Tecnolog¨ªa y doseles

Si usted ve un dosel en su habitaci¨®n, las paredes de colorines, unos cuadritos de ¨¦poca (anterior, claro), herrajes aparentes, plafones de abuela, sillas de la Ilustraci¨®n y moqueta con lunares, es que ha ido a parar a un hotel boutique. As¨ª entiende el grupo Sol Meli¨¢ su peque?a divisi¨®n Boutique Hotel, con presencia en Burgos, Zamora, Salamanca, Orihuela, Mallorca, Coimbra y Par¨ªs, aunque ninguno con una presencia tan superlativa como el que posee en el Campo Grande vallisoletano, a 300 escasos metros de la estaci¨®n del AVE, un lujazo a menos de una hora de Madrid. Entre la arboleda que configura el paseo de Recoletos se percibe la renovada fachada de un edificio residencial del siglo XIX al que los arquitectos del estudio Paredes y Ribas, autores del futuro Centro C¨ªvico Arturo Eyries, han devuelto su lustre burgu¨¦s sin ning¨²n rubor por las frusler¨ªas que adornan sus interiores.

La antigua entrada de carruajes vertebra ahora un espacio atunelado a trav¨¦s del cual van apareciendo la recepci¨®n, el vest¨ªbulo, la escalinata que sube a los cuartos, el bar ingl¨¦s y un vasto patio trasero donde caben eventos de todo tipo dada la profusi¨®n de salones y auditorios. Saludan los recepcionistas y el viajero se interna libremente por el hotel: a la postre siempre llegar¨¢ a alg¨²n punto de consumici¨®n, que es lo que interesa, y para eso nadie escatima la debida amabilidad. Enfrente del paseo se encuentra la oficina de turismo de Castilla y Le¨®n, uno de sus mejores clientes.

Solo o acompa?ado, el desayuno ofrece una ocasi¨®n de hacer amigos. El ambiente es cordial m¨¢s que distendido: la decoraci¨®n, cursi, impide toda naturalidad. Pero se come mejor que en muchos hoteles Meli¨¢, y con el tiempo puede llegar a ser un referente en la ciudad. Especialmente si se sigue prestando atenci¨®n a la ecoterraza, un m¨®dulo independiente del hotel situado junto a la entrada, en el paseo forestal.

Arriba, las habitaciones atemperan el exceso ornamental de las zonas comunes. Nada que objetar a su carta de comodidades: pantalla plana de televisi¨®n, camas amplias, cartapacio y mesa de trabajo, ¨®ptima insonorizaci¨®n... No menos confortables son los cuartos de ba?o, equipados con todo lo necesario, incluido un buen chorro en la ducha.

Si la clientela corporativa pide acceso a Internet (de pago, mientras que la oferta multicanal de tele es gratuita), las parejas se desviven por una habitaci¨®n de la ¨²ltima planta, en gran parte abuhardilladas, igual de cl¨¢sicas que el resto pero m¨¢s coquetas y con vistas a los parterres, las fuentes y el bosquete del Campo Grande.