El ni?o que no sab¨ªa marcar

"?M¨ªster, c¨®mo lo puedo hacer para marcar m¨¢s goles?", le pregunt¨® una ma?ana Andr¨¦s Iniesta a Pep Guardiola, al poco de llegar el de Santpedor al banquillo del Barcelona, la temporada 2008-09, la del triplete. "?A m¨ª me lo preguntas? ?A m¨ª no me mires: en 10 a?os met¨ª cuatro!", le contest¨® el t¨¦cnico.

Andr¨¦s Iniesta marc¨® cinco goles ese curso, cuatro en la Liga y aquel ag¨®nico en Stamford Bridge que llev¨® al Bar?a a la final de Roma. Esa misma campa?a, el 16 de octubre de 2008, en Bruselas, marc¨® por ¨²ltima vez un gol con Espa?a. En realidad fue un golazo de tanto nivel que hasta Pel¨¦ no pudo por menos que felicitarle. Desde aquella noche no marcaba Iniesta con Espa?a. Hasta ayer, cuando le rob¨® la cartera a Jara, la toc¨® para Torres, que se la devolvi¨®, abri¨® a la banda para Villa y se fue al ¨¢rea a buscar un pase que lleg¨®. Si en Stamford Bridge le peg¨® con el alma, ayer le peg¨® con la cabeza, con el interior, suave, al palo largo, rasa. Y Bravo no lleg¨®. S¨¦ptimo gol en 44 partidos. No son muchos, pero el de ayer lo compensa todo, seguramente.

"Sabe mejor ganar sufriendo... Lo importante era el pase a octavos", convino

"Sabe mejor ganar sufriendo... lo importante era conseguir pasar a octavos. Ese era el objetivo. El equipo siempre ha estado en la misma l¨ªnea, lo que pasa es que nunca es f¨¢cil cuando pierdes el primer partido", cont¨® Iniesta, que dijo haberse sentido muy bien contra Chile. Reclam¨® Del Bosque efectividad y el de Fuentealbilla complet¨® la estad¨ªstica perfecta en el primer tiempo. En el primer remate marc¨® Villa, en el segundo, el volante manchego puso la guinda a una primera parte tremenda. En un primer acto lamentable, Iniesta fue el ¨²nico jugador espa?ol que le busc¨® la vuelta al juego. Fue de izquierda a derecha, se dej¨® caer en apoyo de los pivotes y supo guardar la pelota cuando m¨¢s tralla met¨ªa Chile. Complet¨® la mejor hoja de servicios de La Roja, con el porcentaje de acierto en el pase m¨¢s alto de todos los jugadores sobre el campo. Le puso cabeza; el talento hizo el resto.

Lesionado en el partido inicial contra Suiza, Iniesta no jug¨® frente a Honduras y el equipo, claro, le ech¨® de menos. Recuperado, nadie puso en duda su retorno ante Chile. Dicen que Bielsa, tras ver mil v¨ªdeos, tras analizar todos los detalles como solo ¨¦l sabe hacerlo, lleg¨® a la conclusi¨®n de que el partido estaba en los pies de Iniesta. Si estaba fino, no sab¨ªa c¨®mo podr¨ªan pararle. Result¨® que no le par¨® nadie. Por mucho que le encimara Vidal, por mucho que le mordiera Beausejour, por mucho que le presionaran uno y otro o todos a las vez, Iniesta sali¨® de todas y sac¨® a Espa?a del pozo al que le hab¨ªan condenado la estrategia del Loco y el coraz¨®n de 11 chilenos.

Bielsa ten¨ªa raz¨®n porque terminaron persiguiendo a una sombra blanca vestida de azul, que tan pronto apareci¨® por dentro como se peg¨® a la cal, abriendo el campo por la izquierda, cuando se fue Torres y Villa centr¨®. Iniesta sigue sin marcar muchos goles. Ni Guardiola le supo dar la receta. De hecho, este a?o solo le hab¨ªa marcado uno, al Racing. Pero goles como el de ayer clasifican a una selecci¨®n para los octavos de un Mundial y encumbran a un futbolista ¨²nico e irrepetible, que ayer entr¨® definitivamente en la historia de La Roja. Normal que la FIFA le escogiera como el mejor hombre del partido.