La lista de espera para operarse en la sanidad p¨²blica llega a tres a?os

La lista de espera para operarse de juanetes en el hospital de Bellvitge supera los 35 meses, casi tres a?os. Para una intervenci¨®n de pr¨®tesis de rodilla en Parc Taul¨ª, en Sabadell, las demoras son superiores a 25 meses. Y en Sant Pau, las fimosis se programan para dentro de dos a?os y medio. Parc Taul¨ª, Sant Pau y Bellvitge -por este orden- se sit¨²an a la cabeza de la impopular y triste lista de los centros que acumulan mayores retrasos de programaci¨®n en las 14 intervenciones quir¨²rgicas que el Departamento de Salud controla a la hora de contabilizar los periodos de espera de la sanidad catalana. A pesar de ello, tan solo una ¨ªnfima parte de los pacientes inscritos en estas listas -el 1,2%- aceptan ser operados en otros hospitales, como pueden hacer una vez transcurridos seis meses de espera.

A 31 de diciembre del pasado a?o, un total de 50.705 pacientes aguardaban para someterse a una operaci¨®n quir¨²rgica en alguno de 70 hospitales de la red sanitaria catalana. El tiempo medio de espera era de 3,85 meses, periodo inferior a los seis meses que garantiza la Administraci¨®n. Pero esos cuatro meses ¨²nicamente reflejan una media, porque existen enormes disparidades seg¨²n el tipo de operaci¨®n, la prueba diagn¨®stica y el centro hospitalario.

Si Parc Taul¨ª, Sant Pau y Bellvitge se sit¨²an al frente de los peores, los mejores son los centros de Campdev¨¤nol (Ripoll¨¨s), el municipal de Badalona y el de Santa Caterina de Girona, que acumulan plazos de espera inferiores al mes y medio en intervenciones como cataratas, hernias, f¨ªstulas o varices. Tambi¨¦n es cierto que la presi¨®n asistencial de estos centros es muy inferior a la que sufren los ocho hospitales de referencia del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), entre ellos los de Vall d'Hebron, Bellvitge, Joan XXIII y Arnau de Vilanova, y otros de mayor tama?o, como el de Sant Pau y el Cl¨ªnic, y tampoco cubren las 14 patolog¨ªas sometidas a control administrativo, con lo pueden administrar m¨¢s c¨®modamente los horarios de quir¨®fanos.

Doble presi¨®n en el ICS

"Los hospitales que pertenecen a la red del ICS soportan una doble presi¨®n. Por una parte, deben realizar las 14 operaciones quir¨²rgicas incluidas en los controles, y por otra, tambi¨¦n act¨²an como hospitales de referencia de su demarcaci¨®n y, por tanto, realizan cirug¨ªas mucho m¨¢s complicadas", asegura Francesc Brossa, director del ?rea de Servicios y Calidad del Servicio Catal¨¢n de la Salud (SCS).

El Departamento de Salud dice que ha hecho un esfuerzo para reducir los periodos de espera en cirug¨ªa. A pesar de alg¨²n que otro repunte por causas estructurales, seg¨²n Brossa, el plazo de 4,33 meses de media de los ocho centros del ICS es id¨¦ntico al de dos a?os atr¨¢s, cuando el n¨²mero de personas con tarjeta sanitaria era muy inferior. Ahora es de 7,6 millones.

Sin embargo, los hospitales que gestiona el ICS acumulan plazos de espera -no m¨¢s de 30 d¨ªas- superiores a los de los centros concertados, la mayor¨ªa de ellos en manos p¨²blicas, de ayuntamientos, consorcios u ¨®rdenes religiosas. Mientras que la demora en los centros del ICS es de 4,33 meses, en los concertados es de 3,41 meses, un plazo que permanece invariable a lo largo de los a?os."Los datos confirman la existencia de mayor agilidad y menor rigidez en los centros concertados que en los del ICS, que se mueven con un presupuesto cerrado. En cambio, en los concertados, que se rigen con un contrato, el Servicio Catal¨¢n de la Salud puede ampliar las cuotas quir¨²rgicas", se?ala Boi Ruiz, presidente de la patronal Uni¨®n de Hospitales.

Y es que los centros concertados se financian a trav¨¦s del SCS por dos conceptos: uno per c¨¢pita con relaci¨®n al n¨²mero de pacientes y otro en funci¨®n del n¨²mero de intervenciones quir¨²rgicas que realizan. De ah¨ª que a medida que se practican operaciones, las listas de espera se vayan reduciendo. Otra cosa es que la Administraci¨®n no disponga de m¨¢s recursos para comprar un n¨²mero mayor de operaciones, y otra que los propios hospitales, concertados y p¨²blicos, se encuentren al borde del colapso y sean incapaces de absorber m¨¢s demanda. "Al comprar los paquetes, por ejemplo las pr¨®tesis, cuando se terminan ya no se realizan m¨¢s operaciones", precisa Carmen Navarro, secretaria de la federaci¨®n de Sanidad de Comisiones Obreras.

"Los objetivos de actividad se cumplen con creces, porque, si no, los hospitales no reciben la contraprestaci¨®n econ¨®mica. Si realizan m¨¢s de lo comprado, las intervenciones se pagan a un precio marginal", explica Brossa.

Pero existen algunas experiencias novedosas en la sanidad catalana que se han demostrado eficaces, como la de Vall¨¨s Oftalmologia, empresa que presta servicio a los hospitales de Granollers, Sant Celoni y Mollet. En seis a?os ha conseguido reducir notablemente las listas de espera de cataratas en Sant Celoni y Mollet, hasta plazos inferiores a la media, un m¨¢ximo de dos meses.

No obstante, como apunta Navarro, hecha la ley, hecha la trampa. "Siempre existen mecanismos para disimular las listas de espera, porque a un paciente le inscriben a partir de que el especialista le prescribe la intervenci¨®n. ?Y los tres o cuatro meses que han pasado desde la primera visita?", se pregunta. Esta sindicalista advierte de que, aunque algunas esperas han disminuido, los recortes en la financiaci¨®n y las medidas anticrisis "afectar¨¢n a la calidad del servicio y se degradar¨¢". Carmen Navarro apunta, por ejemplo, la rebaja de los conciertos, el recorte de plantillas y las jubilaciones y bajas no cubiertas.

Mari Carmen Sabat¨¦, presidenta de la Asociaci¨®n de Usuarios de Sanidad, admite el esfuerzo de la Administraci¨®n para reducir las listas quir¨²rgicas, pero alerta de que este hecho ha incrementado las esperas de las pruebas diagn¨®sticas. "Como solo se controlan 14 patolog¨ªas, se esconde la realidad de otras intervenciones m¨¢s comunes y que sufren unas demoras terribles. Y adem¨¢s los hospitales priman las incluidas en las listas, con lo que el resto se ralentiza".