Egipto enfr¨ªa sus relaciones con Israel
La justicia egipcia considera espionaje los matrimonios con israel¨ªes - La crisis se suma a la protesta interna que exige el fin de la era Mubarak
La animadversi¨®n contra Israel crece en Egipto. Un tribunal de El Cairo ha ordenado al Gobierno que estudie la posibilidad de revocar la nacionalidad a los egipcios casados con israel¨ªes, y a los hijos fruto del matrimonio, si se demuestra que representan una amenaza para la seguridad nacional. Esta sentencia, publicada durante el fin de semana, supone un nuevo rev¨¦s para las relaciones entre ambos pa¨ªses, que se alejaron un poco m¨¢s la semana pasada cuando Egipto abri¨® temporalmente el paso fronterizo de Gaza para aliviar la situaci¨®n de los habitantes de la franja.
Egipto mantiene fuertes lazos econ¨®micos y diplom¨¢ticos con Israel desde 1979, cuando firmaron un acuerdo de paz que puso fin a a?os de enfrentamientos que desembocaron en cuatro guerras. Pero todav¨ªa existe animadversi¨®n hacia Israel, sobre todo entre los ciudadanos de a pie, por el conflicto con los palestinos. La crisis abierta tras el asalto de la flotilla de ayuda que se dirig¨ªa a Gaza ha empeorado la situaci¨®n.
Los Hermanos Musulmanes dan un respaldo clave a El Baradei
La oposici¨®n se une ante la posibilidad de que el presidente deje pronto el poder
La sentencia sobre los matrimonios entre egipcios e israel¨ªes, que no es recurrible, pide al Gobierno que revise, una a una, las 30.000 uniones entre personas de ambas nacionalidades para comprobar que no se den casos de traici¨®n o espionaje. Con su decisi¨®n, se confirma una sentencia dictada por un tribunal de primera instancia en 2009, y que fue recurrida por el Gobierno.
El enfriamiento de las relaciones entre Egipto e Israel se produce en medio de una elevada temperatura pol¨ªtica. En las ¨²ltimas semanas en las calles de El Cairo se han desga?itado los trabajadores de cinco sectores industriales pidiendo mejoras en los salarios; profesionales del sector sanitario han reclamado sueldos impagados, y diputados egipcios, codo con codo con miembros de la sociedad civil, han pedido el fin de la Ley de Emergencia vigente desde 1981, que permite detenciones arbitrarias e indefinidas.
Lejos de ser sucesos aislados los movimientos de protesta contra el Gobierno se han multiplicado en los ¨²ltimos meses. La avanzada edad, los problemas de salud de Hosni Mubarak y la temida preparaci¨®n en retaguardia del traspaso de poderes a su hijo Gamal (un l¨ªder de bajo perfil de cuyo carisma muchos dudan), han hecho que otras facciones pol¨ªticas como los islamistas (e ilegalizados) Hermanos Musulmanes intenten mejorar sus posiciones para el momento en el que Mubarak salga de escena.
En medio de ese caldeado ambiente pol¨ªtico y social se ha colado como una brisa fresca el ex responsable del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) y premio Nobel de la Paz en 2005, Mohamed el Baradei. El pol¨ªtico, de 67 a?os, ha conseguido poner de su parte a la dispersa oposici¨®n para reclamar juntos medidas que permitan unas elecciones con garant¨ªas democr¨¢ticas y ha mostrado su intenci¨®n de presentarse a las presidenciales si se logran esos cambios.
Los Hermanos Musulmanes de Egipto han manifestado que prestar¨¢n todo su apoyo a El Baradei y se han comprometido a ayudar a conseguir el mill¨®n de firmas que necesita para exigir al Gobierno cambios en la Constituci¨®n para democratizar el pa¨ªs. El respaldo del partido es clave. La formaci¨®n, creada en 1929 y prohibida en 1954, puede participar en la vida pol¨ªtica presentando candidatos disfrazados de independientes al Parlamento, donde es el mayor grupo opositor con una quinta parte del hemiciclo.
?Empieza a vivir Egipto una transici¨®n? Hala Moustafa, directora del ¨¢rea de Pol¨ªtica y Democracia del centro Al Ahram de Estudios Pol¨ªticos y Estrat¨¦gicos (ACPSS), de financiaci¨®n gubernamental, tiene claro que no. "Mientras siga gobernando el mismo presidente no podremos hablar de transici¨®n pol¨ªtica". Sin embargo, destaca que se han producido "peque?os avances" en las pol¨ªticas de Mubarak. En los ¨²ltimos a?os Egipto parece haber iniciado una liberalizaci¨®n pol¨ªtica. En 2005 hubo elecciones con varios partidos por primera vez (antes los ciudadanos solo pod¨ªan decir s¨ª o no a Mubarak). El r¨¦gimen ha permitido el acceso de opositores a las elecciones como dirigentes de menor rango: miembros del Parlamento (donde el partido gobernante conserva una mayor¨ªa aplastante que no permite oposici¨®n real a sus pol¨ªticas), o administradores municipales. Pero el rais, que acaba de cumplir 82 a?os, no se ha movido de su trono en los ¨²ltimos 30.
"No es una democratizaci¨®n real", afirma Hala Moustafa. "Hay un poco m¨¢s de libertad de expresi¨®n, nuevos medios independientes a los que se deja que se opongan al Gobierno, se ha rebajado la aplicaci¨®n de la Ley de Emergencia... pero son solo un maquillaje", afirma. Algunos, como Ayman Nour, ex candidato presidencial por el partido Al Ghad (Ma?ana), tampoco se atreven a afirmar con rotundidad que haya una transici¨®n, aunque coinciden en que existen atisbos claros de cambio. "Est¨¢ ocurriendo pero a¨²n es una imagen borrosa", asegura el pol¨ªtico.
Las especulaciones en torno a la salud de Mubarak han animado a la oposici¨®n y la han unido en un frente com¨²n. "Hace cinco a?os ¨¦ramos grupos de gente dispersos", afirma el bloguero Ahmad Badawy, "pero ahora presionamos juntos". "Hab¨ªa una brecha entre la ¨¦lite pol¨ªtica y las masas en general", explica en la misma l¨ªnea Hamdeen Sabahy, miembro del vetado partido Karama. "Ahora se puede ver c¨®mo los trabajadores que se manifiestan por mejorar sus salarios se unen a los disidentes que piden cambios pol¨ªticos", afirma.
"La corrupci¨®n y el paro [con una tasa del 9,5% en un pa¨ªs de 80 millones de habitantes] hacen que cada vez sea m¨¢s dif¨ªcil ganarse el pan de cada d¨ªa", explica Ahmed Sobeia, de los Hermanos Musulmanes, que cree que Egipto est¨¢ "al principio de un cambio a¨²n por definir".
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