lo largo de su vida, seg¨²n una encuesta realizada a m¨¢s de 1.500 m¨¦dicos y psiquiatras de atenci¨®n primaria. Las mujeres padecen m¨¢s depresiones leves o moderadas y de forma m¨¢s frecuente, mientras que en los hombres prevalecen las depresiones de tipo grave o melanc¨®lico. Sin embargo, en las enfermedades mentales como la bipolaridad, la esquizofrenia o los trastornos obseso-compulsivos la incidencia es la misma en ambos sexos.
El 17% de los casos se asocia al s¨ªndrome premenstrual; el 38%, a la menopausia
Una de cada cinco tiene el riesgo de padecer el mal a lo largo de su vida
Muchas voces piden una orientaci¨®n de g¨¦nero en la salud p¨²blica
"No queremos ni debemos renunciar a una vida afectiva", dice una empresaria
Pero, ?por qu¨¦ es la ¨²nica enfermedad mental que afecta m¨¢s a mujeres que a hombres? Los especialistas coinciden en que los desajustes hormonales son uno de los principales desencadenantes pero que siempre van acompa?ados de otros factores sociales, psicol¨®gicos y culturales.
Jer¨®nimo Saiz, presidente de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa, cree que hay una exigencia por parte de la sociedad hacia el rol de la mujer que est¨¢ resultando malsana. "Se le pide a la mujer actual que tenga muchos roles diferentes; de madre, de pareja, en lo profesional compitiendo al m¨¢ximo nivel y muchas veces esto no se acompa?a de la satisfacci¨®n, de la compensaci¨®n que ser¨ªa de esperar del papel tradicional de la mujer como cuidadora de otras personas".
Inherente a la sociedad actual, la depresi¨®n es una enfermedad sutil, estigmatizada a¨²n, dif¨ªcil de abordar y con mil aristas en la que no existe un solo desencadenante sino varios factores que empujan a sufrirla. No se trata ¨²nicamente de estar bajo de ¨¢nimo. Los s¨ªntomas f¨ªsicos y ps¨ªquicos que sufre el paciente con depresi¨®n suelen venir acompa?ados de una sensaci¨®n de vac¨ªo, de sentimientos displacenteros dif¨ªciles de explicar en la consulta del m¨¦dico.
Es como el bombo de la loter¨ªa de Navidad. Cuantos m¨¢s n¨²meros juegas m¨¢s posibilidades hay de que te toque. Si a los vaivenes hormonales se le a?aden el cuidado de otras personas, la doble y triple jornada entre el trabajo fuera de casa y el dom¨¦stico, la dependencia econ¨®mica y social, la violencia de g¨¦nero o simplemente la gen¨¦tica, el riesgo de sufrirla en las mujeres se dispara.
Todas las etapas fisiol¨®gicas por las que pasa la mujer durante su etapa de desarrollo, menstruaci¨®n, embarazo, parto y postparto, lactancia y menopausia est¨¢n dirigidas por las hormonas; esos mensajeros qu¨ªmicos que marcan la hoja de ruta en la vida de las mujeres. Los cambios en los niveles de estr¨®geno y progesterona, dos hormonas femeninas que se reproducen en los ovarios, generan las alteraciones que revolucionan a la mujer por dentro.
Los cient¨ªficos han aislado y sintetizado hormonas desde hace m¨¢s de setenta a?os. Los estr¨®genos, la progesterona y la testosterona, por un lado, y los neurotransmisores como la serotonina, no solo son importantes en nuestras conductas cotidianas, tambi¨¦n nos agitan. De hecho, el t¨¦rmino hormona viene del griego horman que significa excitar, inducir. Cuando hay una bajada o supresi¨®n brusca en los niveles de estr¨®genos la mujer es m¨¢s vulnerable a sufrir depresi¨®n. En el caso de la serotonina, es uno de los grandes neurotransmisores del cerebro que regula el humor, el estado de ¨¢nimo y parcialmente el apetito y la percepci¨®n del dolor. En las depresiones se da una ca¨ªda en picado de la actividad de la serotonina con lo cual la percepci¨®n del estr¨¦s es muy alta y la sensaci¨®n de angustia se agudiza.
Seg¨²n los estudios epidemiol¨®gicos, aunque la depresi¨®n puede afectar a cualquier edad -incluidas ni?as- hay mayor incidencia a partir de la pubertad hasta el final de la menopausia. Pero se da con m¨¢s frecuencia entre los 25 y los 45 a?os. Seg¨²n una encuesta de Actimude (Actitud de la Mujer ante la Depresi¨®n), un 38% de las depresiones en la mujer se asocia con la menopausia y un 17% con situaciones premenstruales. Un dato significativo si se tiene en cuenta que la mujer est¨¢ un tercio de su vida con la menopausia.
