La clave del ¨¦xito: el colegio

?Qu¨¦ es lo que hace que la educaci¨®n en una comunidad aut¨®noma funcione mejor que en otra? En la evaluaci¨®n de 4? de Primaria (10 a?os) que acaba de publicar el Ministerio de Educaci¨®n hay varias pistas. Las comunidades peque?as, con pocos alumnos, se defienden mejor (La Rioja, Cantabria, Navarra, Asturias), los condicionantes sociales y econ¨®micos pesan enormemente, el gasto por alumno influye en los resultados globales, la tasa de repetici¨®n o el n¨²mero de chicos por profesor tambi¨¦n. Pero nada de esto explica por qu¨¦ en algunos casos, con una cifra importante de alumnos, unos tienen mejores resultados que otros (Madrid que la Comunidad Valenciana); con niveles socioecon¨®micos y educativos similares o menores pasa lo mismo (La Rioja lo hace mejor que Pa¨ªs Vasco o Castilla-La Mancha que la Comunidad Valenciana); o con menos gasto por alumno (Madrid que la Comunidad Valenciana, o Arag¨®n y Catalu?a), o con muchos inmigrantes (La Rioja). Casi 29.000 alumnos de 887 centros, m¨¢s de 1.300 familias y 874 equipos directivos han participado en el estudio.

Ning¨²n factor explica por s¨ª solo las diferencias entre comunidades

Las escuelas espa?olas son equitativas, pero les falta calidad

El gasto importa, pero a partir de cierto nivel lo crucial es en qu¨¦ se invierte

"El problema puede estar en qu¨¦ y c¨®mo se ense?a", dice un docente

Los estudiantes se saben la teor¨ªa pero fallan a la hora de aplicarla

"Es el c¨¢ncer del academicismo", dice un catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa

Claro que todo esto tiene posibles explicaciones si se rasca un poco m¨¢s bajo la superficie: el trabajo f¨¢cil de baja cualificaci¨®n que ha habido en la construcci¨®n o el turismo durante muchos a?os en Baleares o Catalu?a, y en general, en el arco mediterr¨¢neo; el tipo de inmigraci¨®n de cada comunidad, el punto del que part¨ªa cada una. O que a partir de cierto de nivel de gasto hay que enfocar mucho mejor ad¨®nde se dirige, porque puede no servir para mucho, seg¨²n explic¨® la secretaria de Estado de Educaci¨®n, Eva Almunia -aunque no lo mencion¨®, el paradigma de esta idea es Pa¨ªs Vasco, con un gasto por alumno muy por encima de la media, pero unos resultados, al menos en este estudio, en el pelot¨®n medio-.

Desde que vio la luz en 2001 el primer informe Pisa de la OCDE, pol¨ªticos y estudiosos se han afanado en buscar el secreto, la f¨®rmula m¨¢gica de los buenos resultados educativos. Sin embargo, una de las principales ense?anzas que suele se?alar el director de Pisa, Andreas Schleicher, es que los pa¨ªses con buenos resultados pueden dar ejemplos de ¨¦xito, pistas sobre medidas que funcionan o que, al menos, funcionan en ciertos contextos, pero insiste en que ning¨²n sistema es trasplantable, sin m¨¢s, de un pa¨ªs a otro. Algo parecido se podr¨ªa inferir para las comunidades aut¨®nomas en Espa?a, salvando las distancias, ya que el esquema del sistema es igual en todas, pero la mejor soluci¨®n en una no tiene por qu¨¦ ser buena en otra. Y, yendo a¨²n m¨¢s all¨¢, la mejor soluci¨®n en un centro quiz¨¢ no sirva en otro.

De hecho, las diferencias medias entre comunidades llegan a los 70 puntos (sobre una media de 500), seg¨²n la evaluaci¨®n de 4? de primaria, que, precisamente al estilo de Pisa, ha examinado las competencias de los alumnos de 10 a?os (lo que saben hacer con lo que se les ense?a). Entre colegios de una misma autonom¨ªa puede llegar a los 150-200 puntos, las diferencias dentro de cada centro escolar pueden superar los 400 puntos. Estas ¨²ltimas son las mayores desigualdades que se?ala el estudio y se dan en el mismo barrio, la misma ciudad de una comunidad aut¨®noma, con un gasto por alumno similar y exactamente los mismos recursos.

