Derivados del hecho diferencial
Ni los socialistas m¨¢s optimistas creen que Rodr¨ªguez Zapatero pueda ganar las pr¨®ximas elecciones generales, pero los populares muestran una sonrisa de aut¨®mata cada vez que aplauden a Rajoy: no tienen ninguna fe. Siendo esto as¨ª, ?qu¨¦ decisi¨®n adoptar¨¢ la gente ante la urna? Una de las curiosidades de la pol¨ªtica es que a menudo no se vota tanto a un candidato como se deja de votar a su oponente. A veces lo que gu¨ªa la papeleta electoral es el despecho.
Quiz¨¢s la ¨²nica baza que le queda a Zapatero (porque ni los m¨¢s optimistas, de nuevo, esperan que la crisis econ¨®mica termine antes que su mandato) es el escaso gancho del l¨ªder de la desleal oposici¨®n. Rajoy se limita a criticar las medidas del Gobierno, pero no tiene coraje de plantear alternativas. A¨²n m¨¢s, cuando la imposible socialdemocracia (tanto m¨¢s imposible en una Europa avejentada y en un mundo cada vez m¨¢s din¨¢mico y abierto) se ve obligada a asumir cierta liberalizaci¨®n econ¨®mica y cierta contenci¨®n del gasto p¨²blico, el Partido Popular intensifica sus cr¨ªticas, llegando a rescatar, incluso, la peor demagogia que airea el ala izquierda del espectro. Todo partido, cuando est¨¢ en la oposici¨®n, tiene cierta licencia para practicar el travestismo ideol¨®gico, pero ver a Gonz¨¢lez Pons criticar el despido libre o apuntarse a la ret¨®rica del cambio clim¨¢tico, el reparto de los recursos o de la consideraci¨®n de la especie humana como una plaga para la Tierra, s¨®lo sirven para dejarlo a la altura de Greenpeace. Con un Gobierno socialista adoptando las medidas que adoptar¨ªa el Partido Popular (y que, como ¨¦ste no las va a tomar, ya puede criticarlas con impostada indignaci¨®n), todo se resuelve en una divertida inversi¨®n en los papeles.
Frente a eso, Euskadi sigue dando cuenta de su hecho diferencial, apuntalado recientemente por unas apasionadas declaraciones de Antonio Basagoiti: ya puede producirse en Madrid la tormenta perfecta o el diluvio universal que ¨¦l no dejar¨¢ de apoyar a Patxi L¨®pez. Basagoiti es un pol¨ªtico de verbo tosco, que a menudo se extrav¨ªa por ¨®rbitas ajenas a su argumento principal, pero al mismo tiempo emite en una longitud de onda infrecuente entre nosotros: se entiende lo que dice, algo que, por infrecuente, agrada siempre a los votantes. Con la met¨¢fora meteorol¨®gica, Basagoiti se?alaba que el acuerdo para sostener el Ejecutivo de Patxi L¨®pez por su parte est¨¢ garantizado, lo cual, en tanto no cambien otras variables electorales, deja al PNV en una posici¨®n bastante inc¨®moda. Si Batasuna se empe?a en seguir en el limbo, el actual paisaje pol¨ªtico puede prolongarse m¨¢s de lo que se?alaban las apuestas. Alejados de la corte, socialistas y populares constituyen en Euskadi un f¨¦rreo matrimonio de conveniencia: parad¨®jicamente, una nueva demostraci¨®n del hecho diferencial.
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