C¨®mo hacer escuela en Soria
Una cooperativa replica los m¨¦todos de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza
Las viejas casas de Abioncillo de Calata?azor (Soria) han vuelto a sentir el curso de la vida despu¨¦s de estar a punto de transformarse en otro caser¨ªo abandonado m¨¢s de la provincia. En 1986, unos profesores cambiaron su futuro. Pensaron que era el lugar ideal para montar un proyecto de innovaci¨®n curricular y as¨ª lo hicieron. La peque?a poblaci¨®n se convirti¨® en pueblo escuela y no en uno cualquiera, sino uno por el que ya han pasado m¨¢s de 50.000 alumnos desde entonces. Y es especial porque sigue las directrices heredadas de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza de Giner de los R¨ªos y Sanz del R¨ªo, a quienes est¨¢ dedicada la denominada Cooperativa de Ense?anza del R¨ªo.
Seg¨²n F¨¦lix Mart¨ªnez, la Instituci¨®n Libre de Ense?anza es el espejo en el que se mira el centro que dirige: "Queremos que el alumno viva lo que antes ha estudiado en su libro de texto". Y todas las actividades propuestas van enfocadas hacia tal objetivo. "Un ejemplo es la excursi¨®n a Cueva Maja, un yacimiento de la Edad del Bronce descubierto por la cooperativa. Llevamos al grupo al interior de la caverna y le explicamos c¨®mo viv¨ªan los hombres de aquella ¨¦poca, la forma en que pintaban, c¨®mo hac¨ªan fuego...".
?Por qu¨¦ Abioncillo? Algunos de los cooperativistas fundadores hab¨ªan nacido en el entorno, por lo que sab¨ªan de las posibilidades del caser¨ªo. "Algunos tuvimos que hipotecar parte del patrimonio familiar. Tras invertir 50 millones de pesetas de la ¨¦poca (300.000 euros), tuvimos que aportar much¨ªsimo trabajo". Hab¨ªa que construir cocina, comedor, ba?os, dormitorios, aulas, talleres... para 50 alumnos. "Fueron tres a?os de duro trabajo f¨ªsico, reconstruyendo, poniendo el m¨¢ximo de sensibilidad y cuidado para recuperar todo lo recuperable", recuerda.
Hoy el pueblo-escuela cuenta con un centro de recursos did¨¢cticos, laboratorios de cartograf¨ªa, fotograf¨ªa, ciencias naturales, cocinas y horno tradicional, colmenar, huerta, gallinero, fragua, museo etnol¨®gico... La cooperativa se ha convertido en una referencia nacional y europea en el ¨¢mbito de la educaci¨®n no reglada. "Por aqu¨ª pasan cada a?o unos 2.000 chavales, tanto de Espa?a como de otros pa¨ªses europeos". Aunque "no hemos conseguido crear un tejido social, que cada uno de los que trabajamos aqu¨ª sea un habitante. La mayor¨ªa de nosotros vive en alg¨²n pueblo de los alrededores o en Soria".
La cooperativa tuvo muy claro desde el principio que no quer¨ªa que Abioncillo se convirtiera en una escuela a la que fueran ni?os internos durante un a?o. "Se trataba de hacer un lugar en el que la educaci¨®n no reglada complementara a la reglada, a los contenidos que el alumno aprende en su colegio". En un sentido amplio podr¨ªa decirse que el hilo conductor del programa que se imparte aqu¨ª es la educaci¨®n ambiental, "teniendo en cuenta el aspecto humano. Conocer el uso que ha hecho el hombre en cada momento del medio que le rodea. C¨®mo se ha adaptado al entorno y qu¨¦ creaciones nos han quedado de las diferentes ¨¦pocas", dice Mart¨ªnez.
Y su ense?anza cala. De hecho, los chicos dicen "que este es el ¨²nico lugar en el que les gustar¨ªa repetir curso".
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