Un tr¨¢nsfuga del PSdeG controla las oposiciones a la Diputaci¨®n de Ourense
Baltar fich¨® a Galindo en los noventa para darle la alcald¨ªa de Nogueira de Ramu¨ªn
Dos d¨¦cadas antes de consumar el fichaje del "fiel" Eladio Fern¨¢ndez -el ex n¨²mero dos del PSdeG ourensano que en 15 minutos canje¨® 20 a?os de militancia en su partido por un carn¨¦ del PP- Baltar ya hab¨ªa experimentado con los efectos del transfuguismo. En los noventa, el presidente de la Diputaci¨®n y del PP de Ourense, Jos¨¦ Luis Baltar, gan¨® para su causa al ex portavoz socialista en su pueblo natal de Nogueira de Ramu¨ªn, diputado provincial y miembro destacado del PSdeG provincial, Jos¨¦ Eugenio Galindo, un joven abogado con bufete compartido en la ciudad.
Aquella no fue una operaci¨®n de bulto. Galindo clamaba en la oposici¨®n de Nogueira contra el propio Baltar, entonces alcalde del municipio. En el lapso entre el t¨¦rmino de una legislatura y el comienzo de la siguiente, Baltar acab¨® sent¨¢ndolo a ¨¦l en el sill¨®n de mando. Ahora, el ex socialista se ha convertido en uno de los representantes de la Diputaci¨®n que controla, desde el origen hasta el final, el proceso de las oposiciones de la instituci¨®n provincial que aprueban pr¨¢cticamente en exclusiva los cargos y familiares del PP ourensano.
Galindo: "Puedo opinar si alguno debe aprobar o no, pero no pongo nota"
El tr¨¢nsfuga tambi¨¦n asesora a alcaldes o concejales del PP desde la instituci¨®n
El hist¨®rico tr¨¢nsfuga -en la acepci¨®n sem¨¢ntica, porque no huy¨® con el esca?o- reconoce que participa en la elaboraci¨®n de las preguntas de las oposiciones, aunque puntualiza que "solo de las relacionadas con cuestiones jur¨ªdicas". Adem¨¢s, forma parte del tribunal que vigila el desarrollo de las pruebas -"aunque lo hago en sustituci¨®n del secretario provincial", Francisco Cacharro, quien ha renunciado a participar en este proceso opositor- y tambi¨¦n reconoce que interviene en la calificaci¨®n de los ex¨¢menes "pero solo con voz y sin voto". Galindo se?ala que en este caso puede opinar. "Y decir que creo que alguno debe aprobar o suspender, pero no pongo nota", explica sobre el m¨¦todo calificador que tan buenos resultados da a los cargos y familiares del PP.
Fue a finales de los ochenta cuando Galindo cambi¨® el paso. Abandon¨® su papel de azote del socialismo ourensano contra el caciquismo de la derecha e inici¨® una nueva estrategia pol¨ªtica: la de la defensa, incluso judicial, de los m¨¦todos que solo un poco tiempo antes tildaba de clientelares. El actual asesor jur¨ªdico de la Diputaci¨®n consigui¨® su empleo en la instituci¨®n provincial por oposici¨®n celebrada en 1990. Cuando gan¨® la plaza de t¨¦cnico de administraci¨®n general, con puesto en el servicio jur¨ªdico, estaba todav¨ªa en el PSdeG, pero "reculando ya", recuerdan sus ex compa?eros de partido. El senador socialista Miguel Fidalgo tiene a¨²n presente c¨®mo siendo alcalde de Ribadavia su todav¨ªa compa?ero de partido gestion¨®, desde el bufete en el que entonces trabajaba, una querella contra ¨¦l presentada por el PP. "Un a?o despu¨¦s, aprob¨® la oposici¨®n" que le dio su plaza en la Diputaci¨®n, destaca Fidalgo.
