"Antes del Nobel no me o¨ªan. Ahora me basta con susurrar"
Es complicado colarse en la agenda de un premio Nobel de la Paz de paso por Espa?a, de modo que un almuerzo imposible -tiene una cita con la reina Sof¨ªa, el pr¨ªncipe Felipe y un mont¨®n de empresarios y profesores del IESE- se convierte en un desayuno posible, entre estudiantes, en la cafeter¨ªa de la escuela de negocios. Ahora bien, Muhammad Yunus, el economista de Bangladesh conocido ya como el banquero de los pobres, jam¨¢s toma caf¨¦. ?Acaso un t¨¦? Tampoco. "Ni coca-colas, ni pepsis. Nada de todo eso es necesario, ?a que no es necesario?", pregunta, a sus 70 a?os, con una calma que no casa con el revuelo armado a su alrededor. "Desde que llegu¨¦, me ofrecen comida y bebida todo el tiempo", sonr¨ªe el impulsor de los microcr¨¦ditos para personas con escasos recursos.
El 'banquero de los pobres' sabe que la banca presta al que ya tiene. Y lo combate
Pero al final, como si le diera un poco de pena, Yunus, fundador del Grameen Bank, se toma un t¨¦ verde, m¨¢s un zumo de naranja, m¨¢s dos vasos de agua y hasta un cruas¨¢n, que cortar¨¢ con el cuchillo a pedacitos e ingerir¨¢ como un pajarillo.
Se le notan ojeras. Desde hace cuatro a?os -el Nobel lo gan¨® en 2006- se queda la mitad del tiempo en Bangladesh, donde ha puesto en marcha cerca de 40 negocios sociales como parte de su estrategia para combatir la pobreza. La otra mitad del tiempo viaja all¨ª donde lo invitan universidades e instituciones acad¨¦micas, cuyos centros de negocios sociales intenta conectar. Su vida es Tokio, Mil¨¢n, Par¨ªs, Bangkok.
"Antes del premio, cuando gritaba nadie escuchaba. Ahora susurro y el mundo entero lo reproduce. Las puertas que eran inaccesibles se abrieron. Uno gana reconocimiento para sus ideas de siempre, gana credibilidad y visibilidad", comenta, "pero yo me advierto a m¨ª mismo de que esta fase puede no durar mucho, de que los focos se ir¨¢n a otro. Y de que mientras tenga atenci¨®n mundial debo explicar que, con compa?¨ªas sociales, que no busquen el propio beneficio, pueden resolverse muchos problemas. Las cosas pueden cambiar".
Sectores de la izquierda le consideran un liberal por abordar la pobreza como problema individual. Sectores de la derecha le consideran un socialista por colocar los temas sociales en la agenda. "Lo que opinen no es relevante. No etiqueto las soluciones. Yo act¨²o orientado en encontrar respuestas a problemas".
Escucharle -?y repite t¨¦ verde!- es asistir a un reparto de estopa para los "tiburones de las finanzas que solo buscan hacer dinero", para el Estado cuando "a veces disfraza con ayudas los problemas, sin resolverlos", para la comunidad internacional porque "est¨¢ demasiado preocupada por salir r¨¢pido de la crisis en lugar de arreglar el sistema financiero y la arquitectura econ¨®mica para evitar desastres en el futuro".
?Cu¨¢l es el problema fundamental del sistema? Yunus mastica un buen rato la pata del cruas¨¢n, mientras barrunta, y luego dice: "El sistema financiero est¨¢ equivocado porque le niega a una mayor¨ªa de la poblaci¨®n sus servicios, se ha convertido en un club para privilegiados. Cuanto m¨¢s dinero tengas, m¨¢s dinero te presto. Cuanto menos tengas, menos te doy. Para obtener dinero, hay que tener dinero. Pero nadie da el primer euro para que una persona pueda tener el siguiente".
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