La venganza de los 'amateurs'
A Remigio se le desencaja la cara cuando ve los pechos turgentes. Su dentadura est¨¢ hecha un asco. Es miope. No se quita los calcetines cuando practica sexo. Y si le dicen que se lave, ¨¦l se niega. Remigio es una joya, vamos. Es uno de los alter egos de Torbe, o lo que es lo mismo: Nacho Allende, un bilba¨ªno de 41 a?os con vello en la espalda y la barriga. Un hombret¨®n de un metro noventa que est¨¢ pasado de kilos y guarda un instrumento que ¨¦l llama micropene: 9 cent¨ªmetros en reposo y 13 en erecci¨®n. Casi la media de los espa?oles. No hay rastro de m¨²sculos ni del arma de destrucci¨®n que se gastan actores como Nacho Vidal. Al parecer, es lo de menos, porque unos cien mil usuarios visitan al d¨ªa la p¨¢gina web de Nacho, www.putalocura.com, donde este antih¨¦roe lo da todo ante profesionales del sexo y chicas de la calle.
"Hostia, t¨ªo, eres un crack". La voz viene de lejos. En la Puerta del Sol de Madrid, un d¨ªa cualquiera a las siete de la tarde, un veintea?ero se abalanza sobre Torbe. Y se hace una foto con ¨¦l. La gente lo reconoce y le saluda. ?Qu¨¦ les da? "Estamos hartos del porno de siempre, donde no se juega con el morbo. Se me ocurri¨® hacer algo disparatado, divertido, friki. Para echarte unas risas con los colegas". Y ha conectado con un p¨²blico de entre 18? y 35 a?os que se siente identificado. Es como ver en plena acci¨®n y sin aditivos al vecino del quinto. O a uno mismo. La industria del porno espa?ol est¨¢ de u?as ante este advenedizo que no se ajusta a las reglas del juego.
Lo 'amateur' est¨¢ de moda. La web 2.0, con su interacci¨®n y el protagonismo de los usuarios, ha dado el poder a la gente de la calle. Torbe s¨®lo es la punta de lanza. Existen millones de blogs en todo el mundo de personas que quieren contar sus vidas o hacerse fuertes en un ¨¢mbito de conocimiento concreto. MySpace da la oportunidad de mostrar los pinitos musicales de cualquiera. YouTube est¨¢ inundado de v¨ªdeos de gente que se ha grabado a s¨ª misma haciendo payasadas o que muestra sus creaciones audiovisuales. Portales como www.porntube.com y www.xtube.com permiten subir v¨ªdeos pornos caseros. La Wikipedia le gana la partida a la enciclopedia por tomos que se alineaba hasta hace poco en el mueble del sal¨®n de todas las casas. Y se imponen las gu¨ªas urbanas online elaboradas por ciudadanos an¨®nimos antes que las de instituciones como Lonely Planet, por las que hay que pagar.
Mar¨ªa Gij¨®n tiene 28 a?os y las u?as pintadas de negro. Trabaja en una gestora de fondos econ¨®micos y le vicia cenar fuera de casa, las compras y el mundo de la moda. Es una gu¨ªa andante. A los 15 a?os empez¨® a recopilar en un cuaderno todos esos sitios que le gustaban, hasta tal punto, que sus amigos y compa?eros de trabajo se pasaban de mano en mano el bloc para fotocopiarlo. Hace poco m¨¢s de un a?o descubri¨® 11870, un portal donde los usuarios recomiendan sus lugares preferidos de cualquier ciudad. Ahora, Mar¨ªa tiene 1.292 sitios guardados y 63 seguidores que dicen am¨¦n a lo que ella escriba. "Pero yo lo hago por puro hobby", se excusa modesta. "Me da mucha rabia tener que ir a los mismos lugares, o que las gu¨ªas de siempre no est¨¦n actualizadas o que se equivoquen con el precio. Adem¨¢s, nunca sabes si hay intereses ocultos en sugerir este sitio o el otro".
