Huelga minoritaria, pero justificada

Los sindicatos juegan a favor de la corriente de cr¨ªtica ciudadana a las medidas de recorte social del Gobierno, pero corren el riesgo de quedarse sin apoyo social para la huelga general de 29 de septiembre. Solo un 27% de ciudadanos encuestados tiene claro que participar¨¢ en la huelga general, pese a que el 51% considera que la protesta est¨¢ justificada y que es oportuna, seg¨²n el sondeo de Metroscopia.

Los sindicatos act¨²an sobre un caldo de cultivo de profundo malestar social, pero el pesimismo ciudadano se extiende incluso al vaticinio sobre el ¨¦xito que tendr¨¢ la protesta. Y en contra de los convocantes juegan tambi¨¦n los casi tres meses que quedan hasta la huelga general y que puede enfriar a¨²n m¨¢s el impulso movilizador de los sindicatos. El agosto la reforma laboral saldr¨¢ como ley del Congreso de los Diputados con apoyo de la mayor¨ªa de la C¨¢mara, pero en el momento de la protesta el decreto ley del Gobierno llevar¨¢ casi cuatro meses en vigor y habr¨¢ pasado el impacto del primer momento.

El des¨¢nimo hace que el 64% cuestione la utilidad de la protesta, es decir, que ese porcentaje asegura que, aunque fuera un ¨¦xito, el Gobierno no modificar¨ªa la reforma laboral que ha dado lugar a la convocatoria. Y si no sirve para nada, para qu¨¦ participar, parece decir la mayor¨ªa de los ciudadanos. El 27% asegura que si participar¨¢ con seguridad o que probablemente lo har¨¢, mientras que el 67% no tiene intenci¨®n de hacerlo.

Un dato curioso es que los votantes del PP tienen m¨¢s intenci¨®n que los del PSOE en hacer huelga general contra la reforma laboral. En ese dato est¨¢ parte de la explicaci¨®n de la estrategia de los populares, basada en esgrimir la bandera de los trabajadores, en presentarse como un partido sin aristas ideol¨®gicas y en guardar en lo posible los detalles de sus propuestas para la reforma laboral. Es decir, en aparecer como un partido de centro capaz de arrebatar votos al PSOE a costa de no provocar rechazo y de aparecer como a¨²n m¨¢s defensores del estado de bienestar que los propios socialistas. El Gobierno, tal y como hizo el propio Zapatero, tratar¨¢ de explotar la indefinici¨®n del PP que, no obstante, debe concretar parte de sus propuestas en las enmiendas al proyecto de ley de reforma laboral.

Un 75% de votantes socialistas no piensa hacer la huelga general, mientras que el porcentaje es del 68% en el caso de los que apoyaron al PP en anteriores comicios.

El 52% considera que la huelga general no tendr¨¢ un seguimiento mayoritario y solo un 38% le augura ¨¦xito. En este caso, los porcentajes no presentan cambios en funci¨®n de la adscripci¨®n ideol¨®gica de los encuestados.

Para el 51% la huelga general est¨¢ justificada, frente al 43% que la considera injustificada. Y el 41% la ve inoportuna, frente al 51% que la considera adecuada. Tambi¨¦n en este caso, hay m¨¢s votantes del PP que apoyan la oportunidad y la justificaci¨®n de la actuaci¨®n de los sindicatos que del PSOE. Todo lo que sea contra el Gobierno bien est¨¢, aunque sea convocado desde la izquierda sindical, parecen decir. La consecuencia pol¨ªtica l¨®gica ser¨¢ que la direcci¨®n del PP tendr¨¢ que hacer lo imposible para no pactar el texto final de la reforma laboral y poder rentabilizar as¨ª el descontento social de la huelga general de septiembre, aunque formal y p¨²blicamente ponga distancia.

Sobre otra protesta sindical, la del Metro de Madrid, el sentimiento ciudadano est¨¢ bastante consolidado: el derecho de huelga es incuestionable, pero deben respetarse los servicios m¨ªnimos y se rechaza la actividad de los llamados piquetes informativos. El 55% dice que el derecho de huelga est¨¢ por encima de todo, sea o no un servicio p¨²blico; el 84% asegura que deben respetarse esos servicios m¨ªnimos y el 66% que los piquetes suelen actuar como elementos de coacci¨®n y amenaza.