Jorge Cervilla, profesor titular de Psiquiatr¨ªa en la Universidad de Granada, realiz¨® hace dos a?os un proyecto pionero en Espa?a que concluy¨® que ser mujer es un elemento de riesgo. Hay una serie de causas gen¨¦ticas que no condicionan, pero que s¨ª predisponen, a la concurrencia de otros elementos como los ambientales y que aumentan el riesgo de depresi¨®n en una persona. El proyecto est¨¢ actualmente en su segunda fase: el estudio de 2.000 pacientes en la atenci¨®n primaria con un seguimiento a largo plazo, desde los 12 hasta los 24 meses. "Hemos encontrado que el riesgo de depresi¨®n viene aumentado por un paquete de factores de riesgo; gen¨¦tico, ser mujer y tener una serie de acontecimientos vitales estresantes o haber sufrido abusos en la infancia", explica Cervilla, uno de los investigadores principales del Cibersam, los Centros de Investigaci¨®n Biom¨¦dica en Red de Salud Mental.
Adem¨¢s de las hormonas, la depresi¨®n parece estar relacionada, seg¨²n algunas teor¨ªas, con el desequilibrio qu¨ªmico de unas sustancias que produce nuestro organismo y que transmiten se?ales entre las c¨¦lulas nerviosas del cerebro: los neurotransmisores. "Siempre que hacemos investigaciones sobre la depresi¨®n vemos que tanto si est¨¢s mirando niveles en plasma de antidepresivos, como si estudias factores estresantes precipitantes de la depresi¨®n, o si est¨¢s mirando niveles de serotonina en plaquetas, al final resulta que est¨¢n afectados por las hormonas y los neurotransmisores el doble de mujeres que de hombres. Esto solo ocurre con la depresi¨®n, porque en la prevalencia de las dem¨¢s enfermedades mentales no hay diferencias de sexo. Por eso, creo que el factor hormonal es decisivo en las mujeres para tener depresi¨®n", se?ala Enric ?lvarez, director del Servicio de Psiquiatr¨ªa del Hospital de Sant Pau de Barcelona y profesor titular de la UAB.
Para algunos especialistas, los aspectos socioculturales son determinantes a la hora de explicar la mayor frecuencia de la depresi¨®n en la mujer que en el hombre. A pesar de que la mujer est¨¢ rompiendo con muchos roles adquiridos a lo largo de su historia, todav¨ªa la mayor¨ªa siguen desempe?ando un papel menos gratificante, de menor prestigio y con la sobrecarga del trabajo fuera y dentro de casa.
Ana Bujald¨®n, presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias habla por todas ellas. "Demostramos nuestra fortaleza a diario pero tenemos demasiada presi¨®n en el d¨ªa a d¨ªa porque llevamos una sobrecarga de responsabilidad y de trabajo sosteniendo triples jornadas. Pero tampoco queremos ni debemos renunciar a una vida familiar ni afectiva", cuenta esta empresaria de 45 a?os, madre de dos hijos y al frente de una agencia de comunicaci¨®n desde hace 20.
Muchas mujeres se sienten en la cuerda floja, al borde del precipicio, sin saber distinguir cuando est¨¢n entrando en el terreno pantanoso del des¨¢nimo o la depresi¨®n. El diario brit¨¢nico The Guardian reflexionaba recientemente sobre el impacto de la depresi¨®n, despu¨¦s de que la c¨¦lebre escritora Allison Pearson, con una carrera profesional apabullante y familia ejemplar, saliese del armario al reconocer p¨²blicamente que ten¨ªa depresi¨®n. Pearson dec¨ªa que "no quer¨ªa morir pero s¨ª parar, dejar de existir por un tiempo". El estr¨¦s que le supon¨ªa compaginar su vida familiar y el alto cargo que ten¨ªa a nivel profesional le hab¨ªa pasado factura.