"Hemos visto que lo importante es lo que ocurra dentro del centro", asegura el director del Instituto de Evaluaci¨®n, encargado del estudio, Enrique Roca. La secretaria de Estado Eva Almunia habl¨® entonces de las recetas a aplicar en consecuencia. Esto es, programas y medidas para atender de manera distinta a diferentes alumnos (a los que van peor, un 15% en lengua, y un 16% en matem¨¢ticas, ciencias y sociales), pero tambi¨¦n a los que van mejor, para intentar ensanchar el escuchimizado apartado de los alumnos excelentes (8% en lengua y sociales; 7% en matem¨¢ticas y ciencias). El sistema educativo espa?ol es equitativo (dos tercios de los alumnos tienen puntuaciones medias), pero falla claramente a la hora de atender a la diferencia, y lo m¨¢s preocupante es que esto parece ser as¨ª a los 10 a?os y a los 15 (el informe Pisa mide las competencias de los alumnos de esa edad).

Y para mejorar, una de las piezas m¨¢s importantes que se?al¨® Almunia es dar autonom¨ªa a los centros, darles la flexibilidad para adaptarse a situaciones y alumnos muy distintos. La secretaria de Estado habl¨® de una especie de segunda descentralizaci¨®n de la educaci¨®n. La primera fue hace 10 a?os con la transferencia de competencias a las comunidades aut¨®nomas; ahora ser¨ªa desde estas a los centros. "Si la descentralizaci¨®n auton¨®mica ha sido positiva para la educaci¨®n, tenemos que pensar ahora en descentralizar a los centros ciertas medidas", dijo.

Precisamente, esa es una de las permanentes peticiones de los directores de instituto. Hace algunas semanas, preguntado por una propuesta para gastar mejor en educaci¨®n, el presidente de la asociaci¨®n de directivos de centros p¨²blicos Fedadi, Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez, dijo: "Impulsar medidas que fomenten la autonom¨ªa econ¨®mica de los centros. Por una raz¨®n muy sencilla: el gasto educativo, cuando lo hacen los centros, es much¨ªsimo m¨¢s eficiente y much¨ªsimo m¨¢s eficaz. Compramos m¨¢s con el mismo dinero y, sobre todo, compramos las cosas que nos hacen falta".

Pero no se queda solo en la gesti¨®n del dinero. Mart¨ªnez habla de mayor autonom¨ªa de gesti¨®n de personal: m¨¢s participaci¨®n del equipo directivo a la hora de seleccionar al profesorado del centro o m¨¢s flexibilidad para elegir piezas clave en un centro como los jefes de departamento. "No est¨¢ demostrado que la descentralizaci¨®n auton¨®mica mejore los resultados educativos, al menos no en todos los casos, pero s¨ª est¨¢ demostrado que la autonom¨ªa de los centros los mejora", a?ade. "Pero con rendici¨®n de cuentas, claro que s¨ª: si no, no funcionar¨ªa", concluye el director. Esto es lo que se puede inferir, efectivamente, del estudio de evaluaci¨®n de Primaria, pero tambi¨¦n es algo en lo que insisten una y otra vez los responsables del informe Pisa.

Pero no son importantes solo las cuestiones organizativas y la autonom¨ªa cuando se dice que la clave es lo que ocurre en cada centro. "Por desgracia, cada vez que se habla de cambiar la educaci¨®n se habla de tocar la estructura del sistema, cuando uno de nuestros grandes problemas puede que est¨¦ en lo que se ense?a y en c¨®mo se ense?a, el negativo papel de los libros de texto, la ausencia de mecanismos eficaces de mejora del rendimiento del sistema", asegura el profesor de Psicolog¨ªa Evolutiva y de la Educaci¨®n de la Universidad de Sevilla Jes¨²s Palacios.

De hecho, al fijar la vista en los resultados concretos que han obtenido los alumnos de 10 a?os, resulta que los chavales de esa edad -al igual que los 15 a?os, seg¨²n Pisa- van bien de teor¨ªa (tienen los datos, los conocimientos), pero fallan en su aplicaci¨®n. En competencia ling¨¹¨ªstica comprenden lo que leen, pero tienen dificultades a la hora de reflexionar sobre ello y valorarlo. Y, por escrito, les cuesta darle coherencia y cohesi¨®n a un texto.

Estos problemas, recuerda el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense Rafael Feito, ya se han se?alado en otros estudios. "No somos muy malos en aplicar f¨®rmulas matem¨¢ticas o en entender un texto -sea en castellano o en ingl¨¦s-. Sin embargo, se nos da peor resolver problemas o expresarnos". Feito recuerda, asimismo, que el informe Talis de la OCDE -una macroencuesta hecha a 70.000 profesores de 23 pa¨ªses-, "ya detect¨® que Espa?a es uno de los pa¨ªses en que el profesorado tiene mayor apego a la docencia basada en la transmisi¨®n directa", es decir, en la que el profesor habla y el alumno escucha y aprende. O no. En el lado contrario, estar¨ªa una ense?anza m¨¢s participativa del alumno, probablemente m¨¢s adecuada si lo que se pretende es que los estudiantes no solo adquieran conocimientos, sino que les sirvan para aplicarlos en su vida a distintas situaciones y contextos.

