Rajoy bloquea sus candidaturas hasta saber qu¨¦ hacen los jueces con Camps

Nadie lo mencion¨® en ning¨²n momento. Ni siquiera estaba en la sala. Pero Francisco Camps fue, de nuevo, como casi siempre en el ¨²ltimo a?o y medio, el gran protagonista ausente de una gran reuni¨®n interna del PP, la piedra en el zapato que Mariano Rajoy no quiere o no puede sacarse.

Toda la maquinaria del partido, con las encuestas a favor, est¨¢ en marcha con un objetivo: ganar las elecciones auton¨®micas y municipales en 2011, y antes tener un buen resultado en las catalanas. Rajoy sufri¨® mucho hasta que, en 2009, el PP gan¨® en Galicia. Ahora quiere rematar su camino a La Moncloa con nuevos beneficios en la particular cuenta de resultados de la pol¨ªtica: los votos.

Rajoy quer¨ªa adelantarse al PSOE y consagrar a sus candidatos mucho antes que los socialistas. El a?o pasado lleg¨® a decir que estar¨ªan designados en septiembre... ?De 2009! Pero ha llegado julio de 2010, y a¨²n quedan muchos candidatos, casi todos, sin designar oficialmente.

Otro de los afectados por este retraso es ?lvarez Cascos en Asturias

Ning¨²n dirigente oculta en privado el motivo: Camps, que se ausent¨® de nuevo ayer en la reuni¨®n de la Junta Directiva, est¨¢ esperando una decisi¨®n judicial que puede acabar llev¨¢ndole al banquillo de los acusados. Y Rajoy, que no quiere ser quien eche a su fiel aliado en los tiempos dif¨ªciles de 2008, est¨¢ esperando a esa decisi¨®n para que los acontecimientos se precipiten y, tal vez, Camps decida rendirse. Rajoy est¨¢ muy distanciado del valenciano, aseguran en su entorno, pero se resiste a pedirle que dimita.

Cada semana, Dolores de Cospedal, la secretaria general, tiene que contestar a la pregunta: ?Cu¨¢ndo van a proclamar candidato a Camps? Ella lo salva como puede. Rajoy, que apenas contesta a preguntas -ayer tampoco lo hizo-, no tiene ese problema, pero percibe la presi¨®n de los medios y del partido, y ayer estall¨® muy a su estilo frente a dirigentes, diputados, senadores y eurodiputados. "No hay fecha para la designaci¨®n de candidatos. Los presentaremos cuando m¨¢s interese al PP, no conozco otro criterio mejor. Propongo que las cosas que teng¨¢is que decir las habl¨¦is con la vicesecretar¨ªa de organizaci¨®n, que se ocupa de esto [los candidatos], o con cualquier otro miembro de la direcci¨®n o conmigo mismo", sentenci¨®.

Rajoy dej¨® en el aire todo, y habl¨® de convocar una convenci¨®n -una reuni¨®n anual de tres d¨ªas- para presentar un programa marco para las municipales y auton¨®micas: "No tiene fecha, a lo mejor lo hacemos antes de las proclamaciones, a lo mejor despu¨¦s, est¨¢ [Baudilio] Tom¨¦ con eso, ya veremos, tenemos que hablarlo".

Todo est¨¢ pues en el aire por culpa del caso Camps. Es la propia estrategia de defensa de Federico Trillo en este asunto la que est¨¢ complicando la soluci¨®n del dilema de Rajoy, seg¨²n reconocen en la direcci¨®n. El estratega de la defensa del caso G¨¹rtel ha recurrido la decisi¨®n del juez Antonio Pedreira de enviar parte del caso a Valencia para que se investigue all¨ª la posible implicaci¨®n de Camps y casi toda la c¨²pula del Gobierno valenciano en cohechos propios, financiaci¨®n ilegal y hasta siete graves delitos.

Y ese recurso puede retrasar la decisi¨®n definitiva sobre Camps incluso meses, seg¨²n los c¨¢lculos m¨¢s pesimistas de algunos dirigentes. Formalmente, la confirmaci¨®n del valenciano como candidato se podr¨ªa retrasar hasta marzo de 2011, pero el PP quiere resolverlo mucho antes.

Otro de los problemas, mucho menor que el del valenciano, que est¨¢ retrasando la proclamaci¨®n de candidaturas -no todas, porque Rajoy ya ha empezado a organizar actos de presentaci¨®n de candidatos locales, especialmente en Andaluc¨ªa- es el de Asturias. Hasta hace bien poco, todos los dirigentes daban por hecho que Francisco ?lvarez-Cascos ser¨ªa el candidato. A Rajoy, explican en su entorno, no le hace ninguna gracia que un dirigente tan fuerte del que est¨¢ muy alejado vuelva a la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica. Pero no se atreve a decirle que no, por lo que todo el mundo daba por hecho que Cascos, que ha mostrado claramente su voluntad -"hay una marea creciente de personas que consideran oportuno mi regreso", dijo en la Cope- ser¨ªa el candidato.

La cosa se complica, porque Cascos parece querer que sea Rajoy quien le pida que vuelva. Y el l¨ªder espera que sea el ex vicesecretario general quien reclame un puesto. Este tira y afloja personal -muy parecido al que ya se vivi¨® con la candidatura de Jaime Mayor para las europeas en 2009- y la enemistad de Cascos y Cospedal est¨¢ complicando las cosas. El PP asturiano est¨¢ dividido, en Oviedo quieren a Cascos y en Gij¨®n, su tierra, lo rechazan. Pero nadie plantea ninguna alternativa, por lo que la opci¨®n m¨¢s probable -y con m¨¢s posibilidades de ¨¦xito- sigue pasando por su regreso.