"En el cementerio no est¨¢ mi hijo; ya no s¨¦ si est¨¢ vivo o muerto"
Las familias de los beb¨¦s 'perdidos' en C¨¢diz se organizan para aclarar el caso
Sentada en el sal¨®n de su casa de Ronda (M¨¢laga), Mar¨ªa Mariscal, de 69 a?os bastante baqueteados, rememora el 26 de diciembre de 1967, d¨ªa en que naci¨® y muri¨® su primer hijo, al que no pudo ni poner nombre: "Fue en el que llaman hospital de La Banqueta, oficialmente creo que se llamaba Fern¨¢ndez Cuesta. Me anestesiaron en la sala de parto. Una hora despu¨¦s de ingresar, una comadrona le dijo a mi marido que hab¨ªamos tenido un ni?o hermoso, de 5 kilos y 750 gramos. Mi marido esper¨® tres horas m¨¢s, cuando volvi¨® a salir la comadrona con cara de pena. ?l pens¨® que me hab¨ªa pasado a m¨ª algo por la anestesia; pero no, era mi hijo: le dijeron que se hab¨ªa muerto".
Cuando despert¨® de la anestesia y su esposo, agricultor de profesi¨®n, le cont¨® la mala noticia, Mar¨ªa afirma que se volvi¨® loca: "Les ped¨ª que me ense?aran el cuerpo, pero el m¨¦dico me dijo que para qu¨¦, que no estaba en condiciones y que era mejor que no guardara una imagen as¨ª de mi hijo". Mar¨ªa y su familia no recibieron ning¨²n certificado de defunci¨®n y nunca supieron que se hizo con el supuesto cad¨¢ver. Solo saben que el enterramiento no est¨¢ registrado en el cementerio de San Jos¨¦ de La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz). Tampoco tiene ning¨²n documento del ingreso en el centro sanitario para el parto.
Mar¨ªa y su familia nunca supieron qu¨¦ se hizo con el supuesto cad¨¢ver
"Ped¨ª ver el cuerpo, pero el m¨¦dico dijo que no guardara una imagen as¨ª"
"Nadie nos dijo qu¨¦ se iba a hacer con el cuerpo. Para m¨ª, mi hijo cumple 43 a?os esta Navidad", asegura Mar¨ªa. Esta mujer cree posible tanto que el ni?o no hubiera muerto y hubiera sido vendido o dado en adopci¨®n ilegal, como que efectivamente falleciera y sus restos no se encuentren por un macabro error del registro.
El fiscal jefe de Algeciras ha abierto una investigaci¨®n para esclarecer una docena de hechos similares relatados por otras tantas familias que tuvieron hijos en los a?os sesenta en los hospitales de La L¨ªnea. Es el caso de Carmen R. L, que actualmente vive en Tenerife. El 14 de noviembre de 1968 dio a luz a un ni?o en la Cl¨ªnica de la Inmaculada. "No lo o¨ª llorar y me dijeron que estaba muerto. Unas personas que hab¨ªa all¨ª nos dijeron a mi marido y a m¨ª que no nos preocup¨¢ramos, que ellos se encargar¨ªan de todo".
En mayo pasado, tras ver un reportaje en televisi¨®n con casos de beb¨¦s perdidos, y aprovechando un viaje a la pen¨ªnsula, Carmen acudi¨® al cementerio de La L¨ªnea, en el que no se hab¨ªa atrevido a poner los pies en 42 a?os. "Yo estaba segura de que mi hijo, al que pusimos Jes¨²s, estaba all¨ª enterrado. Cuando el se?or que me atendi¨® busc¨® en los libros de enterramientos, me dijo que en esos meses no hab¨ªa ning¨²n ni?o con ese nombre ni con el nombre ni los apellidos de los padres. Fue una sensaci¨®n horrorosa, se me qued¨® el cuerpo cortado. Ya no s¨¦ si est¨¢ ah¨ª o si est¨¢ vivo o muerto".
Otra mujer de La L¨ªnea que vive con la misma duda y que no quiere dar su nombre, tuvo a su hija el 2 de septiembre de 1970 en el Hospital Municipal. Aunque est¨¢ "convencida al 90%" de que la criatura falleci¨® al nacer, alberga dudas razonables.
"Durante a?os le pregunt¨¦ a mi marido d¨®nde hab¨ªa enterrado a la ni?a; ¨¦l, creo que para protegerme, me dec¨ªa siempre que no se acordaba". Esta mujer, de una familia linense de toda la vida, decidi¨® acudir al cementerio por su cuenta. "Descubr¨ª que ni los datos de la ni?a ni los m¨ªos ni los de su padre constan en los registros de San Jos¨¦". Tambi¨¦n solicit¨® en el archivo municipal los expedientes m¨¦dicos del centro sanitario. Recibi¨® una carta de un archivero en el que dec¨ªa que "entre el 20 de septiembre de 1970 y el 20 de julio de 1971 hay un salto" en los ficheros del Hospital Municipal, y que las pesquisas en el centro sanitario hab¨ªan sido "infructuosas".
"Llevo 39 a?os pregunt¨¢ndome d¨®nde est¨¢ mi hija, porque en el cementerio me dicen que cualquier resto que entra se documenta perfectamente", afirma esta mujer. La ¨²nica pista clara que ha conseguido es una declaraci¨®n ante el Registro Civil de "alumbramiento de criaturas abortivas". En este documento, de cumplimentaci¨®n obligatoria cuando un ni?o nace muerto, se especifica que su parto fue atendido por el ginec¨®logo Abelardo Garc¨ªa Balaguer, uno de los m¨¢s conocidos de la ciudad
Un enterrador del cementerio de San Jos¨¦, que tiene libros de registro desde 1913, afirma que durante los a?os sesenta los fallos a la hora de inscribir las defunciones o los cambios de ubicaci¨®n de los restos eran relativamente frecuentes. "En los archivos a veces se pon¨ªa la palabra feto y no se inscrib¨ªan m¨¢s datos", asegura el sepulturero, al tiempo que afirma que en casi todos los casos, los restos de los reci¨¦n nacidos se descomponen absolutamente en el plazo m¨ªnimo de cinco a?os que deben estar enterrados. "Los huesos apenas est¨¢n calcificados y en el 99% de casos, cuando abrimos los ata¨²des no queda ni polvo".
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