Lo que puede resultar un poco esquizofr¨¦nico es que los contenidos y los m¨¦todos de ense?anza apunten en una direcci¨®n, y luego se trate de diagnosticar el sistema midiendo otras cosas. "En la actualidad, aunque la LOE [la ley educativa en vigor] establece entre sus objetivos la adquisici¨®n de competencias b¨¢sicas", los decretos de curr¨ªculo de las comunidades se han mantenido "sin producirse una actualizaci¨®n real de los mismos, lo que condiciona en todo momento el trabajo del profesorado y del alumnado", se quejaba en una nota la asociaci¨®n laica de padres de alumnos Ceapa (mayoritaria en la escuela p¨²blica).

La asociaci¨®n, tras conocer la evaluaci¨®n de Primaria, reclam¨® "superar viejas concepciones como el de las supuestas bondades de incrementar el curr¨ªculo educativo o promover la repetici¨®n de curso. Este informe de evaluaci¨®n demuestra que la repetici¨®n no es una medida que redunde en una mejora del nivel acad¨¦mico".

Es cierto que la evaluaci¨®n carga contra algunos mitos educativos. Adem¨¢s de la repetici¨®n -los repetidores no mejoran al estar un a?o m¨¢s en el mismo curso haciendo lo mismo, sino que obtienen unos 70 puntos menos de media que sus compa?eros m¨¢s j¨®venes-, dice que los inmigrantes sacan unos 30 puntos menos que los espa?oles, pero apenas afectan a los resultados de su clase: un 15% de alumnado extranjero en un aula bajan la media unos 10 puntos, "lo que est¨¢ en el borde de lo estad¨ªsticamente significativo", asegura Roca. La cuesti¨®n es que algunos centros de algunas ciudades se ha llegado al 80%.

En cualquier caso, muchos expertos recomiendan tener precauci¨®n con las interpretaciones de este tipo de estudios. Los resultados educativos son "una combinaci¨®n muy compleja de muchos factores y es muy importante no simplificar. No se puede decir que una comunidad es mejor que otra porque depende de en qu¨¦ se fije uno", dice el catedr¨¢tico de Did¨¢ctica de la Universidad de Valencia Jos¨¦ Gimeno Sacrist¨¢n. De ese modo, aunque una lectura muy clara de esta evaluaci¨®n puede apuntar esa necesidad de una mayor autonom¨ªa para los centros y de una ense?anza m¨¢s participativa, puede haber otras. Y, sobre todo, algunos expertos suelen insistir en que no hay que creerse las f¨®rmulas m¨¢gicas y que hay que ser conscientes de que es muy dif¨ªcil mejorar los resultados educativos. Otros, sin embargo, dicen que las cosas en algunos sitios est¨¢n tan mal, que no tendr¨ªa por qu¨¦ tardar en verse la mejora. Gimeno Sacrist¨¢n apunta a que condicionantes de los buenos resultados educativos que son muy dif¨ªciles de medir y que son, sin embargo, si no los m¨¢s importantes, s¨ª fundamentales, como la motivaci¨®n de alumno, las ganas de aprender o la implicaci¨®n de las familias.

Pero eso tambi¨¦n lo dice uno de los responsables de la evaluaci¨®n de 4? de Primaria, Enrique Roca, consciente de la dificultad de medir esos factores, pero apoy¨¢ndose en uno de los resultados del informe. Entre los factores medidos en el trabajo que m¨¢s condicionan los resultados de los chavales, de los que marcan m¨¢s diferencias son las expectativas educativas de los padres para sus hijos y de los propios alumnos (aunque en ni?os de 10 a?os lo m¨¢s probable es que sean las mismas): entre los que esperan que lleguen a terminar la ESO y los que aspiran a un t¨ªtulo universitario la diferencia es de unos 76 puntos. Y esto se puede relacionar a¨²n con m¨¢s datos. El ¨ªndice socioeducativo y cultural de la familia influye en el resultado de forma muy importante, pero el componente de este ¨ªndice que influye es el n¨²mero de libros en las estanter¨ªas familiares (de 80 puntos entre los que tienen menos de 10 y los que tienen m¨¢s de 100). As¨ª, ser¨ªa l¨®gico pensar que ese ¨ªndice est¨¢ muy relacionado con el de las expectativas de los padres, con la motivaci¨®n, el apoyo familiar.