La gran imprenta en C¨¢diz

El Museo Litogr¨¢fico de C¨¢diz vive una segunda oportunidad. Naci¨® modestamente y ahora renace con ambici¨®n. La instalaci¨®n, promovida por el Ayuntamiento gaditano, se inaugur¨® ayer tras una profunda reforma que lo ha mantenido cerrado durante cuatro a?os. Ahora reabre sus puertas con m¨¢s de 1.000 piezas que repasan la historia de la litograf¨ªa y las grandes imprentas. Su colecci¨®n, considerada la segunda m¨¢s importante de Espa?a tras la de Barcelona, es una mirada al pasado que pretende ampliarse revisando tambi¨¦n la importancia de C¨¢diz y su entorno para el periodismo puesto que fue aqu¨ª donde hace 200 a?os naci¨® la libertad de imprenta.

La litograf¨ªa naci¨® a finales del siglo XVIII. Hasta entonces era m¨¢s o menos f¨¢cil poder poner sobre el papel letras pero un dibujo resultaba especialmente complicado, casi imposible si era en color. Este nuevo invento elimin¨® ese d¨¦ficit.

La instalaci¨®n tiene 2.500 metros cuadrados y re¨²ne m¨¢s de 1.000 piezas

La estampaci¨®n litogr¨¢fica se basa en unas piedras calizas pulimentadas en las que se hac¨ªa un dibujo con tinta grasa. Despu¨¦s se pasaba un rodillo entintado sobre la piedra, de forma que s¨®lo se impregnaban los trazos grasos del dibujo. Al final se presionaba fuertemente en un papel y se obten¨ªa el ansiado resultado. Para hacerlo realidad se necesitaban unas m¨¢quinas especiales que se desarrollaron sobre todo en Alemania.

C¨¢diz fue la tercera ciudad espa?ola, tras Madrid y Barcelona, en tener una imprenta litogr¨¢fica. Al principio hubo dificultades para desarrollarla pero despu¨¦s se forj¨® en la capital gaditana una peque?a industria especializada. Entre los m¨¢s conocidos lit¨®grafos de C¨¢diz estuvieron Jorge Wasserman y Nicolaus M¨¹ller, ambos de origen germano, que fundaron en la ciudad varios negocios de grabaci¨®n e imprenta. El siglo XX marc¨® el declive del invento pero su herencia permanece en forma de prensa, pant¨®grafos, guillotinas, mesas de dise?o o ¨²tiles de encuadernaci¨®n. Son los que ahora se exhiben en el museo.

La renovada instalaci¨®n tiene ahora 2.500 metros cuadrados en las Puertas de Tierra, superficie que est¨¢ dividida en cinco salas. Hay maquinaria, cuyo perfecto funcionamiento es comprobable por los visitantes, y m¨¢s de 1.000 piedras litografiadas procedentes de los fondos municipales. Vienen de las canteras de Baviera y algunas est¨¢n consideradas aut¨¦nticas obras de arte.

Tras el frustrado primer intento, el Ayuntamiento gaditano aspira a que el nuevo Museo Litogr¨¢fico quede integrado en la oferta tur¨ªstica de la ciudad como una visita cultural obligada en C¨¢diz. Abrir¨¢ todos los d¨ªas, salvo el lunes, en horario ininterrumpido de 09.00 a 18.00, salvo los fines de semanas, que cerrar¨¢ a las 14.00. Su futuro est¨¢ relacionado con una apuesta a¨²n m¨¢s ambiciosa que vincule este pasado industrial de la ciudad con su importancia para el periodismo, cuando en la primera mitad del siglo XIX proliferaron en C¨¢diz un sinf¨ªn de medios impresos gracias a su aire liberal.