Hay voces que critican este establishment paralelo al de la cultura tradicional. Andrew Keen es un veterano empresario ligado a Silicon Valley que ha ganado fama con su libro The cult of amateur (el culto del amateur'), publicado en 2007. El subt¨ªtulo tiene miga: How today's Internet is killing our culture (c¨®mo Internet est¨¢ matando hoy nuestra cultura). "Los amateurs dan su trabajo gratis y por eso est¨¢n minando el valor del contenido profesional de pago", opina. "Eso generar¨¢ una vida cultural cada vez m¨¢s empobrecida que transformar¨¢ el negocio de la cultura desde una ¨¦lite profesionalizada hasta la ley de la calle. Tenemos demasiadas opiniones y poca calidad". Keen cree que la informaci¨®n generada por los internautas no es fiable. Echa de menos la exactitud de los datos.
?ste es uno de los puntos flacos que se le achacan a Wikipedia, la popular enciclopedia online, con una comunidad global de m¨¢s de 150.000 voluntarios. Hay estudios que afirman que sus errores no son mayores que los de la Enciclopedia Brit¨¢nica. Imma Tubella, rectora de la Universitat Oberta de Catalunya e investigadora sobre nuevos medios, asegura que los profesionales han perdido el monopolio del conocimiento. "La gente se f¨ªa m¨¢s de su entorno social organizado en redes. Estamos ante un nuevo patr¨®n de conocimiento. El sistema cl¨¢sico de aprendizaje y consumo cultural ya no sirve. Estamos ante un conocimiento basado en el compartir, en la inteligencia colectiva. Hemos dejado atr¨¢s la cultura monacal descrita por Umberto Eco en El nombre de la rosa. Hay quien todav¨ªa siente nostalgia de aquellos tiempos. Yo no".
Luis Ulzurrun vive en Valencia, tiene 44 a?os y se adapta a la nueva era a base de golpes. Por las ma?anas es un se?or enchaquetado que trabaja en un banco. Por las tardes es B25es, cuando edita la Wikipedia. Tiene cerca de 30.000 art¨ªculos creados, el usuario m¨¢s prol¨ªfico de la versi¨®n castellana de la enciclopedia. Su punto fuerte es la geograf¨ªa. Su pasi¨®n.
Casi cuatro a?os emple¨® Juan Manuel Men¨¦ndez (alias A. Febus) en recopilar informaci¨®n. Testimonios orales, documentos y peri¨®dicos de las hemerotecas. Objetivo: reconstruir la vida de su abuelo, Jaime Men¨¦ndez, El Chato, periodista cercano a la Generaci¨®n del 27. Fue el primer espa?ol en formar parte de la redacci¨®n de The New York Times. En Madrid dirigi¨® el diario El?Sol y fue encerrado en un campo de concentraci¨®n. Juan Manuel public¨® su libro La epopeya de El Chato en la editorial online Bubok, que imprime los t¨ªtulos bajo demanda. Hoy ha vendido m¨¢s de 200 ejemplares y ha aparecido en televisiones y radios a nivel nacional. ?Y eso? Ha sido la primera persona en documentar la labor de cr¨ªtica al franquismo que ejerci¨® el diario Espa?a de T¨¢nger, donde trabaj¨® su abuelo. Tantos han sido sus descubrimientos, que present¨® el volumen en la Asociaci¨®n de la Prensa y en el Ateneo de Madrid. Y Juan Manuel anda sorprendido porque ¨¦l es entrenador personal en un gimnasio de Madrid.
