B¨¦lgica conf¨ªa su presidencia europea a Van Rompuy
El pa¨ªs asume hoy las riendas de la UE con un Gobierno en funciones
B¨¦lgica inicia hoy su presidencia semestral de la UE en una situaci¨®n delicada -la interinidad del Gobierno actual- y en un ambiente generalizado de decreciente peso de las presidencias rotatorias. Pero tiene una baza a su favor. Los acontecimientos de los ¨²ltimos seis meses han demostrado que con el belga Herman van Rompuy al frente de la Uni¨®n, B¨¦lgica tiene m¨¢s que cubiertas las espaldas para desarrollar una buena gesti¨®n durante los pr¨®ximos seis meses. "Queremos adoptar una posici¨®n modesta", ha explicado el primer ministro en funciones de B¨¦lgica, Ives Leterme.
El l¨ªder dem¨®crata-cristiano, que seguramente seguir¨¢ al frente de un Gobierno en funciones hasta octubre, no ha ocultado el relajo con que B¨¦lgica asume por duod¨¦cima vez la presidencia rotatoria de la Uni¨®n, "porque ya tiene la otra", en clara referencia al ex primer ministro belga Van Rompuy, actual presidente del Consejo Europeo.
Desde su nombramiento hace siete meses, Van Rompuy ha mostrado una gran capacidad negociadora para impulsar decisiones pol¨ªticas de gran calado como la convocatoria de dos reuniones urgentes de jefes de Estado en los momentos m¨¢s graves de la crisis financiera. Adem¨¢s, Van Rompuy tambi¨¦n ha tenido una participaci¨®n llamativamente activa en las reuniones internacionales del G-8 y G-20 de Toronto, en las que ha defendido el modelo de crecimiento europeo.
La realidad es que, en pocos meses, Van Rompuy ha pasado de ser un desconocido, al que se caracterizaba por su afici¨®n a los haikus, a convertirse en un pol¨ªtico de primera magnitud con un creciente prestigio sustentado por un s¨®lido bagaje intelectual. Su obsesi¨®n por pasar inadvertido ha encontrado un encaje f¨¢cil en una Europa dominada por la poderosa influencia econ¨®mica de la Alemania de Angela Merkel y las ansias de protagonismo de Nicolas Sarkozy.
La delicada situaci¨®n pol¨ªtica por la que atraviesa B¨¦lgica, sin un Gobierno estable, contribuir¨¢ a hacer m¨¢s imprescindible y visible el papel del presidente del Consejo Europeo en Bruselas. "El hecho de que B¨¦lgica no tenga m¨¢s que un Gobierno gestor de los asuntos corrientes ayudar¨¢ a Van Rompuy", seg¨²n el eurodiputado liberal Andrew Duff.
De todas formas, B¨¦lgica, con una larga trayectoria en asuntos comunitarios como pa¨ªs fundador y con una dilatada experiencia en Gobiernos provisionales, ha dejado la cosa p¨²blica bien atada. El equipo de Leterme ha pactado con los l¨ªderes pol¨ªticos vencedores de las ¨²ltimas elecciones las prioridades de la presidencia: recuperar el crecimiento econ¨®mico y culminar los avances realizados por la presidencia espa?ola para construir la nueva arquitectura de la supervisi¨®n financiera.
Todo esto ocurre, sin embargo, en un proceso de progresiva p¨¦rdida de influencia del papel de las presidencias rotatorias, como ha reconocido el ex primer ministro belga Jean-Luc Dehaene. Despu¨¦s de B¨¦lgica sigue Hungr¨ªa, un pa¨ªs sometido a fuertes convulsiones internas, para el que probablemente el ejercicio de la presidencia podr¨ªa ser el mejor b¨¢lsamo para su estabilizaci¨®n.
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