La conversi¨®n del letrado socialista al baltarismo tuvo un precio. El presidente ourensano puso a prueba la fidelidad del reci¨¦n llegado nombr¨¢ndolo a mediados de los noventa candidato, y sustituto suyo, a la alcald¨ªa de Nogueira de Ramu¨ªn. Junto con Esgos, Nogueira es el ayuntamiento fetiche del baltarismo. Era un caramelo envenenado. Pero Galindo acept¨®. Dio la cara, alcanz¨® la alcald¨ªa -en Nogueira de Ramu¨ªn la oposici¨®n es num¨¦ricamente simb¨®lica- y gestion¨® para el PP el destino del municipio en el seno de la misma corporaci¨®n en la que se hab¨ªa desga?itado contra Jos¨¦ Luis Baltar desde el banco de la oposici¨®n. Galindo resisti¨® el envite hasta que consigui¨® la autorizaci¨®n de Baltar a su renuncia. Aguant¨® una legislatura.
Desde entonces, el asesor jur¨ªdico de la Diputaci¨®n -puesto que ha compartido con el hijo del ex secretario de la instituci¨®n provincial, quien tambi¨¦n aprob¨® en su d¨ªa una oposici¨®n- representa no solo al organismo p¨²blico en los asuntos judiciales, sino tambi¨¦n al PP. Al partido lo asiste en su calidad de letrado en los procesos de recuento de votos de las elecciones, entre otras y diferentes causas. "Es legal, porque tiene las compatibilidades", sostienen fuentes del PP ourensano. Socialistas y nacionalistas, sin embargo, entienden que resulta "bastante inmoral".
Galindo tambi¨¦n act¨²a como letrado de la Diputaci¨®n en la defensa de alcaldes o concejales. Siempre del PP, por supuesto. Una actuaci¨®n igualmente amparada por la ley, ya que la instituci¨®n provincial ha asumido, por convenio, "el auxilio jur¨ªdico de los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes", sostienen fuentes de este organismo. A socialistas y nacionalistas ni se nos ocurre pedir amparo jur¨ªdico al "asesor del presidente de la Diputaci¨®n y ex alcalde del PP".
Este mismo a?o, Jos¨¦ Eugenio Galindo consigui¨® un ascenso laboral en la Diputaci¨®n de Ourense: la jefatura del servicio jur¨ªdico que hasta ahora Baltar no ofrec¨ªa a ninguno de los dos letrados. "Para evitar tensiones entre ellos", sostienen fuentes de la instituci¨®n.
Un tribunal af¨ªn al presidente
Jos¨¦ Eugenio Galindo, asesor jur¨ªdico de la Diputaci¨®n de Ourense y ex alcalde del PP de Nogueira de Ramu¨ªn, no es el ¨²nico integrante de los tribunales de oposiciones pr¨®ximo a Baltar. Adem¨¢s, tienen este cometido otros ex cargos populares o sus familiares, que en su d¨ªa accedieron al empleo en la instituci¨®n envueltos en la misma pol¨¦mica del enchufismo.
Es el caso de Jos¨¦ Luis Su¨¢rez, hijo del alcalde de Monterrei, del ex presidente de Nuevas Generaciones de Ourense, Carlos Casti?eiras, o del hijo del ex alcalde de San Amaro, Valent¨ªn P¨¦rez Nieto. Nadie, salvo ellos, conoce el nivel de los ex¨¢menes realizados. La Diputaci¨®n de Ourense coloca el listado de los nombres con sus correspondientes notas en el corcho de la instituci¨®n, pero no difunde la plantilla del test, con lo que quienes se presentan a los ex¨¢menes no pueden saber si los resolvieron bien o mal.
Hace unos a?os ni siquiera se conoc¨ªa la nota. La Diputaci¨®n zanjaba con un "apto" o un "no apto" la calificaci¨®n final de las pruebas. Alegaba que no estaba obligada a detallar m¨¢s.
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