Cuesti¨®n de madurez

De 10 duelos contra Holanda, Espa?a ganar¨¢ ocho. Pero no puede sentirse favorita, un problema condenatorio si ocurre. Pero si tira de la madurez que ha aplicado tras el partido ante Suiza, siempre atento a los detalles y con suficientes recursos como respuesta, estoy convencido de la victoria espa?ola, por m¨¢s que la oranje haya demostrado un tono competitivo excelente y una capacidad ganadora notable, como aclar¨® al batir a Brasil.

Las similitudes de ambos equipos son acentuadas. Juegan con un 4-2-3-1, tienen un lateral derecho joven y en¨¦rgico, y uno izquierdo m¨¢s veterano, el ingenio lo pone el volante ofensivo como Xavi y Sneijder, rompen y deciden desde la banda con Villa y Robben, y aguardan pacientes al despertar del delantero centro, de Torres y Van Persie. La diferencia, sin embargo, radica en el centro del campo. Holanda tiene las labores de la medular bien delimitadas; mientras De Jong y Van Bommel act¨²an en la contenci¨®n, Sneijder catapulta. Su propuesta, que se pelea con el estilo de sus selecciones hist¨®ricas, les asegura el equilibrio. Pero tambi¨¦n les hace m¨¢s predecibles, fiados a la invenci¨®n de Sneijder y al talento agresivo de Robben. Algo que no deber¨ªa inquietar a Espa?a, que siempre ha sabido controlar los puntos fuertes del rival, como el contragolpe alem¨¢n o la aparici¨®n de Ronaldo.

El tri¨¢ngulo en la divisoria de Espa?a, sin embargo, pasa del 2-1 al 1-2 sin apuros, y tanto Xavi como Alonso y Busquets, mezclan, defienden e intercambian posiciones. Es definitivo. La propuesta funciona y m¨¢s ante los equipos europeos, que al contrario de los sudamericanos, no presionan tanto la salida de la pelota y aguardan en campo propio.

Es una alegr¨ªa que las dos selecciones lleguen a la final, con similitudes en el juego y las ideas claras. Pero Holanda carece de la madurez de Espa?a, favorita para ganar el Mundial. Pero que no se lo crea.