Los concertados, obligados a integrar alumnos dif¨ªciles

La nueva regulaci¨®n que prepara el Ministerio de Educaci¨®n para la escuela concertada (privada financiada con fondos p¨²blicos) se endurece para obligar a estos centros a que escolarice a m¨¢s alumnos dif¨ªciles, que suelen ser los m¨¢s pobres. Los concertados no podr¨¢n imponer cuotas a los padres, y las actividades extraescolares deber¨¢n estar fuera del horario escolar. Adem¨¢s, los concertados que escolaricen a alumnado m¨¢s dif¨ªcil podr¨¢n recibir fondos extra.

Y, para recibir y renovar un concierto ser¨¢ imprescindible adecuarse a la programaci¨®n de las necesidades escolares que establezcan las comunidades aut¨®nomas. Seg¨²n la ley, esa programaci¨®n (una planificaci¨®n a varios a?os de recurso, profesores, movimiento de poblaci¨®n, etc¨¦tera) tendr¨¢ en cuenta adem¨¢s "una adecuada y equilibrada escolarizaci¨®n de los alumnos con necesidad espec¨ªfica de apoyo educativo". As¨ª lo dice el proyecto de real decreto que el pr¨®ximo martes se discutir¨¢ en el Consejo Escolar del Estado.

El texto insiste en que los colegios no pueden "imponer" el pago de cuotas

La gran demanda de la escuela concertada, apoyada por el PP, es que si un centro privado que tiene suficientes alumnos pide el concierto, la administraci¨®n est¨¦ obligada a d¨¢rselo, y que no dependa de esa programaci¨®n marcada por cada Gobierno auton¨®mico. Hasta ahora, adecuarse a esa programaci¨®n daba puntos, pero con el nuevo real decreto ser¨¢ imprescindible. En cuanto a la renovaci¨®n del concierto, era un proceso casi autom¨¢tico, seg¨²n algunos sindicatos. La planificaci¨®n, recuerda la directora general de Evaluaci¨®n y Cooperaci¨®n Territorial, Rosa Pe?alver, se debe hacer escuchando a los titulares de los centros privados.

El nuevo texto desarrolla la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n aprobada en 2006 y actualiza el real decreto ahora en vigor, de 1985. La convivencia entre la escuela p¨²blica y la concertada es un tema de roces constantes en la educaci¨®n espa?ola.

Algunos sectores se quejan constantemente de que la concertada desnivela el sistema al elegir a su alumnado (por ejemplo, a trav¨¦s de cuotas voluntarias que no se imponen o no se aclaran que lo son), dejando fuera a los alumnos m¨¢s dif¨ªciles, que se concentran en la p¨²blica. Estas pr¨¢cticas se han mantenido a pesar de que la prohibici¨®n de imponer pagos est¨¢ en la ley desde 2006 y la obligaci¨®n de sacar las actividades de pago fuera del horario escolar desde 1985.

Por su parte, la concertada se queja de que la subvenci¨®n que reciben no es suficiente para garantizar la gratuidad de sus ense?anzas. El texto dice que el cobro de actividades extraescolares y de los servicios complementarios, aunque no pueda tener fines de lucro, s¨ª se podr¨¢ usar para "el mantenimiento y mejora de las instalaciones de los centros".