La resonancia magn¨¦tica se perfila como detector de mentiras
El uso forense de las im¨¢genes cerebrales plantea problemas de privacidad
Recuerda la empresa Cephos, una de las dos que en Estados Unidos m¨¢s activamente promocionan el uso de la resonancia magn¨¦tica funcional para "saber la verdad" (la otra es No Lie MRI), que ya hay 30 art¨ªculos cient¨ªficos publicados sobre los cambios detectables en el flujo sangu¨ªneo cerebral cuando se miente o se piensa deshonestamente. Uno de ellos, publicado el a?o pasado, se titula: Patrones de actividad neuronal asociados a decisiones morales honestas y deshonestas, y el t¨ªtulo de otro empieza: La verdad sobre la mentira. El desacreditado pol¨ªgrafo est¨¢ dando paso a otra t¨¦cnica m¨¢s avanzada, con mayores posibilidades de leer el pensamiento.
?Significa toda esta actividad acad¨¦mica que las t¨¦cnicas de imagen cerebral en vivo est¨¢n maduras para ser usadas, como las de identificaci¨®n gen¨¦tica, en los juicios y tambi¨¦n en otros usos forenses? A pesar de diversos intentos en los ¨²ltimos a?os, por ahora la respuesta es no, la misma que ha dado un juez federal de Tennessee (Estados Unidos) hace unos d¨ªas. Un acusado de defraudar a los servicios de salud, p¨²blicos y privados, quiso demostrar con registros de su actividad cerebral que no lo hizo intencionadamente, pero el juez Tu Pham concluy¨® que los esc¨¢neres no presentan por el momento el nivel requerido para convertirse en pruebas cient¨ªficas.
Un juez de EE UU ha rechazado la t¨¦cnica por inmadura
Los experimentos han hallado la firma cerebral del enga?o
Muchos cient¨ªficos se han pronunciado en contra de su uso, y no solo porque no est¨¦ madura todav¨ªa la t¨¦cnica, si es que lo est¨¢ alguna vez, sino tambi¨¦n porque representan un paso adelante m¨¢s en el acecho a la mayor privacidad posible, la del pensamiento. Mientras tanto, las empresas se muestran creativas. No quieren solo estar en los juicios, ven muchos m¨¢s usos posibles para la tecnolog¨ªa mientras llega el asalto a los tribunales. Empresas de seguridad, de seguros, incluso las de inversiones y las financieras pueden reducir riesgos si se aseguran de la honestidad de sus clientes y empleados, incluidos los que ocupan cargos de alto nivel, aseguran.
Adem¨¢s, est¨¢ la permanente zona gris de la enfermedad mental. Los abogados podr¨ªan defender mejor a sus clientes si aducen enfermedades mentales constatables en una imagen por resonancia magn¨¦tica. Ya se ha dado un caso, el a?o pasado en Estados Unidos, en que un acusado al que se le ped¨ªa pena de muerte pudo presentar im¨¢genes de su funcionamiento cerebral y el an¨¢lisis consiguiente, hecho por el experto Kent Kiehl, como prueba de que es un psic¨®pata. A pesar de ello fue condenado a muerte en primera instancia.
En el caso de Tennessee, los expertos han estado muy atentos. "Es muy emocionante, representa la interacci¨®n entre la neurociencia y la sociedad", declar¨® a la revista Science la neurocient¨ªfica Martha Farah, que acudi¨® al juicio. Sin embargo, Farah es esc¨¦ptica sobre la utilidad de la resonancia magn¨¦tica en los tribunales, sobre todo porque los experimentos cient¨ªficos se han hecho con muy pocos sujetos y en ambiente controlado, algo muy distinto de la vida real, por lo que no se conoce la tasa de error verdadera.
?Es adecuado utilizar t¨¦cnicas de imagen cerebral para saber si un sospechoso de pederastia result¨® atra¨ªdo por su v¨ªctima? ?Y para saber si un testigo miente cuando declara o si un da?o cerebral impide a un criminal ser responsable de sus actos? Estas y otras preguntas son las que se han hecho los participantes en una reuni¨®n de expertos celebrada la pasada semana en Glasgow (Reino Unido) sobre los problemas que plantea el uso forense de la resonancia magn¨¦tica funcional y otras t¨¦cnicas. Uno de los mayores riesgos es que se utilice para decidir dejar en libertad condicional a determinados convictos antes de que terminen de cumplir su pena. "Los derechos humanos, la privacidad, el juicio justo y el derecho a no autoincriminarse necesitan protecci¨®n", se?alan los organizadores del congreso, quienes concluyeron que es necesaria una regulaci¨®n para impedir que los esc¨¢neres cerebrales sean utilizados indebidamente en los tribunales, las compa?¨ªas de seguros o las empresas en general.
Burkhard Schafer, de la Universidad de Edimburgo, ha advertido de que existen problemas para su uso, tanto desde el punto de vista cient¨ªfico y tecnol¨®gico como desde el punto de vista de la privacidad. "Tras la miner¨ªa de datos y los perfiles por Internet, las im¨¢genes cerebrales podr¨ªan convertirse en la siguiente frontera de la guerra de la privacidad".
La promesa de poder leer el pensamiento de una persona resulta muy atractiva y algunas de las posibles aplicaciones ser¨ªan muy beneficiosas, seg¨²n este experto. "Sin embargo, la combinaci¨®n de las expectativas exageradas presentadas por las empresas, la falta de una regulaci¨®n legal adecuada y el poder persuasivo de las im¨¢genes representa un peligro muy real para los ciudadanos. Debemos de estar preparados", declar¨® a la BBC.
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