La gloria llega a O Vao
El Coruxo asume su ascenso a Segunda B como el triunfo del f¨²tbol aficionado
Celebrado el ascenso como s¨®lo se merecen los hitos que se paladean por primera vez, tras festejar en La Mancha y en O Vao y asistir a todas las recepciones institucionales, Gustavo Falqu¨¦ se maneja entre dos sensaciones: alegr¨ªa y responsabilidad. Puede parecer incre¨ªble, pero el Coruxo, un club que hace bandera de su condici¨®n amateur, se hab¨ªa exigido colocar a su primer equipo en Segunda Divisi¨®n B para competir contra profesionales de la pelota. La autoexigencia nace de la progresi¨®n de un club que Falqu¨¦ preside desde hace nueve a?os. "Me lo propuso un grupo de amigos, insistieron y aqu¨ª estoy echando horas. Pero siguen siendo mis amigos", describe. Entonces el Coruxo ten¨ªa una estructura m¨ªnima y compet¨ªa en Preferente; hoy tiene 22 equipos, 17 m¨¢s de f¨²tbol sala y controla a m¨¢s de 620 futbolistas, chicos y chicas adiestrados por medio centenar de entrenadores. Quiz¨¢s por eso Falqu¨¦ siente el peso de la responsabilidad. "El ascenso tiene que servir para consolidar el futuro", apunta.
El equipo se enfrentar¨¢ a clubes que cuadriplican su presupuesto
La directiva quiere buscar trabajo a sus jugadores y as¨ª completar sueldos
Ubicado en O Vao, vecino a Toralla y Samil, el Coruxo es un cl¨¢sico que pasa de los 80 a?os, venerable entidad que acaba de hacer historia para competir en la misma categor¨ªa que Alav¨¦s, C¨¢diz, Murcia o Pontevedra. Hab¨ªa peleado por ello en cuatro fases de ascenso. Con las decepciones crecieron las urgencias. "Hemos ido completando el plantel, motivando a la gente para conseguir algo que se hab¨ªa convertido en objetivo", confiesa Falqu¨¦, inquilino de palcos que antes pas¨® por los banquillos.
Asegura que una entidad como el Coruxo s¨®lo se puede gestionar delegando, pero admite que la confecci¨®n de la primera plantilla es cosa suya, no del t¨¦cnico, Josi?o Abalde. "Hay varias maneras de entender c¨®mo se debe trabajar en un club, desde un punto de vista profesional o tambi¨¦n desde un punto de vista aficionado para poder volcar nuestras virtudes y competir con profesionales", avanza Falqu¨¦ antes de detallar por qu¨¦ cree que entidades como el Coruxo en el sur de Galicia o el emergente Monta?eros, en el norte, pueden encontrar hueco entre los grandes del f¨²tbol gallego. En la provincia de Pontevedra jugar¨¢n tres equipos la pr¨®xima temporada en Segunda B. El filial del Celta lo componen jugadores de entre 19 y 22 a?os; el Pontevedra por historia y tradici¨®n cuenta con futbolistas hechos, muchos de ellos for¨¢neos. Entre medias, el Coruxo tiene su target: "Hay muy buenos jugadores incluso en Tercera, gente de 25 a 27 a?os que, por ejemplo, ha salido de las canteras de los grandes clubes y que compatibilizan trabajo y deporte".
Y es ah¨ª donde el Coruxo teje su estrategia. "Ofrecemos a esos chicos la posibilidad de encontrar un trabajo que puedan compatibilizar con el f¨²tbol". Algo as¨ª como dos medias jornadas a partir de acuerdos con empresas afines a las que el club ofrece mano de obra cualificada en valores que seg¨²n el presidente s¨®lo se adquieren con la pr¨¢ctica del deporte. "B¨²squeda de objetivos, sacrificio, orden... son valores que escasean y que son importantes en el mercado laboral. Nuestra idea es ofrecer un contacto para encontrar trabajo a los futbolistas y completarles el sueldo".
Ant¨²nez, alma del equipo es un buen ejemplo. Lleg¨® al Coruxo con Falqu¨¦, que le hab¨ªa echado el ojo cuando militaba en los juveniles del Celta. Es centrocampista y frigorista, ahora en paro. "Me sali¨® un trabajo hace unas semanas, pero coincidi¨® con una fuerte rotura en mi cu¨¢driceps y tuve que dejarlo pasar", relata. Y aclara que en la decisi¨®n no pudo m¨¢s la pasi¨®n por el f¨²tbol. "Fue por mi salud. El de frigorista es un trabajo duro, hay que subir y bajar y con la rotura lo ten¨ªa complicado". Piensa en como ser¨¢ la pr¨®xima campa?a, los desplazamientos, que ya no ser¨¢n de una jornada como hasta ahora, en su futuro laboral y el de sus compa?eros.
Porque el Coruxo competir¨¢ con 300.000 euros de presupuesto en una categor¨ªa en la que muchos rivales cuadruplican esa partida. Lo har¨¢, aseguran, sin temores. "Los compa?eros ya lo hemos hablan, queremos que O Vao sea un fort¨ªn como lo ha sido en la fase de ascenso", explica Ant¨²nez. Espera a m¨¢s mil aficionados en las gradas y sobre todo dar continuidad a una labor social. "Nuestra filosof¨ªa es que todo el que quiera hacer deporte pueda hacerlo en condiciones". No es s¨®lo dar patadas a un bal¨®n. El Coruxo presume de ser una entidad polideportiva con campeonas en patinaje art¨ªstico o bicicleta de monta?a. "El club es una familia, con gente que lleva ah¨ª toda una vida y esa idea han sabido trasladarla al primer equipo. Somos una pi?a de 23 amigos y esa ha sido la clave para jugar en Segunda B".
![Jugadores del Coruxo mantean a uno de sus directivos, en la celebraci¨®n del ascenso a Segunda B.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Z7G47GKCHRYASIJ23ALX24A6LM.jpg?auth=93fd8e2fba07548c8e58be9d41cbc959d92bd2411f8d9114764dd4ed346cac4b&width=414)
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