Holanda ampl¨ªa la eutanasia para los enfermos inconscientes

La Asociaci¨®n Holandesa de M¨¦dicos ha elaborado una directriz para despejar las dudas de los facultativos a la hora de aplicar la eutanasia. Incluye espec¨ªficamente a los enfermos que la pidieron en su d¨ªa, pero han entrado en un estado de semiinconsciencia que les impide comunicarse. La instrucci¨®n, aprobada por los ministerios de Sanidad y Justicia y por la Fiscal¨ªa General del Estado, se centra en medir el grado de dolor. Si se considera insoportable, la eutanasia sigue adelante. Por el contrario, si el especialista duda acerca de la intensidad del padecimiento o el paciente est¨¢ en coma, la medida es descartada. La gu¨ªa ha sido discutida durante casi cuatro a?os y no modifica la Ley de Eutanasia, aprobada en 2001. Por eso no ha sido necesario remitirla al Parlamento para su aprobaci¨®n.

El a?o pasado 2.636 personas pidieron que se les quitara la vida

La eutanasia induce a veces a confusi¨®n. Incluso en Holanda, donde la apoya cerca del 85% de la poblaci¨®n. Su pr¨¢ctica contin¨²a penalizada hasta con 12 a?os de c¨¢rcel de no cumplirse estos requisitos: el enfermo debe padecer sufrimientos insoportables y sin mejor¨ªa posible; pedirla con ¨¦nfasis y de forma repetida; el m¨¦dico tiene que pedir una segunda opini¨®n e informar a una de las cinco comisiones regionales que analizan los casos. Con todo, muchos m¨¦dicos creen que ante una p¨¦rdida de consciencia del paciente la situaci¨®n cambia. Que a pesar de haber acordado que le ayudar¨ªan a morir cuando pod¨ªa hablar, la ley no les amparar¨¢. "La gu¨ªa pretende clarificar y distinguir las diferentes formas de consciencia para orientarles y despejar estas dudas penales", se?ala la asociaci¨®n colegial. Como la familia no tiene poder de decisi¨®n en los casos de eutanasia adulta -entre 12 y 16 a?os deben consentir los padres, y entre 16 y 17 forman parte de la toma de decisi¨®n- la medici¨®n de dolor resulta esencial.

El modelo escogido es la denominada Escala de Coma de Glasgow, usada normalmente para evaluar el nivel de consciencia en traumatismos craneoencef¨¢licos. Incluye una tabla de valores entre el 3 y el 15. Una puntuaci¨®n derivada de la respuesta dada por el enfermo a est¨ªmulos externos. Se mide desde el grado de apertura ocular y respuesta motora o verbal a la reacci¨®n ante un pinchazo. "Con seis o menos puntos, se deduce que apenas nota el dolor [porque est¨¢ en coma]. No hay lugar para la eutanasia. A partir de siete, el dolor puede ser insoportable. El m¨¦dico decidir¨¢ si los cuidados paliativos bastar¨¢n para contenerlo, o bien seguir adelante con la eutanasia", a?ade la documentaci¨®n de la Asociaci¨®n de M¨¦dicos.

Reducir la sedaci¨®n para obtener una respuesta que clarifique la situaci¨®n del doliente no se considera ¨¦tico. "Nos perder¨ªan la confianza. El acuerdo de eutanasia era firme, y la medicaci¨®n prescrita, adecuada al momento de la enfermedad", se?ala un m¨¦dico de cabecera de La Haya que prefiere mantener el anonimato.

No es un comentario hecho a la ligera. La eutanasia requiere que el paciente conf¨ªe plenamente en su m¨¦dico. Le tranquiliza saber que le allanar¨¢ el camino para poner fin a su vida cuando ya no pueda m¨¢s con sus padecimientos. En estos momentos, la ley se?ala que "el sufrimiento sin perspectivas de mejora lo determina el facultativo, obligado a discutir todos los tratamientos posibles con su paciente". En cambio, "el sufrimiento insoportable es m¨¢s dif¨ªcil de objetivar". El peso emotivo no lo suaviza la nueva directriz, que s¨ª "espera contribuir a que la apreciaci¨®n de un dolor intolerable, agravada por la falta de consciencia, sea menos subjetiva".

La nueva gu¨ªa ha coincidido con la publicaci¨®n de las ¨²ltimas cifras sobre las eutanasias practicadas en 2009. Obtenidas por las comisiones regionales que la eval¨²an, arrojan un aumento del 13% (2.636 casos) con respecto al a?o pasado. "Tal vez el tab¨² empieza a desaparecer. Tambi¨¦n es posible que los m¨¦dicos la reporten con mayor frecuencia. O bien que antes la tomaran como una forma extrema de cuidados paliativos", seg¨²n sus portavoces.

Un 85% de los pacientes sufr¨ªa diversos tipos de c¨¢ncer, y estaban desesperados por el dolor y la p¨¦rdida de independencia. Un 80% falleci¨® en casa. El resto, en hospitales y centros especializados en enfermos desahuciados.