Qui¨¦n no ha pensado en parar un rato, en congelar un instante para reponer fuerzas. Es el caso de esta mujer de 42 a?os, casada y con tres hijos que quiere mantener el anonimato. Despu¨¦s de licenciarse en Ingenier¨ªa Industrial tras ocho largos a?os de carrera y pasar varios a?os form¨¢ndose como responsable de producci¨®n y de gesti¨®n de calidad en varias empresas, es despedida de su ¨²ltimo puesto de trabajo por ser mujer y madre. "Fueron claros conmigo cuando me despidieron: no daba el perfil. Ahora me he visto obligada a parar en seco y pensar c¨®mo quiero retomar mi carrera profesional. Pero da v¨¦rtigo, estoy perdida, no s¨¦ qu¨¦ quiero ni qu¨¦ puedo hacer", explica.
Un estudio de Ann Hohmann en 1989 puso de manifiesto que las mujeres consultan al m¨¦dico por sus s¨ªntomas depresivos m¨¢s que los hombres; por lo tanto, la prescripci¨®n de antidepresivos y psicotr¨®picos es mayor para la mujer que para el hombre. En la lista del top 20 de los medicamentos m¨¢s vendidos en Espa?a figuran tres para la depresi¨®n y la ansiedad: Lexatin, Orfidal y Trankimaz¨ªn. Adem¨¢s, las mujeres protagonizan m¨¢s campa?as de publicidad de ansiol¨ªticos que los hombres. Los centros de salud se han convertido en el punto de partida para analizar la expansi¨®n y la influencia de la depresi¨®n. Hay muchas voces que reclaman que la salud p¨²blica debe ser orientada hacia el g¨¦nero y contribuir a hacer visibles las diferencias reales entre sexos para que se puedan desarrollar los procesos de prevenci¨®n apropiados en cada caso. Seg¨²n un estudio realizado por Carme Valls-Llobet, presidenta del Centro de An¨¢lisis y Programas Sanitarios de Barcelona, existen diagn¨®sticos diferentes con mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres, sin que sean probados, cuando quiz¨¢s se podr¨ªan obtenerse diagn¨®sticos m¨¢s rigurosos. En el caso de la depresi¨®n de la mujer, por ejemplo, si las hormonas son tan determinantes, se deber¨ªa plantear un tratamiento diferenciado.
?Se previene la depresi¨®n? Los psiquiatras dicen que se puede hacer en personas que tienen la enfermedad y que han tenido episodios previos, ya que es recurrente y se puede caer varias veces a lo largo de la vida. "Los que tienen varios episodios pueden hacer tratamientos preventivos desde el punto de vista farmacol¨®gico. Para las personas que no han sufrido depresi¨®n pero sienten que pueden llegar a tenerla es bueno una reorientaci¨®n en cuanto a la organizaci¨®n de vida, la actividad f¨ªsica, la comunicaci¨®n, la alimentaci¨®n y cualquier f¨®rmula de psicoterapia que le acerque a uno consigo mismo para alcanzar el equilibrio", recomienda Jer¨®nimo Saiz, jefe de Psiquiatr¨ªa del Hospital Ram¨®n y Cajal de Madrid y presidente de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa.
Otro fen¨®meno de la sociedad actual es que se tiende a patologizar los problemas de la vida. Cada vez se tiene menos capacidad para afrontar el dolor y las situaciones complicadas, y se quiere una soluci¨®n inmediata para el malestar. "Una cosa es que uno est¨¦ triste, que pase una mala ¨¦poca, y otra muy distinta tener depresi¨®n. No es que la gente aguante menos, es que cree que no debe aguantar nada", argumenta Amparo Belloc, catedr¨¢tica de Psicopatolog¨ªa de la Universidad de Valencia.
Hoy por hoy, las mujeres afrontan de forma diferente la depresi¨®n que los hombres. Las mujeres recurren m¨¢s al m¨¦dico de cabecera, son m¨¢s expansivas con sus emociones y no tienen problemas en solicitar ayuda. En los hombres hay mayor tasa de prevalencia de alcohol o de otras drogas, seg¨²n datos de 2006 del Observatorio de la Salud, un 6,5% frente a un 0,9% en las mujeres. En este sentido, Julio Bobez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa Biol¨®gica, cree que no se ha demostrado que de las diferencias que pueda haber entre el funcionamiento cerebral de las mujeres y los hombres se derive que las mujeres sean m¨¢s vulnerables a la depresi¨®n. "En lo que s¨ª hay diferencias es en que si vas a una consulta ver¨¢s que hay m¨¢s mujeres que acuden por depresi¨®n que varones, porque ¨¦stas tienen un estilo de afrontar la salud distinto. Los hombres resisten m¨¢s las disfunciones psicosociales y adem¨¢s, en muchos casos, las intentan solventar con alcohol y otras drogas".
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