Gana Brasil, juega Espa?a
La 'canarinha' despacha a Corea del Norte con un mon¨®logo de Maicon y poco m¨¢s - Cristiano Ronaldo se gripa y Portugal solo empata con Costa de Marfil - Del Bosque, con la duda de Iniesta, apela a la humildad en el estreno espa?ol ante Suiza
Un talento de largo recorrido como Maicon rescata a un Brasil m¨¢s eficaz que cosm¨¦tico, Cristiano Ronaldo se gripa con Portugal, apunta alto Messi con Argentina, Green purga la maldici¨®n de Inglaterra bajo los palos, ?zil maquilla a la metal¨²rgica Alemania, Elia agita el caladero de Holanda e Italia se momifica. Solo falta Espa?a, el ¨²ltimo candidato en pasar revista. De sus adversarios, nadie ha deslumbrado como lo ha hecho la selecci¨®n de Luis Aragon¨¦s antes y de Vicente del Bosque ahora. Le ha llegado el momento de la gran graduaci¨®n. En el equipo espa?ol prevalece el arte de jugar. Llegados a esta estaci¨®n sudafricana, debe perpetuar el arte de ganar, como en Viena.
Pero la Eurocopa es historia, solo un referente. En el f¨²tbol, ma?ana es el ayer. Por ello, Del Bosque insiste con machaconer¨ªa en ensalzar el valor de la humildad. La primera cita, Suiza, un equipo de vuelo raso pero bien organizado, con un t¨¦cnico experto y capaz, Ottmar Hitzfeld, y que se despidi¨® de Alemania 2006 sin perder un encuentro. En la fase clasificatoria fue primera de grupo, por delante de Grecia, y evit¨® la repesca. Credenciales suficientes para que el equipo espa?ol afronte el reto con tanto optimismo como prudencia. De ello se ha encargado Del Bosque y este grupo es permeable a sus mensajes sensatos. C¨®mo administrar a Iniesta es la ¨²nica incertidumbre. El Mundial tiene recorrido y Del Bosque no quiere precipitarse. No es hora de riesgos. Hay repuestos y la fragilidad del azulgrana requiere un mimo especial.
Mientras calienta Espa?a, Cristiano se enfr¨ªa con Portugal, donde hiberna desde hace meses. Su estreno ante Costa de Marfil fue decepcionante. A su rueda no hubo aliados y Portugal le dio muy poco. Por libre, un remate al poste, una tarjeta amarilla y unos cuantos gestos irascibles fueron toda su huella. La salida de Drogba no alter¨® el duelo y ambos equipos sellaron el 0-0. Brasil y Corea del Norte dar¨¢n su veredicto.
No hay Mundial sin Brasil. As¨ª que cada aparici¨®n de la canarinha es portada. Su leyenda le precede. El f¨²tbol hace tiempo que no: desde el Mundial de 1994, con Dunga, ahora seleccionador, como medio matraca simb¨®lico de la mutaci¨®n brasile?a. Brasil alcanz¨® la c¨²spide en 1970, punto culminante de su oper¨ªstica trayectoria. Desde aquel f¨²tbol que extasi¨® al mundo entero lleg¨® el destierro en los siguientes cinco campeonatos. La amarga derrota del equipo del 82, con Zico, Junior, Fal?ao y S¨®crates en los violines, fue el punto final. Sin ¨¦xitos, en Brasil el f¨²tbol perdi¨® la sonrisa. Siempre hubo excepciones, como Ronaldo, pero, despojada de sus encantos naturales, la selecci¨®n se entreg¨® al absolutismo mercantilista y El Fen¨®meno lo pag¨® en el 98 antes de su repunte en el torneo asi¨¢tico de cuatro a?os despu¨¦s.
Hoy, Brasil juega con cors¨¦, pero la veta de grandes jugadores no se ha secado, ni mucho menos. Maicon, el poderos¨ªsimo, lateral del Inter, es uno de ellos. La producci¨®n de laterales en Brasil es inagotable: Carlos Alberto, Junior, Edinho, Jorginho, Caf¨², Roberto Carlos... Al fin y al cabo, la mayor¨ªa tiene un delantero en las entra?as, pero ante la competencia aceptan dar un paso atr¨¢s para dar muchos hacia delante. Solo un prodigioso tanto de Maicon quebr¨® la resistencia norcoreana a los 55 minutos (Elano hizo luego el 2-0 y Ji Yun-nam el 2-1). El lateral irrumpi¨® con el turbo por la orilla derecha, ech¨® un vistazo al portero rival, vio una rendija y sac¨® el manual para algunos privilegiados: el remate con el empeine exterior y en plena aceleraci¨®n. A Brasil, incluso al Brasil m¨¢s empachoso, nunca le faltan solistas. Anoche sembr¨® el monocultivo de Maicon. Suficiente.
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