"El concepto de 'amateur' es relativo, porque todos somos expertos en alg¨²n ¨¢mbito y nos podemos convertir en prescriptores? o referencias para otros", apunta Felipe Romero, de la agencia de investigaci¨®n de consumo y tecnolog¨ªa The Cocktail Analysis. "Estamos en un mundo en el que la profesionalidad tiene menos que ver con los t¨ªtulos que con el resultado final de tu trabajo. La noci¨®n de intrusismo est¨¢ siendo revisada", remacha V¨ªctor Gil, soci¨®logo y director de la firma de investigaci¨®n de tendencias Cool Insights. ?l mismo admite que caza las l¨ªneas de consumo futuras gracias a la colaboraci¨®n de m¨¢s de 600 apasionados en diferentes ¨¢mbitos. "Ya no nos valemos de coolhunters profesionales, porque su capacidad de observaci¨®n de la realidad es limitada y 1.200 ojos ven m¨¢s que dos". Es la multitud frente al experto solitario. El papel de las masas que describe el periodista James Surowiecki en su libro The wisdom of crowds (La sabidur¨ªa de las multitudes).
De cuando en cuando, las calles de Barcelona se llenan de un gent¨ªo que trota, grita y salta. Detr¨¢s de eso que parece una panda de locos a los ojos del ne¨®fito est¨¢n Lorena Yera, de 25 a?os, y Eloi Costilludo, de 27. Forman Barnamob. A trav¨¦s de Facebook, Twitter y el boca a boca han conseguido convocar hasta a 800 personas para que participen en acciones. Ellos dos las dise?an: una cabalgada con 400 globos en forma de caballo, una ovaci¨®n surrealista al gato de Botero de la Rambla del Raval (con miaus incluidos), quedarse congelados en una tienda de productos congelados, ir sin pantalones y ense?ando la ropa interior en el metro? "Queremos trastocar la realidad cotidiana y que la gente disfrute", comenta Eloi. No quieren que ninguna organizaci¨®n los utilicen para acciones publicitarias. Tienen p¨¢gina web (www.barnamob.com) y un canal en YouTube con m¨¢s de 40.000 reproducciones de sus v¨ªdeos. Uno de ellos, el de la cabalgada, logr¨® 3.000 visitas en menos de 24 horas.
YouTube es el videoclub del planeta. Ese lugar donde se suben 24 horas de contenido audiovisual cada minuto y que ha alcanzado los 2.000 millones de visitas al d¨ªa. "La generaci¨®n YouTube est¨¢ m¨¢s centrada en la autoexpresi¨®n que en el conocimiento del mundo exterior", denuncia Keen para, acto seguido, llamar a la actualidad "la era del narcisismo digital". V¨ªctor Gil tiene algo que comentar: "En la pugna entre la industria y los amateurs parece que van ganando los segundos, porque es muy dif¨ªcil competir contra cientos de miles de personas produciendo ideas".
Era el sistema de la industria el que no contrataba a tres amigos de Camas (Sevilla) para desarrollar su creatividad. Jes¨²s Calvo, de 24 a?os, y los hermanos Manuel y Jos¨¦ Antonio P¨¦rez, de 29 y 27, respectivamente, han creado por su cuenta Ni?a repelente, el pen¨²ltimo ¨¦xito de YouTube, con un mill¨®n y medio de visitas de media por cap¨ªtulo. ?sta es una serie de dibujos animados con acento andaluz cuya protagonista, la gamberra Margarita, es como el demonio en la Tierra. Ninguno de sus creadores ha estado nunca en una productora audiovisual. El primero y el segundo son dise?adores web. El tercero tiene conocimientos de dise?o, pero ahora trabaja en un McDonald's. La crisis. Una escena: "?Por qu¨¦ has dejao de quererme? Porque est¨¢s gorda. ?Gorda yo?". Margarita juega as¨ª con la Barbie y el Ken. Samanta se parte de la risa en su oficina cuando casi a escondidas se pone un cap¨ªtulo de la serie. Lo que no sabe es que los ordenadores que han dise?ado a esta chiquilla maquiav¨¦lica son, por falta de dinero, de 1998. De cuando lo amateur a¨²n no hab¨ªa triunfado.?
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