"La evoluci¨®n de la vida ya no es un fen¨®meno natural"
Craig Venter, el competidor privado en la carrera del genoma humano que concluy¨® hace 10 a?os, ha vuelto a saltar a los titulares por otro hito tecnol¨®gico: la construcci¨®n de la primera "c¨¦lula sint¨¦tica" , una bacteria con un genoma sintetizado en el tubo de ensayo de la primera a la ¨²ltima letra. Ayer present¨® en Valencia su nueva expedici¨®n para catalogar la variedad microbiana del Mediterr¨¢neo.
Pregunta. ?Espera encontrar formas de vida adaptadas a la contaminaci¨®n del Mediterr¨¢neo?
Respuesta. Desde luego que s¨ª. Algunos microorganismos mueren por la contaminaci¨®n, y otros se adaptan a ella, as¨ª ocurre en todas partes. Los microbios espa?oles pueden muy bien ser distintos de los microbios griegos. El Mediterr¨¢neo se distingue del resto de los mares en que ha sido explotado por la humanidad durante mucho m¨¢s tiempo, y tambi¨¦n en que sus aguas tardan mucho m¨¢s en renovarse, por no ser un mar enteramente abierto.
"El ¨¢rbol de la vida tiene a partir de ahora unas ramas sint¨¦ticas"
"Creo que no estamos muy lejos de construir c¨¦lulas eucariotas"
P. Hace unos a?os le pregunt¨¦ cu¨¢ntos genes hab¨ªa en el planeta Tierra y...
R. ?Y qu¨¦ le respond¨ª?
P. Que era una cuesti¨®n muy profunda.
R. Pues sigue si¨¦ndolo. Antes de estos estudios de secuenciaci¨®n en masa se conoc¨ªan alrededor de un mill¨®n de genes. Ahora conocemos 40 millones, pero el ritmo de descubrimiento no muestra signos de saturaci¨®n: el n¨²mero de genes distintos sigue creciendo linealmente con la cantidad de muestras analizadas, y por tanto seguimos sin saber cu¨¢ntos genes puede haber en total en el planeta. En cada cent¨ªmetro c¨²bico de mar hay un mill¨®n de bacterias y 10 millones de virus, y la variedad es enorme. La mayor parte de esta diversidad consiste en adaptaciones ¨²nicas al medio ambiente local: a la intensidad de la luz solar, la temperatura o la contaminaci¨®n en el entorno local.
P. Uno de los bio¨¦ticos m¨¢s respetados del mundo, Arthur Caplan, compar¨® su ¨²ltimo trabajo [la c¨¦lula sint¨¦tica] con los avances de Cop¨¦rnico y Galileo.
R. Bueno, ?c¨®mo podr¨ªa yo discrepar de eso?
P. La pregunta de Schr?dinger: ?Qu¨¦ es la vida? [as¨ª se titulaba un influyente libro que el f¨ªsico Erwin Schr?dinger public¨® en los a?os cuarenta].
R. Estoy escribiendo una versi¨®n moderna del libro de Schr?dinger, espero tenerla lista en un a?o.
P. ?Qu¨¦ sostiene?
R. Creo que la construcci¨®n de una c¨¦lula sint¨¦tica que acabamos de publicar muestra que la vida est¨¢ basada en la informaci¨®n. Esa c¨¦lula se deriva enteramente de un genoma sint¨¦tico, fabricado en el laboratorio a partir de meros compuestos qu¨ªmicos, y por tanto demuestra inequ¨ªvocamente que el fundamento de la vida es la informaci¨®n gen¨¦tica.
P. ?Podr¨ªa transmitir esa informaci¨®n a otro planeta para generar vida all¨ª? ?O har¨ªa falta un starter que la hiciera arrancar?
