Mensajes reaccionarios

Digresi¨®n inicial: en la charla digital de ayer con Carlos Boyero, un enfadado internauta que ya hab¨ªa visto Eclipse, tercera entrega de la saga Crep¨²sculo, reprochaba a la cr¨ªtica no haber "desentra?ado el atropello" que supone que "millones de adolescentes" vean el "discurso ultraconservador, rozando lo fascista" que se contiene en sus historias. Como no parece una opini¨®n fugaz sino un dictamen muy extendido entre una parte de la audiencia, ya sea efectiva o quim¨¦rica, y como ya se ha dicho casi de todo sobre las novelas de la mormona Stephanie Meyer, inclusive que se apoya en un discurso ultraconservador, al cronista le surgen unas preguntas. ?Qu¨¦ hay que hacer entonces, prohibir la exhibici¨®n de las pel¨ªculas? ?Prohibir a los adolescentes que lean las novelas? ?Hundir a Meyer por propagar en pleno siglo XXI un mensaje de castidad y recomendar, en boca de un vampiro, que se llegue virgen al matrimonio?

En los tiempos que corren, ?qui¨¦n es m¨¢s reaccionario (el fascismo es otra cosa), el que propaga tales mensajes o el que pide que se elimine su propagaci¨®n?

Castidad y m¨²sculos

La secuencia de Eclipse en la que el vampiro se las da de casto no es ni reaccionaria ni ultraconservadora, simplemente es una risa. Y as¨ª lo perciben los espectadores, a los que se les suelta la carcajada. Prueben a dar la charla a las adolescentes sobre el peligro de tales teor¨ªas y ver¨¢n c¨®mo, s¨ªntoma de rebeld¨ªa, llegan v¨ªrgenes al matrimonio. D¨¦jenlo estar, y ver¨¢n c¨®mo se hinchan a fornicar pensando en los m¨²sculos de Taylor Lautner.

En comparaci¨®n con las dos anteriores entregas, esta dirigida por David Slade, que ya se hab¨ªa introducido en el cerebro adolescente en la perturbadora Hard candy (2005), pretende ser m¨¢s profunda respecto al tri¨¢ngulo amoroso entre Bella, el vampiro y el chico-lobo, y m¨¢s oscura en cuanto a sus intenciones, pero solo es m¨¢s pl¨²mbea, m¨¢s ladrillo. Al menos Javier Aguirresarobe ha desterrado (casi) al completo esa horrenda fotograf¨ªa de tonos grises, y el gui¨®n sabe re¨ªrse de su propia desfachatez por mostrar siempre a Lautner con el torso desnudo. As¨ª, el mejor chiste, junto al del sexo prematrimonial, es cuando el vampiro le espeta a Bella: "?Pero este no tiene camisetas o qu¨¦?".