Avispero ex sovi¨¦tico

El Asia central ex sovi¨¦tica se parece notablemente en lo peor a los Balcanes. Las etnias se entrecruzan en un mosaico de nacionalidades que trasciende las fronteras pol¨ªticas, al que en otro tiempo solo daba cierta coherencia la dictatorial gobernaci¨®n de Mosc¨². Desaparecida la URSS, la vida de las minor¨ªas en esa parte del mundo es hoy todo menos amena.

En Kirguizist¨¢n, una de esas rep¨²blicas, los enfrentamientos entre nacionales y miembros de la minor¨ªa uzbeka han causado desde el jueves m¨¢s de un centenar de muertos y decenas de miles de refugiados, que han huido a la vecina Uzbekist¨¢n, aunque se especula con que el trasfondo de los combates sea una lucha por el poder. En abril, el presidente Kurmanbek Bakiyev fue depuesto en un golpe a cuyos l¨ªderes se les llenaba la boca hablando de restablecimiento de la democracia, aspiraci¨®n que, efectivamente, no figuraba entre las prioridades del l¨ªder derrocado. Los golpistas instalaron como presidente provisional a Rosa Otunbaieva y anunciaron elecciones para el pr¨®ximo octubre. Pero la nueva Administraci¨®n no controlaba todo el pa¨ªs, donde especialmente en el sur, escenario de los peores enfrentamientos, Bakiyev reten¨ªa importantes apoyos.

El anterior gobernante hab¨ªa tratado de equilibrar influencias, la rusa y la norteamericana, en cumplimiento de lo cual el pa¨ªs alberga sendas bases, una de Mosc¨² y otra de Washington, esta ¨²ltima punto de tr¨¢nsito para los suministros con destino a la guerra de Afganist¨¢n. Pero la nueva Administraci¨®n parec¨ªa inclinarse mucho m¨¢s por Rusia, que se asegura que tuvo mano en el golpe. Y, ante el grave brote de violencia, ha pedido a Mosc¨² que env¨ªe fuerzas de pacificaci¨®n. El presidente Dmitri Medv¨¦dev prefiere, sin embargo, esperar y ver y solo va a despachar refuerzos para guarnecer las instalaciones propias en el pa¨ªs.

El problema de fondo, y sin minusvalorar el papel desestabilizador de las potencias extranjeras en la zona, es de falta de democracia. Lo que se ha visto del poder m¨¢s o menos reinante, y pese al anuncio electoral, no justifica tampoco el optimismo. Con variaciones sobre el propio terreno, las cinco rep¨²blicas del Asia central ex sovi¨¦tica (Kazajist¨¢n, Kirguist¨¢n, Uzbekist¨¢n, Turkmenist¨¢n y Tayikist¨¢n) no han sabido nunca qu¨¦ es eso de la democracia; un aprendizaje que ha costado a todos sangre, sudor y l¨¢grimas.