El barrio que empuja
Dergano, un foco de talento milan¨¦s que funde artesan¨ªa y t¨¦cnica
Cuando Licia Martelli, arquitecta y dise?adora de cer¨¢micas, se mud¨® a vivir y a trabajar en un antiguo garaje de Dergano, en la periferia norte de Mil¨¢n, le bast¨® con ir a hacer la compra para percatarse de que la zona, apartada de los focos de las pasarelas, era un hervidero de creatividad. Un ¨¢rea tomada por j¨®venes artesanos con cierto don por el dise?o, y en las venas la sabidur¨ªa manufacturera que mezcla con provecho tradici¨®n, talento y tecnolog¨ªa.
A su lado exist¨ªa un taller donde con torno, hornos y mucha pasi¨®n la familia Puzzo produc¨ªa cer¨¢micas. Pocos pasos m¨¢s adelante, y un artesano fabricaba muebles. A la vuelta de la esquina, una joven creaba bolsas y joyas con revistas o tebeos. "Cada uno conduc¨ªa su microempresa con paciencia y amor, segu¨ªa su idea, innovadora pero vinculada a la antigua usanza del trabajar con las manos. Se me ocurri¨®: ?por qu¨¦ no nos aliamos y formamos una asociaci¨®n, para tener un mismo sello reconocible y producir eventos juntos?".
As¨ª naci¨® D.O.C., acr¨®nimo de Dergano Oficina Creativa (www.derganofficinacreativa.it/doc.lasso), un grupo de emprendedores que, en esta ¨¢rea al noreste de la ciudad ha encontrado el lugar ideal para sus tiendas y oficinas.
Cer¨¢micas como p¨¦talos
"De momento somos diez firmas. Compartimos la misma filosof¨ªa: crear objetos originales de manera no industrial, utilizar materiales locales en la medida de lo posible y cuidar las relaciones con el barrio", explica Licia, que expone sus cer¨¢micas coloreadas y onduladas como p¨¦talos en Ceramiche Libere! (Via Guerzoni, 39, www.liciamartelli.com). Al lado, Michele Puzzo fund¨® en 1976 el taller de cer¨¢mica art¨ªstica donde trabaja con su mujer Liliana y su hijo treinta?ero Stefano (Via Guerzoni, 39). En un patio cercano, Jole Prato, escen¨®grafa, y Carlo Giordana, pintor, crean trompe l'oeil para paredes o techos (Via Guerzoni, 42; www.jolepratoecarlogiordana.com). En un piso a ringhiera (las corralas del viejo Mil¨¢n), Daniele y Alessandra trabajan con ra¨ªces y frutos para te?ir pa?uelos o cortinas de seda y algod¨®n (Via Legnone, 81; www.artenaturamilano.it). A la vuelta de la esquina, una antigua tipograf¨ªa se ha transformado en centro de restauraci¨®n y venta de muebles vintage del siglo XX (Via Butti, 7; www.1380.it). El respiro de un arte arcaico, el de vencer el hierro con el fuego, revive en Alessandro Rametta y Christian Casati (Via Arrivabene, 24; www.efestoart.com). Francesca Caira confecciona ecl¨¦cticas prendas femeninas (Via Davanzati, 51; www.cairadesign.com); mesas y sof¨¢s nacen entre las manos de Lorenzo Crivellaro en Via Guerzoni, 45 (www.lorenzocrivellaro.com); seis amigas montan escenograf¨ªas, en un di¨¢logo entre arquitectura, escultura, gr¨¢fica y decoraci¨®n en Via Imbonati, 7 (www.allestimenti-tiis.it); Carmen Bjornald transforma en bolsos, cintas y joyas recortes de prensa y c¨®mics (Via Butti, 29, www.CeeBee.it).
Mientras Licia desliza el ¨ªndice sobre un mapa, dibujando un virtual itinerario por los locales de los socios, dos se?oras enfundadas en abrigos se paran frente a su escaparate, hacen adem¨¢n de saludo, apuntan a un jarr¨®n y aprueban con un amplio movimiento de cabeza. "Los vecinos nos conocen, entran, preguntan, dan consejos. Simplemente por el hecho de estar aqu¨ª, transparentes, dando a la calle, impedimos que estos garajes sean transformados en costosos estudios y se acabe perdiendo la identidad de la zona". D.O.C. no es un elemento externo al barrio. D.O.C. es Dergano. Rescata la aut¨¦ntica alma laboriosa y pragm¨¢tica de este fragmento de ciudad donde a principios del siglo pasado brot¨® y floreci¨® la industria milanesa.
Frente a la parada de metro Maciachini, puerta de entrada al distrito, se erige la silueta escueta de la f¨¢brica Fernet Branca; en Via Imbonati se encuentra la antigua Bayer; en Via Minzoni quedan los esqueletos de los estudios de Armenia Films, donde naci¨® el cine mudo italiano. Al lado de las grandes industrias, las calles se llenaron de obreros, de trattorie caseras y baratas, de talleres y peque?os comercios. La crisis de los setenta ech¨® el tel¨®n sobre muchas de estas actividades. Tras d¨¦cadas de descuido, las orgullosas arquitecturas industriales vuelven a poblarse. Las naves de la firma Ceretti e Tanfani (que al albor del siglo pasado constru¨ªa los telef¨¦ricos de medio mundo) albergan desde 1998 las prestigiosas carreras de Dise?o y de Arquitectura del Polit¨¦cnico. Los vol¨²menes redondos y enormes de dos gas¨®metros de Edison, que produjeron electricidad para todo Mil¨¢n, dominan un ¨¢rea rescatada por la Triennale, con cafeter¨ªa y exposiciones de arte (www.triennale.it). Alrededor de estos polos, como pas¨® hace un siglo, el barrio est¨¢ rescatando su personalidad popular y pragm¨¢tica. Un micromundo vuelve a cobrar vitalidad: la panader¨ªa DA.CRI (plaza Dergano, 3, abierto de 7.00 a 19.30), donde cada media hora sale del horno una focaccia preparada seg¨²n una antigua (y secreta) receta familiar; la cervecer¨ªa Cibo...Eno' con su birra artesanal (Via Schiaffino, 21); la pizza fragrante y sutil¨ªsima de Spib Pizza (Via Legnone, 34); la latteria Maffucci, punto de referencia gastron¨®mico para generaciones de vecinos y trabajadores de la zona (Via Maffucci, 24. Reservas: 0039 02 37 56 14). Y, sobre todo, la sonriente legi¨®n de artesanos-artistas de D.O.C. Piezas de un barrio con fuerte personalidad, isla en una ciudad de mil facetas.
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