No hay tregua para Capdevila

Joan Capdevila, miembro por derecho de la mejor generaci¨®n del f¨²tbol espa?ol, es un tipo peculiar que lleg¨® cuestionado al Mundial y ha terminado por ser uno de los mejores laterales del campeonato, con permiso de Gio Van Bronckhorst y del paraguayo Morel. "Ha hecho un Mundial excepcional", asegura Xavi. Lleg¨® dispuesto a superar los 50 partidos internacionales y lo consigui¨® al jugar los cuartos contra Paraguay. Hoy, en la final, disputar¨¢ su partido n¨²mero 52 con La Roja. Ese d¨ªa, contra Paraguay, se marc¨® otro objetivo: rapar a Puyol si Espa?a gana la final. Como suele hacer, camino del campo escuchar¨¢ alguna canci¨®n de Barricada. De un tipo capaz de bailar con un cubata en el hombro se puede esperar cualquier cosa. "Me lo ense?¨® Cazorla, lo juro", asegura el defensa.

Con frecuencia ninguneado, Capdevila es el jugador que todos los entrenadores y compa?eros quisieran tener en el equipo. Potente como pocos, listo, r¨¢pido y tremendamente competitivo. Naci¨® en T¨¢rrega hace 32 a?os, debut¨® con 20 en Primera con el Espanyol y lleva 12 temporadas en la Liga, repartidas entre el Atl¨¦tico de Madrid, el Deportivo -dos veces campe¨®n de la Supercopa de Espa?a y una Copa del Rey- y el Villarreal, donde lleg¨® en 2007 y donde, m¨¢s all¨¢ de lo familiar (ha sido padre) ha vivido una temporada convulsa. "Empezamos fatal y lo arrastramos todo el a?o, aunque al final recuperamos posiciones. Pon que la culpa no fue de Valverde, que fue de los jugadores, absolutamente. ?Pero ponlo grande que quiero que quede claro!", se desmelena.

Hijo de futbolista, su padre fue central muchos a?os en categor¨ªas menores; la primera vez que jug¨® de defensa en el equipo del pueblo se marc¨® un gol en propia puerta: "El entrenador me mand¨® para adelante, me dijo que no serv¨ªa de defensa", explica entre risas. Capdevila no tiene jefe de prensa, pero ni falta que le hace para que se le entienda todo. "La final, a saco", dice. "Es una garant¨ªa, siempre le encuentras en el campo, en defensa y en ataque", sostiene Busquets.

"Ha sido fundamental en la solvencia de la defensa", le reconoce Del Bosque. Por algo es uno de sus indiscutibles y no se ha perdido ni un minuto en este Mundial. Capdevila es el quinto futbolista de la selecci¨®n espa?ola que m¨¢s ha participado en el juego (ha dado 412 pases, el 82% bien) pero solo el 22 por ciento de los centros han sido buenos: "Con tanto defensa, no hay manera de que llegue a uno de los nuestros", se lamenta un tipo que ha aprendido a saber cu¨¢ndo debe dar el paso adelante y cu¨¢ndo guardar la choza. Capdevila ha cometido cinco faltas y ha recibido 87, un dato que demuestra lo atento que ha estado en la anticipaci¨®n.

"Su rendimiento habla de ¨¦l como jugador, vive al servicio del equipo", sostiene Puyol, que le se?ala como una persona muy importante para el grupo, por mucho que deba ser el ¨²nico que no ha pasado por su habitaci¨®n. Como ya sucedi¨® en la Eurocopa, durante la concentraci¨®n en Neustift, el cuarto de Capdevila en la Universidad de Potchefstroom ha sido epicentro del convivir diario, el m¨¢s concurrido por un grupo que le tiene por referente. "Es un crack", sostiene Piqu¨¦.

Listo para otra noche de acci¨®n, a Capdevila le buscar¨¢ las vueltas Robben esta tarde, seguramente el mayor dolor de cabeza que pueda tener la selecci¨®n en el partido contra Holanda. "Tendr¨¦ faena, as¨ª que a currar, ?qu¨¦ puedo hacer si no?", explica en ese catal¨¢n tan peculiar. Dice que cada ma?ana, cuando se mira al espejo, le entra la risa de estar donde est¨¢, porque dice sentirse un pato entre delfines. "?Son tan buenos! Busi, Xavi, Iniesta. Piqu¨¦... A veces pienso ?qu¨¦ pinto yo aqu¨ª?", dice. A diferencia de Puyol, ¨¦l no tiene ninguna prisa por marcharse de la selecci¨®n. "Que me echen, mientras aguante aqu¨ª seguir¨¦ y a ser posible, como campe¨®n del mundo", dice. No hay tregua para Capdevila.