R. La informaci¨®n no basta por s¨ª sola para arrancar: hacen falta otros componentes para que la lean. La cuesti¨®n que aborda nuestro experimento es muy distinta del origen de la vida, no tiene nada que ver con la evoluci¨®n real, con la forma en que la vida surgi¨® realmente en el planeta Tierra. Nuestro trabajo no afecta a esa cuesti¨®n. Si uno est¨¢ dise?ando un nuevo coche de carreras, realmente no le importa para nada qui¨¦n fabric¨® el primer motor de explosi¨®n ni qui¨¦n invent¨® la rueda. Simplemente, usas todo ese conocimiento previo y construyes a partir de ¨¦l. No estamos tratando de recapitular la evoluci¨®n biol¨®gica, sino de utilizarla como punto de partida para hacer nuevos organismos.
P. ?Hay un texto, una secuencia de ADN, que define la frontera entre la vida y la materia inerte?
R. Hay muchos, y algunos pueden consistir en una sola letra. Por ejemplo, nuestro primer intento de construir la c¨¦lula sint¨¦tica no funcion¨®, y pudimos comprobar despu¨¦s que la raz¨®n fue un solo error, una sola letra que faltaba en una secuencia de un mill¨®n de bases. En este caso, esa sola letra supone la diferencia entre lo vivo y lo inerte.
P. ?Cu¨¢n lejos estamos de escribir un genoma original, en lugar de copiar uno de una bacteria real?
R. En realidad nadie lo est¨¢ intentando siquiera. Los genes de los organismos naturales son tan diversos que todos los proyectos tecnol¨®gicos actuales se basan en modificar o recombinar genes ya existentes. No sabemos escribir un nuevo gen a partir de cero. En cierto sentido, s¨ª podemos ahora escribir genomas desde cero, genomas que no existen en la naturaleza, pero lo hacemos ensamblando genes naturales en nuevas combinaciones, o genes naturales modificados artificialmente.
P. ?Se puede aumentar la eficacia de un proceso natural con esas modificaciones? ?Es eso una forma de evoluci¨®n artificial?
R. S¨ª, estamos tomando el relevo a la biolog¨ªa: la evoluci¨®n ya no es un fen¨®meno natural. Mediante el dise?o de nuevos genes y organismos, podemos adelantarnos a la evoluci¨®n en miles de millones de a?os. El ¨¢rbol de la vida tiene a partir de ahora unas ramas enteramente nuevas. Ramas sint¨¦ticas. Son perfectamente distinguibles de las ramas naturales por las marcas de agua que introducimos en sus genomas.
P. ?Qu¨¦ son esas marcas? ?Es cierto que han escrito ustedes sus direcciones de correo electr¨®nico?
R. Se trata de un c¨®digo dentro de otro c¨®digo dentro de otro c¨®digo. Tienes que descifrar el primer c¨®digo para empezar a entender el siguiente y, en efecto, en un paso determinado te puede aparecer el correo electr¨®nico de un cient¨ªfico al que tendr¨¢s que escribir para seguir adelante. Tambi¨¦n hemos escrito los nombres de 50 cient¨ªficos implicados en el proyecto, y algunas citas eruditas.
P. ?Cu¨¢n lejos estamos de reconstruir un mamut, o un neandertal?
R. Creo que no estamos muy lejos de un objetivo previo, que es construir c¨¦lulas eucariotas [el tipo de c¨¦lulas de los que estamos hechos los animales y las plantas] con fines industriales.
P. Hemos publicado las cr¨ªticas que le hizo el premio Nobel John Sulston...
R. ??Por qu¨¦?! [risas]. Quiero decir, hay cr¨ªticas inteligentes, pero las de John Sulston [contra los planes de Venter de patentar aspectos de la c¨¦lula sint¨¦tica] no tienen el menor sentido. Yo no estoy a favor de patentar seres vivos, ni genes naturales, pero si quieres desarrollar una bacteria que produzca biofuel a partir del CO2 atmosf¨¦rico y la energ¨ªa solar, necesitas proteger la tecnolog¨ªa con patentes que justifiquen las inversiones. Esto tiene muy poco de nuevo, realmente.
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