Dos horas sin moverse del sitio

Desde beb¨¦s a ancianos. De Girona a las tierras del Ebro. Nacidos en Catalu?a o en ?frica. La variedad domin¨® la manifestaci¨®n de ayer en Barcelona. Algunos, veteranos de las protestas a favor del autogobierno catal¨¢n. Como Rosa Casals, de 75 a?os y procedente de Rub¨ª (Barcelona), que estuvo en las manifestaciones de 1975 de Sant Feliu del Llobregat y la del 1977 de Barcelona. Cargada con una gorra y una botella de agua, desafiaba el calor. "Me pod¨ªa haber quedado tranquilamente en casa, pero he venido a hacer lo ¨²nico que podemos, que es manifestarnos".

En la marcha m¨¢s grande de la democracia en Barcelona se repitieron todo tipo de consignas. La m¨¢s coreada: "Independencia, independencia". Y tras esta, todo tipo de pancartas y c¨¢nticos, abundando en la misma idea: "Yo decido divorciarme"; "Adi¨®s Espa?a"; "Somos una naci¨®n oprimida"; "Ning¨²n Estatuto nos har¨¢ libres"; "Ni Francia, ni Espa?a, Pa?sos catalans".

El gent¨ªo era tal que la gente no consegu¨ªa avanzar. "A m¨ª me parece bien ahogarme. ?Que Barcelona se colapse!", gritaba Carmen Coll, de 37 a?os y enfermera de profesi¨®n. Y eso que no pod¨ªa andar. La empujaban por detr¨¢s, por delante, por los lados y sudaba a chorros. Hac¨ªa una hora y media que trataba de avanzar sin ¨¦xito por la avenida de la Diagonal hacia el paseo de Gracia.

Merc¨¨ R., de 45 a?os y profesora, tuvo m¨¢s suerte: encontr¨® un huequecito entre la muchedumbre. "?Bote, bote, espa?ol el que no bote!", gritaba alguien por un meg¨¢fono. Merc¨¨ mir¨® a su madre, junto a ella. Se sonrieron y dieron un saltito peque?o. "Estoy aqu¨ª porque soy catalana. Hay mucha gente en la calle. Y cuando la gente se moviliza es porque tiene algo que decir".

"Ya hace tiempo que la gente est¨¢ enfadada. Al final te plantas y ahora es el momento de hacerlo", explic¨® Jordi Masmitj¨¤, de 33 a?os, tratando de abrirse camino. Junto a ¨¦l, una mujer ped¨ªa informaci¨®n: "Har¨ªa falta que alguien en casa viendo la televisi¨®n nos dijese qu¨¦ pasa en la cabecera". Y en la cabecera pasaba que no hab¨ªa manera de moverse. Lo que ten¨ªa que ser una caminata, acab¨® en una mezcla de empujones, calor y sudor. Y eso sin apenas moverse del sitio.